Los sanitarios son los grandes protagonistas estos días, luchando contra el coronavirus en primera línea y asumiendo grandes riesgos. Los materiales no llegan y la escasez de equipos necesarios para garantizar su seguridad los coloca en una situación de mayor vulnerabilidad si cabe ante el virus. Por ello, el personal sanitario de Cantabria se ha visto obligado a ponerse manos a la obra y fabricar sus propias máscaras de protección, delantales y batas impermeables para poder desarrollar su labor de manera “algo más segura”, afirman los sanitarios.
Después de una larga y dura jornada de trabajo en los hospitales, estos trabajadores de la Sanidad continúan con el compromiso social y sanitario desde sus casas para velar, ellos mismos, por su propia salud. Entre láminas de acetato, velcro y bolsas de basura pasan las horas restantes que quedan para volver a los hospitales y seguir batallando contra esta pandemia.
Las máscaras de protección que realizan los sanitarios desde sus casas
La situación en los hospitales es cada vez más complicada con el aumento diario e incesante de casos -Cantabria ya tiene 266 casos activos- y la falta de equipos se ha convertido en un grave problema que va en aumento. Este sábado, el Sindicato de Enfermería de Cantabria, SATSE, ya denunciaba que las enfermeras siguen sin suficientes equipos de protección (EPIs) mientras los riesgos se incrementan. "No se pueden enfrentar a cara descubierta contra una enfermedad que amenaza nuestra salud y nuestras vidas" afirmaba la secretaria autonómica, María José Ruiz. A pesar de este esfuerzo que la sociedad y especialmente los sanitarios están realizando para poner fin a la pandemia, los responsables de asegurar la "total seguridad" de los trabajadores son la Gerencia del Servicio Cántabro, la Consejería de Sanidad "y sobre todo el presidente de Cantabria quienes están obligados a velar por la protección de sus trabajadores, y más en estos momentos en que está en sus manos no solo la salud de la población sino también el futuro económico de la región y el mantenimiento de nuestro sistema social”, sentenciaba María José Ruiz.
