Quince rastreadores militares que colaboran con estos efectivos en Cantabria han completado, desde que comenzaron a prestar apoyo en esta tarea en la región, 88 casos asignados de positivos de coronavirus con un total de 189 contactos. Así lo han indicado en un comunicado agentes de la Unidad Militar de Emergencias (UME), del Batallón de Intervención en Emergencias V (BIEM V), que iniciaron el 12 de septiembre las tareas de vigilancia en apoyo a los rastreadores cántabros para detectar contactos de personas que han dado positivo en COVID-19.
En concreto, este apoyo comenzó el día 4 con la reunión de coordinación entre los responsables de la Consejería de Sanidad de Cantabria y el Ministerio de Defensa. En esa fecha se realizó una visita a la unidad de vigilancia epidemiológica e intervención del Hospital de Liencres, con el fin de conocer la metodología de trabajo de los rastreadores, herramientas, formación que se imparte y aplicaciones empleadas.
Ya el día 9 se establecieron contactos entre personal facultativo del BIEM V y de la Consejería de Sanidad, tratándose los aspectos técnicos de integración de equipos, protocolos de actuación e intercambio de información. Estos se completaron dos días después con una jornada formativa a cargo de personal de la Dirección General de Salud Pública de Cantabria.
El despliegue inicial es de una Unidad de Vigilancia Epidemiológica (UVE), al mando de un oficial del quinto Batallón de Intervención en Emergencias, y el formato de trabajo consiste en la actuar sobre los listados de casos proporcionados por la Consejería de Sanidad de Cantabria. Las labores de coordinación han facilitado la capacidad de aumentar progresivamente el número de los casos asignados de una manera dinámica, realizando dichas labores desde su base en León.
