jueves. 28.03.2024

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha reconocido en el Congreso que las consecuencias de la emergencia sanitaria por el virus Covid-19 provocará la caída del PIB, dando hasta tres meses perdidos en la actividad durante este año, pero ha confiado en "un posible efecto rebote" para lograr "una recuperación rápida". Así, ante un Pleno prácticamente vacío, al que ha acudido para informar de la aplicación del Estado de alarma, ha señalado que "2020 no tendrá 12 meses, sino diez o incluso nueve", pero que "la buena noticia, moderada, es que esta emergencia depende de la paralización de la situación". "Si consiguiéramos sostener en el tiempo que dura la crisis los niveles de empleo y la estructura productiva sin daños graves e irreparables, al final de aquella se produciría una recuperación rápida, incluyendo un posible efecto rebote que acelerará la actividad", ha dicho.

Poco más de una treintena de diputados ha acudido a escuchar a Sánchez, entre ellos una representación reducida de la Mesa del Congreso

El primer Pleno que celebra el Congreso desde que el Gobierno decretara el pasado sábado el estado de alarma por el coronavirus deja una imagen insólita, la del presidente, Pedro Sánchez, detallando sus recetas frente a la crisis ante un hemiciclo casi vacío, con poco más de una treintena de diputados guardando distancia de seguridad entre ellos para evitar nuevos contagios. A su entrada en el hemiciclo, y antes de que diera inicio la sesión plenaria, los asistentes se saludaron a distancia, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, y se fueron sentando en sus sitios con una distancia entre ellos de dos escaños. El Pleno comenzó puntual, a las nueve de la mañana, cuando el presidente subió a la tribuna para dar cuenta de todas las medidas sanitarias, económicas y sociales impulsadas por su Ejecutivo frente a un aforo limitado, por acuerdo de los grupos parlamentarios, como medida de prevención frente al virus, que ha dejado ya 10 positivos entre los diputados. Poco más de una treintena de diputados ha acudido a escuchar a Sánchez, entre ellos una representación reducida de la Mesa del Congreso. De sus nueve miembros han acudido cinco: la presidenta, Meritxell Batet; los vicepresidentes tercera, Gloria Elizo (Unidas Podemos), y el cuarto, Ignacio Gil Lázaro (Vox); y los secretarios tercero, Javier Sánchez Serna, de Unidas Podemos, y cuarto, el 'popular' Adolfo Suárez Illana. Ente todos ellos, la correspondiente distancia de un metro. El Gobierno, además de Sánchez, ha ocupado otros cinco escaños del banco azul del hemiciclo, también separados entre sí. En el Salón de Plenos seguían al presidente la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y los titulares de Defensa, Margarita Robles; de Interior, Fernando Grande Marlaska; de Transportes; José Luis Ábalos; y de Sanidad, Salvador Illa. El PSOE ha enviado al Pleno a su portavoz, Adriana Lastra, tras poner fin este martes a su cuarentena, así como el secretario general del grupo, Rafael Simancas, y a los también madrileños Isaura Leal, Zaida Cantera, Daniel Viondi y Omar Anguita. Por su parte, en nombre del PP están el presidente, Pablo Casado; su secretario general, Teodoro García Egea; su portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo; el portavoz adjunto Guillermo Mariscal y el diputado por Granada y la diputada Ana Beltrán. A Vox, el grupo con más positivos reconocidos –cinco, entre ellos su presidente, Santiago Abascal–, le representa su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, y los diputados María Ramírez y José María Sánchez, que ha acudido con mascarilla y guantes. En nombre de Unidas Podemos ha asistido su portavoz, Pablo Echenique, y Enrique Santiago, de IU. En esta ocasión no hay representación de las confluencias porque el único diputado de Galicia En Común y candidato a la Xunta, Antón Gómez Reino, ha dado positivo en coronavirus, y el presidente del grupo parlamentario y diputado de En Comú, Jaume Asens, está en cuarentena por haber estado en contacto con enfermos. ERC y PNV, por su parte, sólo han mandado al Pleno a sus portavoces: Gabriel Rufián y Aitor Esteban, respectivamente, mientras que los dos grupos heterogéneos de la Cámara contaban con tres representantes cada uno. Por el Grupo Plural estaban Íñigo Errejón (Más País), Joan Baldoví (Compromís) y Néstor Rego (BNG) y por el Mixto Sergio Sayas (UPN), Tomás Guitarte (Teruel Existe) e Isidro Martínez Oblanca (Foro Asturias). El PRC, CC y Nueva Canarias no han podido acercarse por las limitaciones de la sesión, mientras que Ciudadanos, Junts, EH Bildu y la CUP se han ausentado voluntariamente. Habían solicitado a la presidenta del Congreso poder intervenir telemáticamente en el Pleno para evitar riesgos pero esa fórmula no está contemplada en el Reglamento de la institución, que data de 1982.

Junto a los políticos también han acudido a sus puestos de trabajo en el hemiciclo seis funcionarios de la Cámara: el secretario general del Congreso, dos letrados, un ujier y una taquígrafa. En total, y contando también dos fotógrafos para cubrir la sesión, 41 personas se encuentran en el Salón de Plenos. Pero esta sesión plenaria no sólo es atípica por los escaños vacíos sino también por la ausencia de los informadores acreditados en la Cámara Baja, que no están cubriendo presencialmente la sesión sino que la siguen, como la mayoría de sus señorías, desde sus televisiones o desde otro tipo de dispositivos.

Sánchez da por perdidos hasta tres meses de PIB pero confía en un “efecto rebote”
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