viernes. 19.04.2024

Al igual que ocurre en Madrid, una de las zonas más caras de Santander ha comenzado a desafiar el estado de alarma impuesto por el Estado para luchar contra la pandemia de coronavirus que ha dejado ya más de 27.000 muertos. En la tarde de ayer jueves decenas de personas, desde sus balcones, sus coches y la propia calle (en la que el Gobierno de Cantabria no permite la estancia de grupos de menos de 10 personas) protestaron contra las medidas del Ejecutivo como, desde hace unos días, viene ocurriendo en el elitista barrio de Salamanca de Madrid.

Aunque ambas protestas han tenido notables diferencias, como la presencia de grandes grupos de gente en las calles –al no haberlos, la Policía Local no pudo intervenir-, también ha tenido muchas similitudes. Para empezar, las banderas españolas colgadas de balcones, ondeadas en palos o con las propias manos, o atadas a la espalda, en una imagen muy repetida entre dirigentes y simpatizantes de la derecha española de afanarse este símbolo. También se repite el sentido de esta suerte de manifestación improvisada, que no era otro que protestar contra el confinamiento decretado por el Gobierno central para evitar el contacto entre personas y, por tanto, la propagación del virus. Y lo hacían no solo con las banderas, sino con gritos como “¡Fuera chavistas!” y “¡Gobierno dimisión”. Y, por supuesto, las cacerolas y los instrumentos utilizados para hacer ruido.

Sin embargo, las protestas de este grupo de vecinos, algunos de los cuales, según se puede ver en el vídeo, no respetaban la distancia de seguridad, no se producen en el mismo contexto que las de Madrid, pues la capital española se encuentra todavía en la fase 0 de la desescalada de este estado de alarma –y es más que posible que no pueda superar esa etapa todavía-, mientras que Santander, al igual que el resto de Cantabria, ya pasó a la fase 1 el lunes 11 de mayo.

La protesta se produjo ante la mirada sorprendida de algunos viandantes, que grabaron con sus móviles lo que estaba ocurriendo, pero también contó con el apoyo de otros vecinos que, mientras paseaban en los horarios que estipula el Gobierno de Pedro Sánchez, aplaudían al son de los cánticos.

No hay que olvidar que Santander, desde que se instauró la democracia en España, ha estado regida siempre por la derecha del Partido Popular, normalmente con mayorías absolutas que han permitido a la formación conservadora dirigir la ciudad sin necesidad de apoyos externos. En la última legislatura ha perdido esa mayoría absoluta, pero ha mantenido el gobierno apoyándose en Cs, con el que forma un bipartito, y en el partido ultraderechista Vox, del que logró el apoyo externo para la investidura y con el que los dos partidos en el gobierno sacan muchas iniciativas adelante.

La calle Hernán Cortés es una paralela al Paseo Pereda, la zona más característica de Santander y una de las más caras, y desemboca muy cerca de la glorieta de Puertochico, que conecta con otra de las calles más exclusivas de la capital cántabra, Castelar.

La calle Hernán Cortés se convierte en el barrio de Salamanca de Santander
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