jueves. 28.03.2024

La propiedad del edificio de la calle Alta de Santander, situado en el número 89, que ayer jueves fue por riesgo de caída de una de las fachadas, ha comenzado esta mañana los trabajos de apuntalamiento en esa zona.

Al tiempo, se está organizando la entrada de las personas desalojadas para que puedan entrar a recoger sus pertenencias y, una vez que lo hagan, el edificio quedará clausurado para que pueda ser derribado por la propiedad, lo que puede producirse de forma "relativamente rápida".

Así lo ha explicado a preguntas de la prensa el concejal de Infraestructuras, César Díaz, quien ha precisado que el apuntalamiento se está llevando a cabo para evitar que la "inestabilidad" detectada en la fachada pueda generar "algún otro desprendimiento".

En cuanto a los cuatro desalojados, ha indicado que uno de ellos tenía contrato de alquiler con la propiedad, que le ha realojado en unos apartamentos, mientras que los otros tres eran ocupantes que no tenían "ningún tipo de contrato". De ellos, uno permanece en el centro Princesa Letizia, y los otros dos se encuentran en la Comisaría de Policía para realizar los trámites para su identificación.

El edificio afectado tiene dos portales, el 89 y el 91, ambos afectados por la declaración de ruina

Una vez que todos ellos hayan sacado las pertenencias que tenían en el interior del edificio, el inmueble quedará clausurado para que pueda ser derribado. Para ello, la propiedad tiene que presentar el proyecto de derribo, que tiene que ser autorizado por el Ayuntamiento.

Respecto a la cronología de los hechos, el concejal ha explicado que tras recibir la petición de ruina del edificio por parte de la propiedad, el Ayuntamiento llevó a cabo la tramitación y acabó concluyendo, de acuerdo con los informes técnicos, que el edificio no estaba en situación de ruina.

La propiedad recurrió esa resolución del Ayuntamiento ante el juzgado, que dictaminó en el mes de marzo que el edificio se encontraba en "ruina técnica y económica", sentencia que el Consistorio recibió "a mediados de abril".

A partir de ahí, el propietario ha estado "en conversaciones" con la persona con la que tenía contrato de arrendamiento para ofrecerle una nueva ubicación, y fue en ese "impase", según ha afirmado Díaz, cuando se ha producido un desprendimiento en la zona sur de la fachada que ha dado lugar a la visita de los técnicos municipales, que han comprobado que esa zona "está inestable".

En ese "impase", la propiedad también ha procedido al desalojo de los cuatro ocupantes del edificio, trasladando a uno de ellos al Centro de Acogida Princesa Letizia, donde ha manifestado su intención de permanecer, mientras que los otros dos han acudido a la policía para su identificación.

Tal y como informó anoche el Ayuntamiento, Díaz ha recordado que el edificio afectado tiene dos portales, el 89 y el 91, ambos afectados por la declaración de ruina. En este último, donde no se ha producido "ninguna situación de riesgo", viven dos inquilinos con contrato de alquiler, con los que la propiedad también está hablando para alojarlos en otras viviendas, y "algún ocupante irregular".

En el edificio, que consta de planta baja, cuatro alturas y bajo cubierta, se ha observado un "abombamiento" en la fachada sur, a la altura de la primera planta. El informe de los técnicos señala que se trata de un muro de carga con entramado de madera que soporta el peso de las cuatro plantas superiores.

Además, todo el paramento completo se encuentra, según los técnicos, en "muy mal estado y su caída puede ser inminente", razones que han llevado al Ayuntamiento a acordar la intervención inmediata para apuntalar la zona afectada y a pedir a la propiedad que se mantenga desalojado el inmueble.

Los propietarios se han encargado de cerrar el edificio para evitar el acceso al interior y para mayor seguridad, una patrulla de la Policía Local veló anoche para que nadie entre en el mismo hasta que comenzaran este viernes los trabajos.

El edificio desalojado en la calle Alta será derribado ante su "inminente caída"
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