sábado. 20.04.2024

Las huellas del pasado vuelven siempre que se pretende resaltar el pasado de los personajes públicos con el fin de obstaculizar su presente profesional. En este caso, Aritz Solabarrieta, el nuevo entrenador del Racing de Santander, ha sido objeto de una búsqueda que se remonta a la temporada 2005/2006, cuando era jugador del S.D. Eibar. En ese año, junto a otros compañeros nacidos en el País Vasco, no en “las vascongadas”, supuestamente firmó un manifiesto en libertad de los presos etarras.

Lo cierto es que han pasado más de quince años, además de nueve desde que ETA anunciase el cese definitivo de su actividad armada.

El pasado parece volver cuando se pretende hacer daño, y no cabe duda de que la noticia de la entrada de Aritz Solabarrieta al Racing de Santander no ha sido del todo agradable para algunos ‘patriotas’ a los que les gusta revolver en el fango y hacer del barro una segunda piel. Más allá de las opiniones con respecto a su historial profesional, el tiempo ha pasado, y aunque el dolor que dejó ETA sigue latente, es cierto que la forma de pensar y de ver la vida también ha dado un giro.

La situación vivida con la organización terrorista en el siglo pasado llevó a miles de personas a salir del País Vasco, a salir de sus casas y plantearse una nueva vida fuera de su “hogar”. Ahora, tantos años después, y con la mentalidad actual, hacer una búsqueda en el pasado solo tiene una finalidad: dañar la reputación de una persona.

En el año 2005 el miedo y la incertidumbre por ETA aún persistía. Ahora, tres años después de que la organización terrorista anunciase su autodisolución, y casi diez desde el cese definitivo de la actividad armada, algunos medios de comunicación autocalificados como “de españoles” han tachado al nuevo entrenador de “proetarra”.

POLÍTICA Y FÚTBOL, MALA COMBINACIÓN

El deporte, en numerosas ocasiones, ha ido ligado a la actividad política de las diferentes comunidades autónomas. Algunos de los casos más recientes se pueden encontrar en Cataluña, donde varios de los jugadores de la plantilla del F.C. Barcelona se posicionaron políticamente.

No obstante, es necesario diferenciar entre política y deporte, especialmente en el fútbol, donde los altercados suceden cada año. En este caso, es preciso resaltar que en España impera un derecho fundamental para todos los ciudadanos, la libertad de expresión.

En este sentido, Aritz Solabarrieta se posicionó, supuestamente, hace más de quince años a favor de un manifiesto del que se desconoce si en la actualidad lo haría. Y, en ese caso, si el nuevo entrenador del Racing de Santander volviese a firmar, este artículo de la Constitución le ampararía.

Al fin y al cabo, todo ciudadano dispone de una libertad para expresar su opinión, y más allá de eso, la labor profesional no debe confundir con aquella del propio pensamiento. Trabajar es un acto donde cada uno expresa sus habilidades, y Aritz Solabarrieta es un entrenador de fútbol.

Por eso, más allá de los prejuicios presentes en su actividad profesional, lo cierto es que remover el pasado con una opinión de hace más de quince años es algo que carece de validez en el momento actual.

Además de que entrelazar el fútbol y la política carece de toda relevancia y es algo totalmente innecesario en la época actual, Aritz Solabarrieta sigue siendo un entrenador de fútbol.

Medios de comunicación que se han hecho eco del pasado de Solabarrieta han apuntado su pasado como “proetarra”. En este contexto, desde el Racing de Santander han apuntado que no tienen “nada que declarar”. Y es que, en este sentido, lo cierto es que todo lo que ocurrió pertenece al pasado, a hace más de quince años.

LA PLANTILLA “PROETARRA” DE RACING DE SANTANDER

No es el primer caso. El equipo cántabro se ha visto involucrado hace años en diferentes polémicas por casos similares a este. De hecho, Jon Ander, el jugador racinguista, también se vio sumido en diferentes problemas por hacer alegaciones varios años atrás hacia España. Es decir, al igual que Solabarrieta, se vio implicado en la polémica de expresas su opinión, pero la afición, la que manda, no le etiquetó y el ariete con su compromiso en el terreno de juego se ha ganado el cariño de los racinguistas y hoy se puede afirmar que es el más querido. Casos similares se encuentran en otros jugadores que han estado en las filas del conjunto cántabro, como Jagoba Zárraga.

El club verdiblanco se ha visto vinculado a diferentes polémicas en los últimos años, desde aquellas relacionadas con la economía y la gestión del propio club, hasta las relacionadas con las opiniones de los jugadores de la plantilla.

El dolor de ETA persiste y persistirá. El daño que causó la organización en el territorio nacional sigue latente, pero lo cierto es que su actividad acabó hace tiempo, y que una opinión de hace quince años puede llegar a diferir de la actual.

Aritz Solabarrieta: Cuando tener opinión es motivo de linchamiento
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