sábado. 20.04.2024

Decir que ya nada es lo que era es una de las frases más típicas en la sociedad actual. Es cierto que ha habido cambios, ya nadie utiliza los cassettes u otros elementos cotidianos que, por entonces, fueron tendencia. Pero, en cierto modo, esos widgets que acompañaron la vida de miles de personas se han reconvertido, ahora son teléfonos móviles, altavoces portátiles que caben en un bolsillo… 

La sociedad se ha reinventado de tal forma que, si bien nada es lo que era, todo sigue siendo igual. En vez de un cassette, todos los smartphones tienen aplicaciones que sirven como reproductores musicales. Lo mismo pasa con las películas, y es que las cintas VHS, e incluso los DVDs han desaparecido. Ahora son las plataformas digitales las que distribuyen sus contenidos cada día. 

Como un efecto boomerang, en esta sociedad todo vuelve

Lo cierto es que, aunque muchas de las utilidades del día a día han cambiado y se han reconvertido, algunas otras han vuelto. Como un efecto boomerang, en esta sociedad todo vuelve, a pesar de que parezca haber desaparecido durante un tiempo. 

Este es el caso del movimiento #VanLife, que consiste en la idea de vivir en una furgoneta camper, acto que ya se está convirtiendo en un estilo de vida. Y ya no solo es vivir. Esta tendencia también contempla los miles de viajes diarios que hacen los ‘vanlifers’ por diferentes rutas en su tiempo libre.

El movimiento #VanLife se remonta a los años 60 y 80 del siglo pasado

Foster Huntington fue el precursor de este movimiento en redes sociales. Y es que, tras dejar su trabajo, decidió hacerse ‘vanlifer’ y viajar por el mundo en una furgoneta camper. De esta forma, se convirtió en el primero en postear sus viajes en redes sociales, siendo así el primero en el mundo de Internet.

Sin embargo, lo cierto es que el movimiento #VanLife se remonta a los años 60 y 80 del siglo pasado, cuando el auge del movimiento hippie comenzaba a imperar en la sociedad ligado al cambio de los valores que se empezó a producir en esa época. Muchos jóvenes, y no tan jóvenes, decidieron subirse a sus furgonetas y viajar por el mundo, viviendo así una vida mucho más minimalista.

MODO DE VIDA

Para muchos ‘vanlifers’ este es un modo de vida, una forma de vivir en sociedad que han escogido frente a todas las posibles en la era actual. Y es cierto que, aunque muchos de ellos tan solo comenzaron buscando “la paz y la tranquilidad fuera de las ciudades y de los edificios convencionales”, otros comenzaron a seguir este movimiento a raíz de las fotografías y vídeos de Foster Huntington.

“No tiene nada de malo que las tendencias del pasado vuelvan”

Con un diseño minimalista, cada furgoneta camper es diferente, pero si algo tienen en común es que todos los que hacen uso de este medio persiguen el sueño “de una vida diferente”. 

“A mí me gusta vivir así. Es relajante y, por lo general, no tienes problemas”, cuenta una ‘vanlifer’ que comenzó su andadura en este mundo hace tan solo cinco años, cuando, a través de las redes sociales, descubrió que la tendencia que imperaba en el movimiento hippie había vuelto. “No tiene nada de malo que las tendencias del pasado vuelvan”, comenta.

OPINIONES CONTRAPUESTAS

A pesar del reconocimiento social que ha tenido este movimiento en los últimos años, especialmente entre la gente joven, que es la más propensa a llevar este estilo de vida, muchos otros discrepan sobre esta tendencia. “Es antihigiénico. Muchos de ellos se duchan en sus furgonetas en cualquier descampado. Lo ven nuestros hijos, es antinatural”, explica una mujer contraria al #VanLife. 

“¿No sería mejor tener una vida normal, como la que tenemos todos, y dejar de destruir el medio ambiente dejando comida en cada parque al que van? Además, muchos de ellos pasan la noche fuera y ocupan nuestras plazas de aparcamiento”, subraya, recalcando que “al final nos lo están quitando todo por querer seguir una vida totalmente diferente”.

Es un estilo de vida propio, no entiendo por qué tiene que molestar a nadie

Las quejas y molestias entre las personas que no tienen ningún tipo de afán por este movimiento calificado de “hippie y antihigiénico” ha llevado a provocar quejas en redes sociales e, incluso, a peleas verbales en los aparcamientos de muchas ciudades.

Nosotros nos sentimos desprotegidos. Al final es un estilo de vida propio, no entiendo por qué tiene que molestar a nadie. Nunca hemos hecho nada incívico ni hemos dejado nada en ninguno de los lugares que hemos visitado”, explica una ‘vanlifer’ cántabra.

MÚLTIPLES RUTAS

Lo cierto es que a pesar de las discrepancias entre los que deciden seguir este movimiento y los que no, el #VanLife está teniendo su auge en todo el mundo. Visitar un lugar u otro sin necesidad de pagar por un alojamiento es uno de los incentivos que más atrae a los ‘vanlifers’.

De esta forma, son muchas las rutas que siguen aquellos que deciden subirse a una furgoneta camper y vivir alejados de lo común. De norte a sur, aquellos afines a este estilo de vida recorren todo el territorio nacional en busca de nuevas experiencias.

Este modo de vida sigue cubierto por los prejuicios sociales

Sin embargo, muchos de estos viajes y recorridos también se realizan por otros territorios, sobre todo en Estados Unidos, donde este movimiento está más que consolidado y hay multitud de rutas disponibles para aquellos que deciden seguir este estilo de vida.

Las tendencias van y vienen, y prueba de ello es que medio siglo después las furgonetas campers vuelvan a ser una revolución en la sociedad. Como entonces, este modo de vida sigue cubierto por los prejuicios sociales. Así, el efecto boomerang que tiene la sociedad ha hecho que la vida en las furgonetas vuelva a ser algo común, recreando así la revolución del #VanLife, que hace años tan solo era “la vida hippie que decidieron seguir millones de personas jóvenes”.

La revolución del movimiento #VanLife
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