Ludovico de Vega, técnico de medio ambiente en el Parque Nacional de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel y representante de SEO/BirdLife, y Andoni Aldama han publicado recientemente un estudio en el Boletín de la Sociedad Entomológica Aragonesa en el que indican la presencia en Cantabria de tres nuevas especies de libélula (Aeshna affinis, Anax parthenope y Anax ephippiger), localizadas en Noja.
Según señalan en su estudio, las citas de la Aeshna affinis en la Península Ibérica “son bastante escasas, dándose la mayor parte de ellas en la mitad norte”. Se encuentran presente tanto en la provincia de Asturias como en la de Vizcaya “por lo que no es de extrañar su presencia en esta comunidad”.
De Vega y Aldama apuntan en el texto a que “probablemente” la presencia de estas libélulas haya pasado desapercibida hasta ahora “no solo debido a su escasez sino también a causa de su comportamiento huidizo”. Además, según sugieren varios autores, hasta ahora habían sido tomadas por otra especie, Aeshna mixta Latreille, ya que “en vuelo ambas especies son muy similares, si bien al verlas con detenimiento difieren entre otras cosas en el diseño de los primeros segmentos abdominales”.
Macho de Aeshna affinis
Por su parte, la Anax parthenope aparece “principalmente en la mitad sur y costa mediterránea” de la Península, siendo “más escasa en el interior y faltando casi por completo en el cuadrante noroccidental”. Si bien, en los últimos años han aparecido las primeras citas en provincias como La Rioja, Asturias y Vitoria. “Prunier et al. (2015) la incluyen en el inventario provincial de Cantabria en base a fotografías georreferenciadas presentes en la plataforma de ciencia ciudadana Biodiversidad Virtual (http://www.biodiversi dadvirtual.org), si bien sin incluir las referencias concretas”.
La tercera especie, Anax ephippiger es “un ésnido de tamaño medio, catalogada como elemento de origen etiópico”. En la Península Ibérica se localizaba “a lo largo de toda la costa mediterránea, Andalucía y sur de Portugal, así como en el valle del Ebro y algunos puntos de Extremadura”. Por el contrario, “los registros en el norte peninsular serían más escasos”, existiendo únicamente algunos registros en la costa de Galicia. Además, durante los últimos años “ha sido detectada en nuevas provincias tales como Álava, Asturias o La Rioja”.
Según explica el estudio publicado, “durante el mes de septiembre de 2017 las tres especies fueron localizadas en el pueblo de Noja, en la costa de Cantabria, siendo fotografiadas y liberados los individuos sin daño. Aeshna affinis fue observada el día 8 de septiembre de 2017 a las 14:30h, en una pequeña laguna de agua dulce situada entre el cordón dunar de la playa de Trengandín y la cara norte del monte Mijedo, que debido a su naturaleza caliza favorece la presencia de diversos afloramientos de agua dulce y la formación de pequeñas lagunas en un medio predominantemente salino. Se constató la presencia de al menos 2 machos en vuelo en actitud territorial ya que hubo enfrentamiento entre ambos cada vez que se encontraron en el aire.
Anax ephippiger fue observada en el mismo lugar, el día 27 de septiembre de 2017, entre las 13:45 y las 14:45h. Fueron localizados en torno a 12-15 ejemplares en diferentes actitudes. Algunos de los individuos sobrevolaban la lámina de agua al mismo tiempo que se observaron cópulas y puestas en tándem.
Macho de Anax ephippiger
En cuanto al hábitat, la laguna posee gran cantidad de vegetación palustre principalmente, así como vegetación arbórea típica de un bosque de ribera (alisos, sauces y algún chopo).
La Anax parthenope fue localizada el día 28 de septiembre de 2017 a las 13:00h. Los autores del estudio destacaban que se trataba de una hembra de bastante edad, a juzgar por su coloración oscurecida, que se encontraba posada sobre un tallo de carrizo (P. australis) a orillas de la Marisma de Victoria. Dicho humedal, considerado hoy en día como laguna litoral, se encuentra a los pies del ya mencionado monte Mijedo. Recibe agua de mar de manera mensual, los días de mareas vivas, mientras que la entrada de agua dulce es casi constante gracias a las aportaciones del monte y del pequeño arroyo de Garbijos. Sobre sus aguas salobres con predomino dulceacuícola, se desarrolla un extenso carrizal que cubre más de la mitad de la superficie total del humedal.
Por último, De Vega y Aldama destacan el hecho de haber observado varios ejemplares de Anax ephippiger copulando y poniendo, teniendo en cuenta las fechas. Hasta el momento no se conoce con claridad su comportamiento reproductor en la Península Ibérica, si bien parece que tras las observaciones de cópulas y puestas en Asturias, así como las que motivan este escrito en Cantabria, los territorios del norte podrían ser zonas potenciales para su reproducción. No obstante –afirman- no se han encontrado hasta la fecha exuvias, ni siquiera larvas, por lo que no existen pruebas de esta hipotética reproducción en el norte peninsular.
Macho de Anax parthenope
