viernes. 19.04.2024

El 10-N da de comer al caballo de Abascal

Sánchez e Iglesias; Iglesias y Sánchez, con sus cuitas, rencores, envidias y ciertas estupideces han conseguido un éxito meridiano con la falta de acuerdo: hacer a VOX tercera fuerza política.

Si Pedro Sánchez convocó estas elecciones para arrasar no lo ha conseguido. Si las avanzó para mellar a Podemos ha tenido cierto éxito. Si lo hizo para fulminar a los independentistas o borrarlos de las sumas del PSOE todo está por ver, porque los actores del Procés siguen fuertes también en el Congreso. Si Sánchez pretendía interceptar a la derecha, que mordiera el polvo, poco éxito: el PP crece y VOX se dispara. Y si el objetivo era Rivera, bingo. Pero todo ello ni aclara el panorama político ni ayuda a la formación del gobierno ansiado por el líder socialista: una amplia victoria para gestionar con apoyos puntuales. Eso era un sueño y en pesadilla quedó.

Hacer populismo desde la presidencia sólo llena las alforjas de quienes apelan al tuétano en defensa de un cada vez mayor grupo de desheredados

Sánchez e Iglesias; Iglesias y Sánchez, con sus cuitas, rencores, envidias y ciertas estupideces han conseguido un éxito meridiano con la falta de acuerdo: hacer a VOX tercera fuerza política. Se demuestra que polarizar la campaña en asuntos del pasado, hablar poco de gestión y mucho de filosofía de partido (o partidista) no triunfa ya en formaciones de gobierno. Hacer populismo desde la presidencia sólo llena las alforjas de quienes apelan al tuétano en defensa de un cada vez mayor grupo de desheredados que existen en este país y que los grandes partidos no han visto o han olvidado. Pretendían bajar a Abascal del caballo y en realidad le han colocado una silla reluciente.

Lectura aparte merece el suicidio de Ciudadanos asistido por Rivera. Tanto mencionar a rojos y azules y, en realidad, se olvidaron del naranja. C’s, lo mismo que UP por la otra banda, pudo incluso hasta gobernar si no hubiesen fiado todo en la campaña de abril a un único acuerdo por la derecha. Después Rivera ya no pudo desdecirse y en el pecado llevó la penitencia y el batacazo. Cuando a una formación pactista, bisagra y abierta le inyectas herrumbre en el eje la puerta se atasca. Resultado: sexto partido del Congreso, superado incluso por los republicanos catalanes: vinagre en los ojos.

El PRC mantiene el diputado. Cantabria espera que lo venda caro. El Desfiladero de la Hermida, con lluvia, es una moneda al aire. Como los trenes del Oeste.

El 10-N da de comer al caballo de Abascal
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