El Boletín Oficial de Cantabria ha recogido esta semana la resolución de varias denuncias realizadas a personas que han atentado contra varios artículos de la Ordenanza Municipal sobre Protección de la Convivencia Ciudadana y Prevención de Actividades Antisociales del Ayuntamiento de Santander.
De esta manera, una vecina ha sido obligada a abonar 300 euros de multa después de “perturbar la convivencia ciudadana, incidiendo en el descanso de los vecinos causando graves molestias”. Por otra parte, otro ciudadano tendrá que pagar la misma multa por incidir “directa e inmediatamente en el descanso vecinal”, con “cánticos y gritos”.
Otros 30 habitantes de Santander deberán acatar multas, cuyas cantidades van desde los 750 euros hasta los 100, por diversos motivos, como cruzar en la calzada “contenedores, vallas de obra y saltar sobre algunos coches”; increpar a los viandantes y conductores “a grandes voces y lanzándoles cortes de manga” o “poner a elevada potencia los aparatos de radio o equipos musicales desde vehículos circulando o estacionados, trascendiendo al exterior”.
“Bañarse en fuentes públicas”, “obstaculizar el normal funcionamiento de los servicios públicos” o “jalear a gritos a la salida de un bar”, también han sido motivos de sanción.
