jueves. 28.03.2024

En 2007 el Ayuntamiento de Santander, entonces dirigido por el actual ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, inició los conciertos de la Semana Grande, organizados en la Campa de La Magdalena. Desde aquel año, y durante los ocho siguientes, estos eventos musicales fueron adjudicados, sin ningún tipo de licitación pública, a Mouro Producciones, propiedad de Guillermo Vega. Los dos últimos años el Consistorio decidió ‘vestir’ este acuerdo sacando a concurso la ocupación especial de la Campa y otorgando la licitación a Vega. Sin embargo, este año dichos conciertos han ido a parar a Delfuego Booking, empresa de Javier Palacios que gestiona Escenario Santander. Un ‘castigo’ que se produce meses después de que otra empresa de Vega, Dos Imanes Producciones, provocara el derrumbe parcial de un edificio en la Calle del Sol de Santander por un exceso de obra en el antiguo pub Masters.

Desde que en julio de 2017 se produjera el derrumbe que dejó sin vivienda a 27 personas el foco se ha puesto sobre las irregularidades cometidas durante las obras en el local, que según el expediente sancionador abierto por el Ayuntamiento han sido el origen del suceso, al realizarse actuaciones fuera del amparo de las licencias otorgadas por el Consistorio.

En el expediente, conocido a mediados de marzo de este año, no solo se impone a la sociedad de Guillermo Vega la máxima sanción prevista por infracciones graves de la Ley del Suelo, sino que se propone inahbilitarla durante cuatro años para obtener subvenciones y ayudas públicas del Ayuntamiento de Santander, así como la prohibición durante cuatro años para celebrar contratos con el Consistorio.

Estas propuestas afectarían, en principio, a Dos Imanes Producciones, pero llama la atención que su propietario no haya logrado el contrato de los conciertos de la Semana Grande días después de conocerse esta resolución y después de haberlos organizado durante una década, la mayor parte de ese tiempo con concesiones a dedo por parte del Consistorio dirigido entonces por De la Serna, y durante el cual entregó 100.000 euros en ayudas para unos conciertos cuyos precios "populares" han sido llegado a ser, como mínimo, de 25 euros por persona y día.

El derrumbe de la Calle del Sol ha sido, además, uno de los problemas que han marcado el gobierno de la alcaldesa Gema Igual, y que se suma a las protestas contra el MetroTUS y los espigones.

El Ayuntamiento ‘castiga’ a la empresa que durante 10 años gestionó los conciertos de...