El futbolista cántabro y uno de los capitanes del vestuario habló para los medios de información tras el descenso consumado el sábado a Segunda División B. Al principio de la comparecencia quiso exponer el estado anímico de la plantilla verdiblanca, “el vestuario está fastidiado”.
Después la victoria ante el Numancia, el cántabro reconoce que el equipo “seguía creyendo”. Sin embargo, considera clave la primera derrota en el regreso de la competición ante los gallegos, “el palo que recibimos la primera jornada ante el Lugo fue duro”.
Asimismo, reconoce que esta campaña ha sido complicada, ya que se han dado muchos factores en contra, “la temporada ha sido difícil, hemos tenido tres entrenadores”. Por otro lado, el futbolista verdiblanco tiene claro que aunque de aquí a final de temporada el equipo no se juega nada, la plantilla sabe perfectamente que “hay que defender un escudo”.
