viernes. 19.04.2024

Cantabria tutelaba a 31 de diciembre de 2018 a un total de 111 MENAs (Menores Extranjeros No Acompañados), según los datos de la Memoria de la Fiscalía General del Estado de 2018, que la fiscal general del Estado, María José Segarra, ha presentado hoy en la Apertura del Año Judicial, celebrada en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo, en Madrid. La cifra de MENAs de Cantabria al cierre de 2018 se ha multiplicado por 7 con respecto a los 16 del cierre de 2016 y por 3,5 con respecto a los 31 del cierre de 2017. Del total de 13.796 MENAs –12.825 niños y 971 niñas– tutelados en España al cierre de 2018, además de los 111 de Cantabria hay 6.294 en Andalucía, 1842 en Cataluña, 1.322 en Melilla, 990 en Comunidad Autónoma Vasca, 730 en Comunitat Valenciana, 553 en Ceuta, 490 en Madrid, 390 en Murcia, 281 en Canarias, 175 en Aragón, 160 en Castilla-La Mancha, 113 en Galicia, 103 en Asturias, 102 en Castilla y León, 64 en Illes Balears, 58 en Navarra, 16 en Extremadura y uno en La Rioja.

En España, el fenómeno está asociado fundamentalmente a niños y adolescentes que proceden sobre todo del Magreb

Los MENAs son menores de 18 años y origen extranjero que están separados de sus padres y que tampoco están bajo el cuidado de ningún otro adulto, lo que les sitúa en una especial situación de vulnerabilidad, según vienen alertando las organizaciones de derechos humanos. En el Estado español, el fenómeno está asociado fundamentalmente a niños y adolescentes que proceden sobre todo del Magreb –y especialmente de Marruecos y Argelia– pero también de Europa del Este, el África Subsahariana o Siria y que llegan a España huyendo de la guerra, la violencia, la persecución, la pobreza, la falta de oportunidades y en general la violación generalizada de los derechos humanos.

Cantabria cuenta con ocho centros para ellos, todos con nombre de árbol –El Acebo, El Abedul, El Fresno y El Tejo en Santander, El Arce en Castanedo (Ribamontán al Mar), El Haya en Colindres, El Roble en Golbardo (Reocín) y El Sauce en Vega de Pas– y todos gestionados por la Fundación Diagrama. El delegado de CCOO Cantabria en esta fundación, Jerónimo Cagigas, viene denunciado problemas como la “sobreocupación” y el “hacinamiento” de estos centros o la “falta de profesionalización” y las “pésimas condiciones laborales” de un sector “olvidado” y con “falta de recursos y de interés por parte de las partes implicadas”. Cagigas ha denunciado también el “deficitario” sistema de identificación de la edad de los internos, lo que obliga a convivir a personas “de muy diversas edades”, lo que perjudica la ya de por sí “preocupante y compleja” situación anímica, psicológica, terapéutica y médica de buena parte de los MENAs.

“La sociedad está obligada a garantizarles la máxima protección que marcan la legislación española y los convenios internacionales”

El portavoz estatal de la AEPap (Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria), Ignacio Pérez Candás, también ha advertido de que la especial situación de vulnerabilidad de los MENAs “obliga a la sociedad a extremar su cuidado”, garantizándoles “la máxima protección que marcan la legislación española y los convenios internacionales relativos a la protección de los menores de edad”, una “obligación jurídica, ética y humana” que “involucra a todas las Administraciones Públicas a nivel estatal, autonómico y municipal y a toda la sociedad civil”. Por todo ello, Pérez Candás ha considerado que los sistemas sanitario y educativo deberían “adaptarse a las nuevas circunstancias” y “preparar sus dispositivos para atender las necesidades de este colectivo de adolescentes”.

Cantabria tutelaba al cierre de 2018 a 111 MENAs, más del triple que el año anterior
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