sábado. 20.04.2024

Paulu Lobete es el cabeza de lista de Cantabristas en las autonómicas del próximo 26 de mayo, elecciones que para esta formación política “cántabra, soberanista, feminista, ecologista y popular” tienen que ser “un primer paso para empezar con fuerza”. Sociólogo, Lobete nació en Santander en 1991, vive en Torrelavega desde hace un año y medio y ha formado parte de diversas asociaciones y movimientos sociales en el ámbito cultural.

Vuestro spot electoral ha sorprendido positivamente en ámbitos muy diversos. ¿Cuál es su objetivo?

Con ese spot queremos sobre todo hacer un llamamiento a ese sentimiento más o menos compartido que hay en Cantabria de que tenemos que cuidar lo nuestro y transformar lo nuestro. Apelar a esa idea e intentar canalizarla a través del proyecto de Cantabristas.

Vuestro lema “La fuerza de nuestra tierra” también…

El lema es ambivalente: por una parte expresa que Cantabristas es una fuerza autóctona y por otra parte expresa la propia fuerza que tiene Cantabria como pueblo para defender lo suyo en diferentes momentos, como lo ha hecho en el pasado y como lo hace en el presente. “La fuerza de nuestra tierra” es la fuerza que mostró el pueblo cántabro en Reinosa, la fuerza que se ha mostrado cuando se ha luchado contra el fracking… Y ahora nosotros apelamos a esa fuerza también para hacer un cambio en el plano político.

Cantabristas se define como una formación soberanista. ¿A qué soberanía se puede aspirar en la Cantabria de hoy?

Si el autogobierno no nos sirve para decidir sobre cosas tan importantes como el ‘fracking’, habría que plantearse para qué nos sirve​

La soberanía es un camino hacia el que avanzar, y queremos avanzar hacia que Cantabria pueda tener voz y tomar decisiones sobre los asuntos que le afectan más directamente. Pongamos el caso de la fractura hidráulica, del fracking: el Parlamento cántabro aprobó por unanimidad la prohibición de la fractura hidráulica pero el Gobierno central ha impedido esa prohibición y el fracking hoy por hoy se puede hacer por culpa de no tener la capacidad para decidir sobre un asunto que por otra parte es tan importante, porque afecta al modelo productivo, al medio ambiente, a la salud… Si el autogobierno no nos sirve para decidir sobre cosas tan importantes, habría que plantearse para qué nos sirve.

¿A qué aspiráis en las autonómicas del 26M?

Es difícil saber cuántos votos podemos obtener sin tener referencias previas, porque son las primeras elecciones a las que concurrimos. Sí esperamos tener un resultado positivo porque nuestra percepción está siendo muy buena y según van avanzando los días el proyecto está creciendo más y más en apoyos, en ese sentido no nos vamos a poner límites a nosotros mismos, vamos a intentar obtener el mejor resultado posible que refuerce este proyecto y sirva de revulsivo para los próximos años, porque Cantabristas no ha nacido para estas elecciones autonómicas, ha nacido para hacer un trabajo a largo plazo y estas elecciones tienen que ser un primer paso para empezar con fuerza. Creo que dentro del ámbito de la izquierda somos la fuerza que más ilusión está articulando en torno a su proyecto y eso es importante ahora mismo, en un momento en el que los votantes en el ámbito de la izquierda estaban un poco perdidos, desilusionados con la experiencia de los últimos años, un poco faltos de un proyecto diferente, más sólido y basado en el rigor, la honradez y la humildad. Cantabristas lo componemos personas que venimos de diferentes ámbitos y que venimos a intentar cambiar las cosas, y la mejor campaña electoral que podemos hacer y que estamos haciendo es precisamente que mucha gente nos conoce y sabe que siempre hemos defendido a la gente de Cantabria y hemos defendido Cantabria en diferentes ámbitos. No somos gente que vengamos de la nada, muchos hemos estado trabajando en cosas antes y eso también refuerza este proyecto.

¿Os consideráis herederos de otras fuerzas soberanistas de Cantabria como ANAC [Agrupación Electoral Nacionalista de Cantabria], ICU [Izquierda Cántabra Unida] –que concurrieron a las autonómicas de 1983– o Conceju –que concurrió a las autonómicas de 1999, 2003 y 2007–?

ANAC, ICU o Conceju son proyectos de momentos políticos  que se parecen pero no son iguales a éste

Tampoco diría herederos porque es una cosa muy comprometida, pero sí hay una conexión histórica con otras fuerzas anteriores. Nosotros hemos aprendido de esas experiencias que sí están detrás de la motivación de la idea de Cantabristas, teniendo en cuenta también que son proyectos diferentes, de épocas diferentes y de momentos políticos que se parecen pero no son iguales a éste, porque los estilos de hacer política han cambiado mucho en los últimos años…

Entre otras cosas ha habido un 15M que ha supuesto algunos cambios…

El 15M ha significado mucho, es imposible negar el impacto y las repercusiones que ha tenido el 15M a la larga. Dentro de nuestra formación hay personas que empezaron a participar en política a raíz del 15M, y esto no creo que sea algo exclusivamente nuestro sino algo que sucede en general y dice mucho de la importancia que tuvo. También estamos influenciados por el 15M en el sentido de que cambió la manera de ver la política y abrió un poco la perspectiva de lo que era la izquierda política, y en ese sentido también somos consecuencia de eso.

¿A qué sectores os dirigís fundamentalmente?

El cantabrismo como idea general es una idea compartida por una gran parte de la población de Cantabria

El cantabrismo como idea general –que no es más que el amor y la defensa de Cantabria, de sus valores culturales, de su patrimonio y de su identidad– es una idea compartida por una gran parte de la población de Cantabria, en ese sentido nosotros somos la canalización política de esa sensación compartida de que las cosas no se están haciendo bien y de que si seguimos por este camino va a quedar muy poco de lo que hemos conocido y de lo que nos han transmitido nuestros padres, nuestros abuelos, de lo que es nuestra tierra. Mucha gente cada vez más prefiere que las decisiones políticas se tomen desde Cantabria y pensando en los intereses de Cantabria, sobre todo cuando estamos pensando en política autonómica, y el PRC ha sido un poco una demostración de eso también: la gente valora que se tomen decisiones pensando en lo que sucede aquí y no en los juegos de trileros que se traen en Madrid, que casi siempre suelen tener poco que ver con los intereses de Cantabria; hemos visto cómo las formaciones estatales atraviesan problemas relacionados con esas dinámicas que se generan muy lejos de Cantabria y que luego se trasladan hasta aquí… Por otra parte decimos que nuestro proyecto conecta bien con una parte de la sociedad de Cantabria porque estamos percibiendo que conecta con una sensación general de que hay que cambiar el rumbo, hacer las cosas de otra forma, empezar a pensar en el futuro de Cantabria, pensar las cosas desde aquí y hacer las cosas también en política con humildad y honradez. Sobre todo en el ámbito de la izquierda se echan en falta proyectos que planteen una alternativa seria y desde la humildad, desde la honradez, desde el respeto de unas personas a otras. Yo creo que se estaba echando en falta, sobre todo después de la experiencia de estos últimos años.

¿Se está empezando a pensar en clave cántabra?

Los resultados del PRC tanto a nivel autonómico como en las últimas generales demuestran que existe un cierto marco mental de pensar en clave cántabra y en clave de defensa de Cantabria, pero el relato que asumimos en parte desde Cantabristas es transformar la lógica del cantabrismo como una relación de dependencia con Madrid –de lo que se puede sacar desde Cantabria a Madrid– para pasar a ver Cantabria desde sí misma, de lo que podemos ser por nosotros mismos.

Os parecéis al PRC en que los dos sois partidos de ámbito cántabro, pero ¿en qué os diferenciáis del PRC?

Con decir que se defiende Cantabria no basta, y el PRC dice que defiende Cantabria más de lo que la defiende​

Como dices, nos parecemos en que somos partidos que estamos organizados en Cantabria y que pensamos desde aquí y decidimos aquí. Y nos diferenciamos en muchas cosas. No compartimos el modelo de desarrollo que tiene el PRC, pensamos que es un modelo de desarrollo que no piensa a largo plazo, es dañino para el medio ambiente y no es sostenible. Cantabristas apuesta por un modelo de desarrollo diferente, por cambiar de rumbo, no creemos en las grandes infraestructuras, en lo que hemos denominado “políticas del hormigón”, que define bien cuál ha sido la acción política del PRC en las últimas legislaturas y en las últimas décadas en Cantabria. También está el hecho de que Cantabristas defiende los servicios públicos y un modelo público de calidad y profundizar en ello, y el PRC en los años que lleva en el Gobierno no ha tomado decisiones en ese sentido. Por poner un ejemplo, planteamos una reforma del sistema de garantía de rentas, una reforma ambiciosa de la renta social básica para aumentar su cuantía y su alcance y para hacerla, en los casos que sea necesario, complementaria del empleo, para permitir que la gente pueda salir de la pobreza. Es una medida que se puede tomar ya en el régimen de competencias que tiene Cantabria y ni el PRC ni sus aliados políticos del PSOE han querido tomar nunca. Cuando el PRC tiene que elegir entre políticas de igualdad y hormigón, casi siempre suele elegir hormigón; desde Cantabristas estamos planteando que se deben hacer las cosas de otra manera. Y en tercer lugar creo que hay una diferencia sustancial con el PRC en lo que se refiere a la defensa de la cultura y el patrimonio de Cantabria. Con decir que se defiende Cantabria no basta, y el PRC dice que defiende Cantabria más de lo que la defiende; si no, no nos explicaríamos que el PRC lleve gobernando varias décadas y sin embargo la situación de la cultura cántabra sea cada vez peor. Recientemente veíamos cómo en el Pleno del Ayuntamiento de Torrelavega se aprobaba la construcción de seis chalets en el centro histórico de Viérnoles. Como decía antes, si tiene que elegir entre derechos sociales y hormigón, elige hormigón. Y si tiene que elegir entre cultura o patrimonio y cemento, elige cemento, y lo hemos visto el otro día en Viérnoles. Con decirse cántabro no basta, hay que defender lo cántabro, hay que defender lo que es de todas y todos y para eso hay que ser valiente.

¿Y el PRC no lo es?

El PRC tiene demasiadas ligaduras con las élites locales y eso lo llevan a las políticas prácticas que llevan a cabo. Hace poco se vio en el Parlamento con el tema de la Ley de la PAH, que Revilla se había comprometido a llevarla al Parlamento y a que su grupo votara a favor –se hizo una foto incluso con la camiseta de la PAH–, pero a la hora de la verdad no se comprometió con ello. Nosotros nacemos de los sectores populares de Cantabria y estamos comprometidos con los movimientos sociales que defienden a su gente.

Vosotros venís denunciando –y en el propio spot electoral lo destacáis también– que en el modelo de desarrollo de los tres grandes partidos apenas hay diferencias y que es un modelo de desarrollo muy vinculado a los constructores…

No podemos achacar los problemas económicos de Cantabria a la falta de infraestructuras

Los constructores han sido la verdadera dirección política de los partidos de Cantabria durante varias décadas. Lo hemos visto en los años del ladrillo y lamentablemente en toda la costa de Cantabria sufrimos las consecuencias de las decisiones que se tomaron durante aquellos años. Es una pena que las constructoras hayan estado y estén detrás de los principales partidos, porque eso se ha reflejado en las políticas que han hecho y a la larga también en los proyectos que tienen para Cantabria, que no van más allá de intentar favorecer esos intereses y confiar en el supuesto beneficio que generan ciertas obras que en realidad no tienen retorno económico ninguno. No podemos achacar los problemas económicos de Cantabria a la falta de infraestructuras, porque hay lugares en el contexto del Estado y en el contexto europeo que tienen un nivel de infraestructuras inferior al de Cantabria y tienen mucho más dinamismo económico. Poner el foco en las infraestructuras es un error, pero es un error que tiene su raíz en lo que comentaba, en que detrás de la dirección política de los partidos de Cantabria ha estado la dirección de las constructoras y los intereses de las constructoras y de ese tipo de empresas.

Sigamos con los principales problemas que atraviesa Cantabria…

Hay un problema general –que es esa falta de proyecto a largo plazo que tienen los principales partidos, que deriva de un modelo de desarrollo fallido, dañino y que está generando empleo de mala calidad y un daño al medio ambiente– que se tiene que atajar con una transformación del modelo productivo. Ese es el problema fundamental que atraviesa Cantabria ahora mismo porque afecta al plano económico pero a su vez afecta a muchos más: al medioambiental, al laboral, etcétera. Otro problema es la desigualdad económica, la pobreza, y no se están haciendo políticas efectivas para acabar con ella, de hecho se están haciendo políticas bastante mal planteadas. Un ejemplo es el famoso bono social, que son pequeños parches que se ponen para cubrir necesidades extremas pero que no se están ejecutando desde una perspectiva de derecho. Nosotros pensamos que hay que avanzar en la vía de los derechos sociales garantizados y eso implica una renta social más amplia y garantizada para las personas que tengan derecho a acceder a ella y otra serie de medidas en el plano económico siempre desde esa perspectiva de derecho garantizado. Hay una cuestión que aparece en nuestro programa y tiene que ver con el traspaso de la competencia en materia de renta social básica y de garantía de ingresos desde el ámbito de los servicios sociales hasta el ámbito del empleo, porque hay que avanzar en esa lógica de derecho, la necesidad económica y la pobreza se tiene que cubrir desde una perspectiva garantizada. Si una persona no tiene los ingresos suficientes para vivir, los derechos se le tienen que garantizar independientemente de otras cuestiones. Y creemos que también hay un problema en el ámbito de la cultura en todos los sentidos: en la garantía del acceso a la cultura para todas las personas y también en la promoción y en la protección de la cultura y el patrimonio de Cantabria. No se está atendiendo este asunto y a largo plazo esto supone un problema porque desaparecen muchas de nuestras manifestaciones culturales y porque no se están transmitiendo generacionalmente muchos de los valores culturales del pueblo cántabro…

¿El turismo tiene demasiado peso en la economía de Cantabria?

El turismo va a ser un pilar importante en la economía de Cantabria siempre, lo que pasa es que no puede ser el motor económico de Cantabria, porque un motor es algo que funciona de manera continua y el turismo no funciona de manera continua, funciona de manera discontinua en algunos momentos del año. Y es la explicación de por qué vemos siempre esos datos de paro en Cantabria que a todo el mundo le llaman la atención porque un mes es la comunidad en la que más baja y el mes siguiente es la comunidad en la que más sube y nadie sabe bien qué está sucediendo, y tiene que ver con esa debilidad estructural de la economía, con esa dependencia del sector servicios y concretamente del sector turístico.

En vuestro programa pedís una reforma del Estatuto de Autonomía para seguir avanzando en el autogobierno.

Pensamos que hay que avanzar hacia un marco de relaciones laborales cántabro y trasladar eso al Estatuto​

Pedimos una reforma del Estatuto de Autonomía en primer lugar porque pensamos que hay que avanzar hacia un régimen de competencias que vaya más allá del actual Estatuto, lo que no quiere decir que no haya que seguir desarrollando las competencias que contempla el Estatuto actual, y hay algunas –es el caso por ejemplo de los medios de comunicación públicos– que no se han desarrollado. Pensamos que hay que avanzar hacia un modelo competencial que nos permita tener competencias en materia de ingresos, poder ser responsables tanto de los gastos como de los ingresos de la comunidad autónoma; esto se puede hacer a través de diferentes modelos, nosotros proponemos abrir un proceso de negociación con el Estado para negociar de alguna forma un modelo de concierto económico. Pensamos que hay que avanzar hacia un marco de relaciones laborales cántabro –es decir poder legislar en materia laboral y generar unas condiciones laborales y sociales mejores para los trabajadores y trabajadoras de Cantabria– y trasladar eso al Estatuto. Pensamos que también hay que reflejar la garantía de los derechos sociales dentro del Estatuto de Autonomía, y hay una oportunidad en esa reforma estatutaria. Y pensamos que también hay que atender algunas cuestiones que son simbólicas pero no dejan de ser importantes, como puede ser la oficialidad del lábaru como bandera de Cantabria, que es una demanda social y algo que ya está socialmente aceptado pero todavía no está contemplando legalmente.

Antes hablabas de medios de comunicación públicos. ¿Por qué necesita Cantabria una radiotelevisión pública autonómica y qué tipo de radiotelevisión pública creéis que necesita?

Hay varias perspectivas para afrontar la propuesta que hacemos de una radiotelevisión pública. Es una propuesta que se desarrolla a lo largo de varios años, no es una propuesta inmediata sino que empieza por la puesta en marcha de una radio pública y unos años después de una televisión pública. Hay una idea fundamental detrás de por qué pensamos que es importante tener medios de comunicación públicos en Cantabria, que es la garantía de acceso a la información de la población cántabra respecto a las decisiones que se están tomando aquí y a la actualidad de Cantabria. Los medios muchas veces no tienen la capacidad de llegar a todos los lugares de Cantabria, y un medio de comunicación público sí puede tener la capacidad de hacerlo y por eso pensamos en primer lugar que es importante. Por otra parte pensamos que es una oportunidad económica, porque una televisión pública es una plataforma para dinamizar el tejido económico de Cantabria y generar un sector audiovisual asociado a la televisión y a la radio, lo que iría acompañado también de la puesta en marcha de medidas en el plano educativo para generar también formación en este sector. Y por último también pensamos que es importante una radiotelevisión pública para fomentar la cultura de Cantabria. Si no damos espacios públicos de visibilidad a la cultura de Cantabria en todas sus manifestaciones, es difícil que se desarrolle. Estoy pensando en grupos de música de Cantabria, en artistas de Cantabria y también en el folklore cántabro. La televisión es un medio muy bueno para dar a conocer el patrimonio cultural y para que la gente lo pueda vivir con normalidad y se pueda transmitir a lo largo del tiempo, pueda pervivir a lo largo del tiempo. Estamos pensando en un medio de comunicación que garantice todo esto y que al mismo tiempo tenga una dimensión razonable teniendo en cuenta el tamaño de Cantabria, no estamos hablando de una ETB sino de algo más parecido a la TPA, la televisión pública asturiana, una televisión a escala pequeña que quizá no puede competir con la BBC pero que puede generar contenidos de una calidad muy alta, sobre todo teniendo en cuenta que cada vez es más sencillo técnicamente hacer televisión. Si hubiéramos tratado de poner en marcha una televisión pública en los años setenta, el coste habría sido muchísimo más alto. Una televisión pública en la actualidad es mucho más viable económicamente, es mucho más sencillo de hacer y creo que sería una excelente inversión.

Cantabria sigue estando muy ausente también en la Educación pública…

Cantabria está muy ausente en todos los niveles educativos de la Educación pública

Está muy ausente además en todos los niveles educativos. Los contenidos de Cantabria no se tratan en la medida que sería deseable a lo largo de la educación secundaria y han ido desapareciendo además en algunos ámbitos. En esta legislatura pasada se ha creado una asignatura de Patrimonio de Cantabria que ha sido una buena noticia porque por fin se ha hecho algo específico en ese sentido, pero es una asignatura optativa que está teniendo un alcance muy bajo porque al ser una optativa nueva muchos centros no ofertan todavía y la están cursando muy pocos alumnos. En el ámbito de la educación universitaria hay un problema significativo: en la carrera de Historia se suprimieron varias asignaturas que tienen que ver con la historia de Cantabria, y eso es vergonzoso, porque si no se estudia la historia de Cantabria desde la Universidad de Cantabria, que me digan desde dónde se va a estudiar. Una de las labores que tiene la Universidad de Cantabria precisamente es estudiar y potenciar el patrimonio, la cultura y la historia de Cantabria, y hay que atender a eso. Por suerte la gente que estudia suele tener interés más allá de lo que da en clase y también se informa, pero hay que hacerlo también en clase, tiene que tener la posibilidad de aprender y formación para poder también transmitir tanto la historia de Cantabria como la importancia que tiene la cultura y el patrimonio. Si los profesionales que salen a partir de la formación sobre todo en estas escalas superiores no están sensibilizados y no conocen la cultura de Cantabria, luego esto se traslada a un desprecio por el patrimonio, por la cultura, por la historia en otros ámbitos.

Y esto está pasando con el PRC en el Gobierno…

Es curioso el papel que ha jugado el PRC en estos últimos gobiernos de Cantabria, que nunca ha querido ser responsable de la Consejería de Educación y sin embargo siempre ha querido ser responsables de otras consejerías como Obras Públicas. Antes decíamos que el PRC si tiene que decidir entre patrimonio y cemento, siempre decide cemento, pues en este caso si tiene que decidir entre educación –poder introducir contenidos en el currículo educativo que tengan que ver con Cantabria– o construir carreteras, siempre prefiere carreteras. Es una falta de visión a largo plazo y es una forma de entender Cantabria que no compartimos, pensamos que hay que tomar medidas en el plano educativo para que la cultura de Cantabria y la historia de Cantabria estén presentes.

¿La irrupción de Vox –partido que plantea eliminar las comunidades autónomas para recentralizar el Estado– pone en peligro la autonomía de Cantabria?

La defensa de Cantabria también es uno de esos diques para parar a la extrema derecha

El riesgo para la autonomía de Cantabria está ahí, pero no diríamos que está en peligro, porque la autonomía de Cantabria es una conquista histórica que se conquistó con amplias mayorías sociales y está defendida y asentada hoy en día sobre el apoyo de las amplias mayorías sociales de Cantabria que están a favor del autogobierno. Pero es cierto que el auge de la extrema derecha supone la apertura de un escenario nuevo en el que se está cuestionando esta conquista social que supone la autonomía de Cantabria. Pensamos que ante la extrema derecha a nivel europeo y a nivel mundial uno de los elementos que está actuando como freno –que está parando a la extrema derecha– está siendo la lucha de las mujeres, el feminismo; también otras luchas por la diversidad, por ejemplo la lucha LGTBI, han sido factores fundamentales para frenar el auge de la extrema derecha, y en ese sentido también pensamos que dentro del marco de Cantabria la defensa de Cantabria también es uno de esos diques para parar a la extrema derecha, para ponerle freno a esa ola recentralizadora que trae el discurso de Vox y que desgraciadamente otros partidos en el ámbito de la derecha han ido comprando, que pone en duda el sistema autonómico y el autogobierno en general, como si el autogobierno fuera un regalo que nos hubiera hecho el Gobierno central a los cántabros y las cántabras y no una conquista social que conseguimos por nosotras mismas.

¿Qué nos jugamos en estas autonómicas y por qué pedís el voto para Cantabristas?

Nos jugamos muchas cosas. Nos jugamos en un plano general la involución, la posibilidad de que pueda haber un Gobierno de Cantabria que esté en contra de la propia idea de Cantabria, que quiera recortar en los derechos sociales, en los derechos de las mujeres, en el plano autonómico… un Gobierno de la derecha, un Gobierno apoyado incluso por la extrema derecha. Pero también nos jugamos abrir la vía a hacer las cosas de otra manera especialmente en el ámbito de la izquierda, pensamos que es el momento de empezar un camino diferente. En Cantabria se han probado muchas cosas en el ámbito de la izquierda y muy pocas han funcionado hasta la fecha, y pensamos que ahora tenemos la oportunidad de generar un proyecto sólido, un proyecto autóctono de una izquierda con perspectiva de futuro y con un proyecto claro y completo para Cantabria. En el programa electoral con 341 medidas reflejamos bien cuál es nuestro proyecto para Cantabria, que es un proyecto compartido con una gran cantidad de gente en nuestra tierra y pensamos que nos jugamos poner en marcha este proyecto con toda la fuerza posible. Vamos a necesitar toda la fuerza posible, y esa es la misma fuerza que defendió los puestos de trabajo en Reinosa, la misma fuerza que contribuyó a parar la fractura hidráulica en Cantabria, la misma fuerza que defendió la costa de la especulación urbanística. Esa es precisamente la fuerza que necesitamos hoy y a la que apelamos. Es a lo que nos referimos con “La fuerza de nuestra tierra”.

Cantabristas: “Si seguimos por este camino va a quedar muy poco de lo que hemos conocido”
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