viernes. 29.03.2024

SEG Automotive, la antigua Bosch ubicada en Treto, ha propuesto un ERTE para casi 700 trabajadores. Global Steel Wire (GSW), para los 650 empleados de su planta de Santander. Sniace ha tomado la misma decisión con sus 455 trabajadores. Troquelmain XXI liquidaba ayer su empresa de Maliaño y despedía a sus 97 trabajadores. El pasado martes Ferroatlántica de Boo anunciaba un ERTE para 70 trabajadores, la mitad de la plantilla. En total, 1.972 trabajadores afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo o despedidos en apenas cuatro días en la que es la semana más negra de la industria cántabra de los últimos años.

Esta corta semana comenzaba con la noticia de que Ferroatlántica de Boo iba a aplicar de forma inmediata un ERTE

Esta corta semana comenzaba con la noticia de que Ferroatlántica de Boo iba a aplicar de forma inmediata un ERTE que en un primer momento afectaría a 70 trabajadores, la mitad de la plantilla. El motivo, según explicaba el director de la factoría, Alberto Fuentes, era el encarecimiento de la energía en 2020. Aunque la Dirección reconoce que la situación “ya era complicada” hace meses, cuando se empezó a negociar el ERTE ante el “enfriamiento de los mercados”, la medida del Estado hace sea “imposible competir con las fábricas del resto de Europa”.

A la situación de estos trabajadores se han sumado los empleados de GSW, SEG Automotive y Sniace. Las dos primeras están negociando con sus trabajadores ERTEs que afectan a la totalidad de las plantillas, entre 650 y 700 trabajadores. Las condiciones de GSW, como han denunciado los sindicatos, son “excesivas” y “desorbitadas”, pues la empresa propone 220 días por cada trabajador durante dos años, es decir, “casi un año” de paro. SEG Automotive, por su parte, plantea 45 días durante un año, y este viernes se conocía que las negociaciones se ampliarán hasta enero al no haberse “avanzado nada” en las reuniones. La planta fue visitada en marzo por la ministra de Industria en funciones, Reyes Maroto, conmotivo de los 100 millones de alternadores fabricados. En ese encuentro aseguró que esta fábrica es un ejemplo de “los cambios que están transformando cómo producimos”.

Sin duda, el mayor impacto ha sido el de Sniace, empresa que reinició su actividad en 2016 tras tres años cerrada. Este viernes la dirección de la empresa anunciaba a los representantes sindicales este ERTE para “paliar la situación de superproducción”. Ahora se abre un plazo de negociación para establecer las condiciones económicas a las que se acogerían los empleados, que ascienden a 455. A todos estos casos se suma el despido de los 97 de Troquelmain XXI, que liquida su empresa de Maliaño.

El Gobierno autonómico no ha dado todavía ninguna explicación, ni ha avanzado posibles iniciativas políticas que puedan frenar esta situación

SILENCIO DEL GOBIERNO

Ante este goteo constante de noticias sobre despidos, regulaciones de empleo y la mala situación del sector industrial de Cantabria, el Gobierno autonómico no ha dado todavía ninguna explicación, ni ha avanzado posibles iniciativas políticas que puedan frenar esta situación en caída o qué va a ocurrir con las inversiones que el Ejecutivo haya podido hacer en muchas de estas empresas. Tan solo Revilla valoró el cierre de Troquelmain XXI, que lo achacó al “tocadísimo” sector del automóvil y a la coyuntura global.

Los que sí han reaccionado han sido los principales partidos de la oposición. Para Podemos Cantabria, la industria cántabra vive una “situación límite”, pues a la “inasumible sucesión de noticias” se suman los 16.000 empleos que el sector ha perdido durante la crisis. La formación de Pablo Iglesias ha acusado al bipartito PRC-PSOE de ser el “culpable” por “no saber afrontar la situación”.

Para Podemos, la Consejería dirigida por Francisco Martín "ha fracasado" y Cantabria "no puede permitirse continuar ni un minuto más sin un plan de recuperación industrial a medio plazo que siente las bases del crecimiento cántabro". La formación ha enfatizado que Cantabria "necesita ese plan económico de choque" que impida que, por ejemplo, empresas como GSW con 1.100 empleos directos, 4.000 indirectos y más del 6% de toda la producción cántabra, o que referentes industriales autonómicos como SEG Automotive, con cerca de 900 trabajadores, se hayan visto abocados a anunciar un Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE).

A juicio de la formación, la situación de la industria cántabra se explica por la "inacción" de los gobiernos del bipartito PRC-PSOE, que no tiene “ni voluntad ni capacidad”, y su "total desprecio por el sector", que se demuestra a su juicio con datos como que Cantabria es la segunda provincia que menos invierte en I+D+I o el "recorte" de 1,4 millones a los incentivos de la industria del Besaya en el último presupuesto que ha presentado Ejecutivo.

Por su parte, la presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, advertía el pasado jueves de que Cantabria va a cerrar 2019 con un "diciembre negro" para la industria, por lo que reclamaba al Gobierno PRC-PSOE que "se ponga las pilas", "cambie el rumbo" de su política industrial y "defienda" al sector, ante el "deterioro" que está experimentando. A estas palabras se sumaban las de Ciudadanos Cantabria, que aseguraba que la "crisis del sector industrial" en la región "se ha ido fraguando en los últimos años ante la falta de respuesta de gobiernos incapaces".

Cerca de 2.000 trabajadores despedidos o afectados por ERTES en la semana más negra de...
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