viernes. 19.04.2024

El Colegio Público Pepe Alba de Laredo se ubica en lo que antiguamente eran las Escuelas Nacionales del General Don Miguel Primo de Rivera. Ese nombre fue sustituido hace más de una década por el actual, pero según ha denunciado la delegación de Archivo, Guerra y Exilio (AGE) en Cantabria, la placa que recuerda al “general golpista y dictador” se mantiene después de todos estos años.

“No tiene ningún sentido”, ha explicado Marisol González, delegada de la asociación, subrayando el dato de que “hace más de una década que se cambió el nombre”. Es por eso que AGE ha dirigido una petición al Gobierno de Cantabria a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica para que se elimine de la fachada esta placa que “ni siquiera es un elemento arquitectónico” del edificio. Según les han explicado desde el departamento que dirige Zoraida Hijosa, se iba a empezar a trabajar para retirarla, contactando además con el Ayuntamiento pejino.

“Han pasado más de 40 años y seguimos teniendo que empujar”, afirma González

Como señala AGE Cantabria en un comunicado, “no hay razón alguna por la que deba mantenerse la placa en la fachada, dedicada a un general golpista y dictador”. Y es que, según relata González, “ha habido quejas”, algunas de ellas de los propios profesores, que fueron los que dieron la voz de alarma ante la presencia de este recordatorio.

La delegada de la asociación achaca a “falta de voluntad” que “una ciudad tan cosmopolita y turística como Laredo siga manteniendo” esta placa, comparándolo con mantener en la Gran Vía una placa con su anterior nombre, Avenida de José Antonio. “Llama mucho la atención que se mantenga” un “elemento antidemocrático”, ha reconocido González, sobre todo en un colegio en el que “se forma a las nuevas generaciones” y en el que una placa de estas características “no tiene nada de ejemplarizante”.

A su juicio, “quien tendría que actuar sería la dirección del centro y el Consejo Escolar”, pues ni siquiera supone cambiar de nombre, algo que se hizo hace años. Aunque no hay constancia de un caso similar, en el que coexistan un nombre que hace referencia a un “golpista y dictador” y la denominación oficial, González recuerda que “el callejero persiste” en muchos municipios de Cantabria.

Y eso, a su juicio, se debe a “poca voluntad”. “Han pasado más de 40 años y seguimos teniendo que empujar”, afirma en referencia a los esfuerzos para eliminar los restos del franquismo de los espacios públicos. La delegada de AGE en Cantabria señala no solo poca voluntad, sino “como cierta resistencia, como un miedo al enfado de la derecha”.

“Aquí hay cosas que en Francia y Alemania llamarían la atención”, asegura, recordando que aunque la dictadura de Franco “forma parte de la historia”, como defienden algunos argumentos, “no por eso tenemos que homenajearlo” con nombres de calles, esculturas y otros símbolos que todavía perduran en las ciudades españolas.

Un colegio público de Laredo mantiene una placa dedicada a un “golpista y dictador”
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