viernes. 19.04.2024

Agentes de la Brigada de Medio Ambiente de la Policía Foral han realizado una investigación para comprobar una posible mala gestión en el coto de Isaba, de los precintos que concede el Gobierno de Navarra para la práctica de la caza mayor de corzo y ciervo.

Según distintas fuentes, la práctica consistía en colocar precintos de corzo a piezas abatidas de ciervo, ya que los precintos de esta especie cinegética se conceden en menor número que los de corzo.

Se estableció un dispositivo en el que durante varias semanas se realizaron distintas investigaciones con el fin de comprobar la veracidad de la información. En el transcurso del mismo, se consideró conveniente realizar un control al vehículo que transportaba los animales, después de una batida ocurrida un fin de semana en la zona norte de la Comunidad Foral.

Durante la inspección realizada se observó que, como indica la normativa vigente, las piezas de caza mayor llevaban los precintos autorizados y concedidos para cada temporada por el Gobierno de Navarra. En el examen minucioso de cada pieza y cada precinto se comprobó que un ciervo, cazado y entregado en el coto objeto de la investigación, portaba un precinto cuya numeración se había expedido para la caza de un corzo hembra.

El control del vehículo corroboró las sospechas sobre la mala gestión de los precintos por parte del coto, por lo que se procedió a formular la correspondiente denuncia según la Ley Foral 17/2005 de Caza y Pesca de Navarra.

Un coto de caza intercambia precintos de sus presas para poder cazar más ciervos
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