Teresa Montero, alcaldesa de Molledo, apela a la colaboración entre mujeres y hombres en la lucha por la igualdad de derechos en la sociedad.
¿Cómo vive este 8 de marzo?
Para mí es un símbolo que refleja lo que para nosotras es una lucha constante como mujeres con el objetivo de conseguir una igualdad efectiva en todos los ámbitos. Un símbolo, que ojalá no pasen muchos años hasta que deje de ser un día necesario, pero que hoy por hoy todavía lo es.
Poco a poco hemos ido consiguiendo logros, pero no es suficiente
¿Se han organizado actos para los vecinos coincidiendo con estas fechas?
En este día tan importante para las mujeres hay convocada una manifestación en Santander a la que animo a todas a participar. Por ello evitamos tener actos en sí ese día. Durante todo el mes tenemos previstas diferentes actividades y charlas que tratarán sobre los derechos de las mujeres y que buscan concienciar sobre igualdad. Asimismo animo a todos mis vecinos, incluidos los hombres, a participar en ellas ya que en esta lucha no solo son necesarios, sino también imprescindibles.
¿Ha notado una mayor concienciación por parte de la sociedad en este tema?
Poco a poco hemos ido consiguiendo logros, pero no es suficiente. Viendo algunas posturas y declaraciones de la derecha más retrógrada y extrema nos damos cuenta de que queda mucho por hacer y de que corremos el riesgo de retroceder en todos estos logros que con tanto esfuerzo hemos conseguido a lo largo de los últimos 150 años. Por eso tenemos que seguir avanzando en todo tipo de políticas de igualdad.
Conceptos como el amor posesivo deben desaparecer de la forma de hablar de nuestros jóvenes
¿Cuáles son las claves para acabar con la violencia machista?
Desde mi punto de vista es fundamental la educación y la formación. Educación en la escuela, en los colegios… desde la infancia hay que enseñar a nuestros hijos que niños y niñas son iguales tanto en derechos como en obligaciones. Hay que formarles en valores para que el vocabulario sexista desaparezca de su forma de expresarse. Conceptos como el amor posesivo deben desaparecer de la forma de hablar de nuestros jóvenes. Además, hay que concienciar a la sociedad para que repruebe sin fisuras cualquier acto machista y no juzgue a la víctima como en el caso de ‘La Manada’ y otros tantos que están surgiendo en los últimos meses.
