miércoles. 24.04.2024

Las primeras elecciones celebradas el 15 de junio de 1977 dieron paso a la Democracia con mayúsculas de la que hoy todos disfrutamos. Fueron años en los que el tiempo discurría a toda prisa y los acontecimientos se sucedían día a día, mes a mes: la promulgación del decreto de amnistía para los presos políticos, la legalización de los partidos y los sindicatos o la llegada de los exiliados políticos del extranjero, por poner sólo unos pocos ejemplos, auguraban el inicio de una época emocionante y de una tremenda ilusión, pero sobre todo de una etapa en la que se avecinaban cambios trascendentales en la sociedad española y, por supuesto, en la cántabra. Un año, en definitiva, en el que el país comenzó a cambiar a velocidad de vértigo y donde en muchas ocasiones la vida cotidiana corría más que la política.

Firmas de los participantes en los Pactos de Moncloa

Firmas de los participantes en los Pactos de Moncloa

Pero 1977 estuvo marcado especialmente por ser el cenit de la grave situación económica que afectaba a todo el Estado español tras la crisis mundial provocada por la escalada de precios del petróleo. Con un salario mínimo que se situaba en torno a los 60 euros mensuales, una inflación que rondaba el 30%, unos tipos de interés para créditos personales que no tardarían en rebasar el 20%, unas reservas de divisas bajo mínimos y unas exportaciones que no alcanzaban a cubrir más que el 45% de las importaciones, España caminaba hacia el precipicio económico. La devaluación de la peseta en casi un 20% aprobada a mediados de junio fue la primera señal de que no había otra salida que buscar un gran acuerdo nacional con todas las fuerzas sociales. Estaban en marcha los Pactos de la Moncloa, un programa rubricado el 25 de octubre que sirvió, más allá del consenso político alcanzado y de la corrección de algunos desequilibrios, para sanear la maltrecha economía española y sentar las bases para su posterior crecimiento y acercamiento a Europa.

Cartel electronal de UCD

EL CANTABRISMO LARVADO DESDE EL CONSERVADURISMO

Para hablar de los primeros pasos de la autonomía de Cantabria es necesario acudir a algunos de sus protagonistas. En este caso, aquellos, que apostaron por un cantabrismo larvado desde el conservadurismo. José Ramón Saiz Fernández fue consejero adjunto al Presidente y de Relaciones Institucionales en el primer Gobierno de Cantabria (1982) y una figura clave dentro de los inicios de UCD. Por su parte, Alfonso del Amo es un militante histórico del UCD, Secretario de Organización y miembro del Comité Ejecutivo que posteriormente continuó su carrera política en otros partidos. Fue alto cargo en diferentes etapas del Ayuntamiento de Santander además de Director del Gabinete de Análisis y Prospectivas de Presidencia del Gobierno con Hormaechea y vivió muy de cerca este periodo tan importante para la historia de la comunidad. Para llevar a cabo el análisis de esta etapa que comprende entre finales de los años 70 y finales de la década de los 80 les acompaña Manuel Alegría, asesor y escritor de la serie. Se trata de años en los que el tiempo discurría a toda velocidad y los acontecimientos sucedían día a día alrededor de todo el mundo, no solo aquí. Una época emocionante dentro de la vida política de Cantabria, con cambios trascendentales para la sociedad.

Alfonso del Amo, José Ramón Saiz Fernández y Manuel Alegría durante el encuentro Alfonso del Amo, José Ramón Saiz Fernández y Manuel Alegría durante el encuentro | Foto: edc

GÉNESIS INICIAL DE UCD

Para hablar del cantabrismo asumido por los sectores más conservadores del panorama político es necesario plantear la génesis inicial de UCD. José Ramón Saiz Fernández recuerda cómo el partido estaba dividido en el sector más joven, que eran los autonomistas, y el de los más veteranos, más contrarios. Esto hacía que existiese “una lucha interna”. La victoria de los autonomistas tiene su reflejo en el cambio de candidatos del año 77 al 79, con la desaparición de castellanistas como Francisco Laínz, Ricardo Bueno o González Tarrío de estas listas, tras ser apartados este mismo año.

La victoria de los autonomistas tiene su reflejo en el cambio de candidatos del año 77 al 79, con la desaparición de castellanistas como Francisco Laínz, Ricardo Bueno o González Tarrío de estas listas, tras ser apartados este mismo año

Manuel Alegría plantea como Revilla hablaba de que uno de los elementos fundamentales de aquella UCD era Leandro Valle, pero Alfonso del Amo, que era secretario de organización en Cantabria, recuerda ese periodo cómo una época de alto grado de elaboración política. “En ese momento podías no estar de acuerdo, pero dentro de UCD no había peleles, en el Comité Ejecutivo había un alto grado de elaboración política porque había dos líneas. La de los demócratas de siempre, que no teníamos nada que ver con la dictadura, y la de los reformistas del régimen que se habían subido y tenían que dar el paso adelante en el ejercicio democrático para que nadie les pusiera en duda. Esto hacía que los debates fueran intensos y se desarrollaran con libertad absoluta. El hecho de que yo mismo fuese parte de la organización de la nomenclatura del partido habiéndome presentado en un congreso en contra de ellos es algo inimaginable hoy en día. En el Comité Ejecutivo hubo una reunión en la que se llevó a cabo el planteamiento autonómico y tras mucho debate se decidió que la figura de Leandro Valle se encargase de recabar informes y análisis para el estudio de la viabilidad de la autonomía”.

Leandro Valle

Además, en esa etapa, Del Amo destaca la figura de Justo de las Cuevas, al que él mismo considera “el político más importante de la historia de Cantabria para el Estatuto de Autonomía”. Miembro del Comité Ejecutivo nacional de UCD, que plantea allí la autonomía de Cantabria y se tiene que enfrentar a aquellos que veían cómo se desgajaba la provincia de Santander, diputados de Castilla que presentaban una resistencia que había que vencer. Pero estas reticencias llegaban desde distintos grupos. José Ramón Saiz Fernández señala a miembros poderosos del PSOE que se mostraban contrarios. 

Noticia recogida en 'La Gaceta del Norte' sobre la manifestación por la autonomía de Cantabria

ELECCIONES GENERALES DE 1979

Tal era la situación que en 1979 desde UCD decidieron mandar a Rafael Calvo Ortega a Cantabria para presentarse a las elecciones. Saiz Fernández recuerda cómo a última hora fue enviado a Asturias. “En ese año fui protagonista porque sufrí bastantes presiones en torno a la figura de Ciriaco Díaz Porras, que iba como número tres al Congreso. Su figura irradiaba mucha desconfianza dentro del partido tanto aquí como en Madrid. Recibí una llamada de Martín Villa para ir en esa lista, pero le dije que habíamos decidido que fuese Porras. Después él tuvo sus bandazos y nos dejó tirados a todos, pero en su favor hay que decir que defendió a ultranza la autonomía”. 

Se trata de un momento de unidad en UCD en el que se trabaja conjuntamente. En esta etapa el PRC aparece poco y el trabajo de UCD y PSOE es determinante para la institucionalización. Manuel Alegría recuerda a ADIC y al PRC de esta época sin fuerza desde el punto de vista institucional. “Eran parte de los agitadores sociales, aquellos que convocaban manifestaciones”.  Para Alfonso del Amo se trataba de un momento clave porque “no querían cambiar el centralismo de Madrid por el de Valladolid”.

“No querían cambiar el centralismo de Madrid por el de Valladolid"

Entonces, tras analizar los informes de viabilidad, se decide optar por la Vía del 143, muy pactada y arreglada con Madrid. Se formó la Asamblea Mixta con parlamentarios nacionales y diputados provinciales para elaborar el Estatuto de Cantabria, que según sus propias palabras se hace “artículo por artículo y coma a coma pactando con el PSOE, ya que querían llevarlo al Congreso de manera conjunta”.

Hoja del Lunes sobre la autonomía de Cantabria

APROBACIÓN DEL ESTATUTO EN 1982

El Estatuto se aprueba como Ley Orgánica y se ponen en marchas las instituciones autonómicas. En el 1983 las elecciones son ganadas por AP-PDP-UL, una coalición liderada por José Antonio Rodríguez como independiente. “En marzo del 83 se vivió la primera crisis de aquel gobierno y yo tuve cierta responsabilidad en aquello. Entonces, Enrique Ambrosio Orizaola, Tomás Fernández Fernández y Santiago Pérez Obregón se empezaron a posicionar como miembros del PSOE y yo manifesté que si José Antonio Rodríguez lo iba a encabezar como independiente, no podíamos seguir con esta situación hasta mayo, cuando eran las elecciones. Ahí hablé con él y le dije que el gobierno de concentración no era posible si íbamos con otras opciones políticas. Aquello no se aceptó bien, pero acabaron saliendo y el tiempo me dio la razón ya que fueron candidatos socialistas”.

Esta crisis llevó a cambios que no fueron bien recibidos por todos. “No fue bien medida por Justo de las Cuevas, ya que la decisión de cambiar a José Antonio Rodríguez por Leandro Valle no estaba justificada. Aquel gobierno de concentración duró trece meses”, matiza.

Escudo de Cantabria Escudo de Cantabria

La situación era tal que en palabras del propio José Ramón, antes de las elecciones, los dirigentes de Alianza Popular le dijeron a Rodríguez que él se presentase para posteriormente quitarse y subir ellos al poder. Saiz Fernández asegura que sabía que no iban a sacar mayoría absoluta mientras no creasen una alternativa, que fue Convergencia Cántabra de Independientes (CCI), presentada en 25 ayuntamientos.

“Creíamos que podíamos trasladar el voto municipal al regional, y al no presentarse UCD a nivel municipal sabíamos que muchos ayuntamientos se iban a quedar como huérfanos, lo que nos sirvió para sumar unos 12.000 votos que luego hicieron que se lograse la mayoría absoluta. Para ello se analizó que alcaldes de UCD no se veían ni en la izquierda ni en la derecha”, añade Saiz, que recuerda cómo Fraga comentó a Rodríguez que el problema se arreglaba si se afiliaba a Alianza Popular. 

“Creíamos que podíamos trasladar el voto municipal al regional, y al no presentarse UCD a nivel municipal sabíamos que muchos ayuntamientos se iban a quedar como huérfanos, lo que nos sirvió para sumar unos 12.000 votos que luego hicieron que se lograse la mayoría absoluta. Para ello se analizó que alcaldes de UCD no se veían ni en la izquierda ni en la derecha”

Todo esto sucede durante el gran golpe a UCD que llega con la victoria de Felipe González, cuando el partido pasa de 168 a 12 diputados. “Arrasa con un triunfo espectacular en España, en Cantabria y Santander y solo seis meses después, en la capital, la derecha obtiene el mejor resultado de la historia y la mayoría absoluta”, apunta Alfonso del Amo.  La dimisión posterior de José Antonio Rodríguez Martínez llevó a la presidencia a Ángel Díaz de Entresotos, que comenzó su mandato en abril de 1984 y estuvo en el poder hasta las elecciones autonómicas de 1987.

BANDERA E HIMNO

En este periodo unas de las mayores decisiones que se tomaron fueron la declaración del escudo y el himno. “Tres miembros de la Real Academia de la Historia fueron los encargados de hacer el escudo. Ellos fueron José Luis Casado Soto, Carmen González Echegaray y Mario García Oliva, ya fallecidos. Debíamos completar la simbología y que mejor que fuese un escudo apartidista y realizado por expertos. Por ejemplo, González Echegaray era especialista en heráldica y había escrita una obra de varios volúmenes sobre escudos de Cantabria. La propuesta que hicieron es la que se aprobó. Se trataba de mi competencia y entonces reflexioné sobre lo oportuno que era el Himno de La Montaña y se hicieron las adaptaciones necesarias, de las que se encargó Pepín del Río Gatóo. En ese momento en algunas comunidades autónomas se realizaban concursos abiertos a artistas para definir el himno, como era el caso de Madrid y pensé que Cantabria no necesitaba eso. Es una pena que nunca se haya adaptado a una versión corta. Además, en el Decreto se puso que la adaptación corría a cargo de José del Río Sainz en lugar de José del Río Gatóo y pese a que lo he intentado en numerosas ocasiones aún no se ha corregido. ”

José del Río Gatóo


LAS FIGURAS DE JUAN HORMAECHEA Y MIGUEL ÁNGEL REVILLA

Alfonso del Amo recuerda cómo Juan Hormaechea le enseñó unas encuestas llevadas a cabo por una empresa de Madrid en las que a Alianza Popular no se le daba la mayoría absoluta con Díaz de Entresotos como candidato. “En ese momento le transmití que me parecía que el tamaño de la muestra era escaso y que discrepaba en el análisis de indecisos. El propio Hormaechea me encarga un estudio de sus posibilidades de victoria. La decisión de que se presente se toma en un congreso de Alianza Popular, que gana Roberto Bedoya y es él quien decide pedirle a Hormaechea que se presente”.

“Hormaechea comete ciertos errores en el comienzo, el primero de ellos fue que Díaz de Entresotos había aprobado una modificación para el arreglo de carreteras por valor de más de mil millones de pesetas y Hormaechea, con ese genio que le hacía querer todo rápido, aprovechó aquella aprobación para hacer su modelo, que era muy distinto ya que las ampliaba e instalaba aceras, iluminación… esas carreteras costaron 10.000 o 12.000 millones de pesetas (60 millones de euros) y la oposición le acusó de un gran despilfarro”, añade Saiz Fernández. Por su parte, del Amo cree que se confundió "a la hora de creer que el Parlamento se maneja de igual manera que un ayuntamiento”.

Según recuerda Manuel Alegría, Juan Hormaechea en el verano de 1987, tras las elecciones, necesitaba la mayoría absoluta -tenía 19 diputados y precisaba uno más inicialmente-, y le propuso a Revilla la "gestión del 50% del presupuesto" y la creación de un partido nacionalista cántabro que podría optar a conseguir el 70% de los votos en Cantabria. Ante esto, Revilla le contestó en términos personales en relación a que quedaría en posición subsidiaria al que sería presidente, es decir, el propio Hormaechea. A partir de ahí, Hormaechea desató su acción contra el PRC, creando una consejería de Sanidad para Ricardo Conde, que había sido elegido por las listas del PRC, y atrayéndose al diputado Esteban Solana, crítico con Revilla y que pasará a formar parte a partir de 1988 del PNC (Partido Nacionalista de Cantabria) asegurando la gobernabilidad con Hormaechea.

Hormaechea tenía en la cabeza un proyecto regionalista desde hacía algún tiempo, pero el PNC nunca formó parte de sus expectativas futuras, entre otras cosas por el poco aprecio que tenía hacia Esteban Solana y Guillermo Díaz Autrán y se pensó en Unión del Pueblo Cántabro pero por su similitud con Unión del Pueblo Canario, hubieron de adoptar la solución de compromiso de la Unión para el Progreso de Cantabria (UPCA).”, recuerda del Amo.

            Cartel electoral de Juan Hormaechea en las elecciones municipales

A estos nombres, Saiz Fernández añade el de Claudio Movilla, una persona importante a la hora de analizar la figura del expresidente Hormaechea. “Se trata del Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria y al que se considera que sentía animadversión por Hormaechea. Sobre los carteles hay que decir que cuando llega al poder, estos encargos se hacían a los funcionarios y lo que hace él es quitarles el control y ordenar que se carguen a las empresas especializadas añadiendo la leyenda oportuna tal y como indicaba la Comunidad Económica Europea. Ahí comenzó su declive y después hay que decir que se alimentó una historia negra sobre él que no era cierta”.

ELECCIONES DE 1987

Alegría resalta que la noche electoral fue vivida sin celebración pese al aumento de 2 a cinco diputados por parte del PRC. La irrupción del nuevo partido de Adolfo Suárez, Centro Democrático y Social, imposibilitaba un gobierno de coalición entre los regionalistas y los socialistas, encabezados por Juan González Bedoya, figura que todos destacan porque puso los pilares para crear ADIC y el PRC en los años 70 en la Hoja del Lunes que él dirigía, y para que Miguel Ángel Revilla pudiera haber gobernado.

Posteriormente, tras la moción de censura, UPCA surge para las elecciones de 1991 y se convertiría en una alternativa cantabrista. “Creo que Hormaechea no participa en la creación de UPCA. Se trata de un periodo en el que no tiene poder por primera vez en años, el verdadero creador fue Roberto Bedoya”. 

Insistiendo en la figura de Hormaechea, el exconsejero Saiz Fernández recuerda un episodio con Borrell, cuando este le expuso que se iban a suspender las obras de la Autovía del Cantábrico entre Castro Urdiales y Santander. “Hormaechea levantó el teléfono y le dijo que si en 20 días no le decía que seguían adelante, él mismo iba a hacer una autovía por la costa. Borrell le conocía y sabía que era capaz de hacer y por eso dio marcha atrás y permitió reanudar los trabajos. Era un hombre de palabra y todo el mundo sabía que cuando decía que iba a hacer algo, luego lo llevaba a cabo".

Viene de:   [BLOQUE 03 | ARTÍCULO 09] El PRC llega al gobierno con el fin del cantabrismo de la derecha y el surgimiento del soberanismo cántabro

[BLOQUE 03 | ARTÍCULO 08] “ICU reconoce el derecho de los pueblos a su autodeterminación, incluido el de Cantabria”

[BLOQUE 02 | ARTÍCULO 07] “Cantabria no es Castilla ni lo ha sido nunca”

[TRIBUNA III] | El cantabrismo político y el triunfo de la vía cántabra uniprovincial

[BLOQUE 02 | ARTÍCULO 06] “La reivindicación histórica en favor de Cantabria se constituye por primera vez en proyecto político organizado”

[BLOQUE 02 | ARTÍCULO 05] “Como si la eterna y siempre joven Cantabria nos convocara a despertar”

[BLOQUE 02 | ARTÍCULO 04] “A partir de ahora se hablará mucho menos de Santander o La Montaña y mucho más de Cantabria”

[TRIBUNA II] | Particularismo y regionalismo en los orígenes de la Cantabria contemporánea

[BLOQUE 01 | ARTÍCULO 03] | Un proyecto de Estado cántabro frustrado por la Guerra Civil

[TRIBUNA I] | Una vía propia en la Cantabria del final del Antiguo Régimen y la Ilustración

[BLOQUE 01 | ARTÍCULO 02] | Bajo las quimas de una vieja cajiga

[BLOQUE 01 | ARTÍCULO 01] | “El río Ebro nace en el país de los cántabros”

[PRESENTACIÓN] | “A los que en el pasado consiguieron el reconocimiento de las libertades de Cantabria y a los que luchan y lucharán en el futuro”

"Hormaechea tenía en mente la creación de un partido nacionalista"
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