viernes. 29.03.2024

Gobernar para el pueblo pero sin el pueblo, fue uno de los lemas que le dio notoriedad al despotismo ilustrado, momento histórico que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XVII, en el Antiguo Régimen Europeo.

Esta manifestación del poder monárquico se sustentó en las ideas absolutistas en consonancia con la Ilustración francesa. De los llamados enciclopedistas, como también se conoció a los ilustrados, tomaron sus razonamientos filosóficos basados en la fe de la razón humana.

CAMBIAR PARA SEGUIR EN EL PODER

Sin embargo, el despotismo ilustrado ratificaba su naturaleza monárquica tras posturas paternalistas con la clase popular. Estas implicaciones contribuyeron notablemente con el crecimiento cultural de la población, aunque la clase monárquica continuó con sus privilegios, sin dar lugar a ningún cambio político.

Pese a las críticas recibidas por los filósofos sobre las desigualdades que propiciaba el régimen, los monarcas impulsaron algunas reformas que pusieron fin a la época medieval, y es lo que desde entonces pasó a conformar la historia del Despotismo Ilustrado. En sitios web como Economipedia, es posible encontrar más información respecto al despotismo ilustrado.

EL REY ES EL ESTADO

Absolutismo es el término con el que se define este período histórico en que el Rey administraba el poder del Estado de forma magnánima. Pero representó igualmente lo que sería la última expresión monárquica en Francia, porque posteriormente llegaría la Revolución de 1789.

Esta concepción personalista del estamento institucional, que no tenía ningún tipo de control, con todos los privilegios sociales, económicos y políticos, mientras la población permanecía marginada de beneficios, comenzó a sentar las bases de su desmoronamiento.

Este sistema político intentaba coexistir con las ideas renovadoras de la ilustración. Montesquieu y Jean-Jacques Rousseau planteaban propuestas significativas sobre la división de los poderes, el contrato social y la voluntad general. Un esquema teórico que perfilaba a un estado moderno y que ponía a un lado a estos vestigios del pasado.

PROSPERIDAD BURGUESA 

“¿Qué es el Tercer Estado?” es un texto escrito por el francés Emmanuel Joseph Sieyès, donde se hace referencia a la burguesía como una clase social que disputaba su presencia en el estamento legal imperante, fuera de la nobleza y el clero.

La aceptación de esta clase podría entenderse como la búsqueda conciliadora que propiciaba la nobleza para ratificar su existencia histórica. La monarquía le da cabida a la burguesía debido al auge económico que viene demostrando, pero lo que no se esperaba era que su desarrollo fuese tan vertiginoso que pudiera provocar la inestabilidad política.

RETÓRICA Y PODER

En medio de este momento crucial, la monarquía optó por generar un gobierno para el pueblo pero sin el pueblo, un entramado en el que ofrecía beneficios a los más necesitados y que pretendía que le funcionara para mantenerse en el poder que poseía desde hacía siglos.

Entre otros cambios a favor de la mayoría, se introdujeron los siguientes ofrecimientos:

•    Promover una modernización social y cultural.
•    Tolerar las preferencias religiosas de la población.
•    Auspiciar sociedades económicas.
•    Introducir reformas en la administración pública.
•    Invertir en infraestructuras que favoreciesen los movimientos urbanos.
•    Permitir las manifestaciones artísticas y científicas.
•    Fortalecer la educación.

INICIO Y FIN DEL REINO 

Pese al éxito alcanzado en lo económico y  educativo, este modelo no cubrió las demandas de las clases populares que se sentían marginados del estamento social vigente, que no permitía ningún cambio en su estructura heredada.

Sin embargo, mientras la sociedad cambiaba, la monarquía pretendía insistir en perdurar en su estructura y en su pensamiento hegemónico. Y esta concepción contradecía las ideas renovadoras de la Ilustración, y el descontento popular no esperó para tomar las calles en una insurgencia.

La Europa de finales del siglo XVIII mantuvo en la corona a los siguientes reyes calificados como déspotas ilustrados:  
•    España: Carlos III.
•    Austria: José II.
•    Prusia: Federico II.
•    Portugal: José I.
•    Rusia: Catalina II.

PRINCIPIOS RENOVADORES

El auge de la Revolución Francesa en 1789, amparada en las ideas de la Ilustración y bajo los principios renovadores de libertad, igualdad y fraternidad, una vez que los revolucionarios parisinos tomaron la Bastilla, y fuese el hito fundacional del estallido histórico, cambiaría al régimen monárquico.

Luis XVI, que para el momento era el rey de Francia, fue derrotado tras una manifestación popular y seguidamente por decisión de la Revolución, recibió la orden de ser decapitado. Seguidamente, se puso en primer plano la proclamación de los derechos universales del hombre, el triunfo de un nuevo tiempo y el fin del absolutismo.  En el sitio web de Economipedia es posible encontrar más información histórica acerca del despotismo ilustrado. 

El despotismo ilustrado en la Europa de finales del Siglo XVIII
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