Cuando Pedro Sánchez nombró en plan alfombra roja de Hollywood a sus ministros lo primero en que me fijé fue en la cartera de Economía cuyo perfil marca el rumbo ideológico de muchas áreas, generalmente las más sensibles. A mí no me sorprende que la ministra de Economía, Nadia Calviño, haya afirmado en Londres para tranquilizar a los inversores de la City que el Gobierno solo hará "algunos ajustes" sobre la legislación laboral, pero que mantendrá el corazón de la ley aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Vamos que alaba la reforma laboral del PP “porque ha traído más flexibilización”. Calviño destaca ya “como el caballo de Troya de las élites en el Gobierno”, como el propio Iglesias ha significado de una ministra que le merece desconfianza por ponerse del lado de los bancos y no de los trabajadores. Esta situación ha levantado una polvareda y ha forzado a Iglesias a convocar una mesa con Sánchez para el cumplimiento de los Presupuestos Generales del Estado.
Calviño destaca ya “como el caballo de Troya de las élites en el Gobierno”
La eurócrata Calviño, bendecida por la Comisión Europea y acogida con halagos por Ana Patricia Botín cuando se confirmó su nombramiento , “está ahí para asegurar que se sigue desahuciando gente y los trabajos siguen siendo precarios”, como ha afirmado Ione Belarre, portavoz adjunta en el Congreso del grupo confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea. Belarre ya ha anunciado que no se lo van a consentir. El acuerdo presupuestario para 2019 con Unidos Podemos incluye ya algunos de los retoques anunciados por Calviño, aunque no figura la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa, que se negocia en el diálogo social, un aspecto clave para defender las pretensiones de los trabajadores.
DECLARACIONES INCENDIARIAS
Pablo Iglesias ha afirmado que estas declaraciones incendiarias de la ministra se sitúan en contra de lo recogido en el pacto presupuestario entre el Ejecutivo y Unidos Podemos, que aboga por "derogar, antes de finalizar 2018, los aspectos más lesivos" de dicha reforma. Si no le echa valor Sánchez puede ser motivo de ruptura y adelanto electoral. Este aspecto es vital para la buena sintonía entre Gobierno y Unidos Podemos. De momento, el tono va a ser más duro en las sesiones de control a Pedro Sánchez.
Nadia Calviño es una destacada funcionaria de Bruselas, por supuesto neoliberal y adoctrinada en la austeridad. ¿Qué nos esperábamos? El PSOE cuando ha gobernado ha puesto al frente del Ministerio de Economía a guardianes de la derecha económica: Miguel Boyer, Carlos Solchaga, Miguel Solbes, Elena Salgado y ahora a Nadia Calviño. El PSOE de siempre.