El pasado 14 de septiembre dio comienzo la huelga indefinida de los examinadores de la Dirección General de Tráfico. A fecha de hoy, más de 200 candidatos presentados por las diferentes autoescuelas de la región se han visto afectados con la suspensión de la prueba práctica.
Los funcionarios dependientes de la Jefatura de Tráfico de Cantabria, reclaman menos carga de trabajo, mejoras en el salario y para evitar agresiones, no estar obligados a comunicar el resultado del examen una vez terminada la prueba práctica.
El horario habitual del examinador es de ocho a tres de la tarde y de lunes a viernes, pero durante el paro, solo trabajan hasta las doce del mediodía.
Por su parte, las autoescuelas deben aplazar las pruebas programadas, con el hándicap de que septiembre, es uno de los meses que los candidatos utilizan para examinarse porque disponen de más tiempo y el curso está comenzando.
Según indicia un miembro integrante de la Asociación Cántabra de Escuelas de Conductores –ACEC- llevan varias semanas soportando una "huelga parcial" de examinadores de conducir que está ocasionando un "perjuicio colateral" a las autoescuelas y "directo" a los alumnos, que ven vulnerado su derecho a examen en una convocatoria programada.
Ha manifestado que el colectivo no puede "echar la vista atrás" ante la situación generada por los examinadores, que conlleva al mismo tiempo un "perjuicio formativo y económico". Se trata de "un perjuicio creado a los propios clientes-alumnos", ya que las autoescuelas carecen de solución "al estar atados de pies y manos" para resolver el conflicto.
Además, ha afirmado que "no se entiende cómo una institución que vela por la seguridad y la calidad en los exámenes no da la cara para solucionar el conflicto", y ha insistido que finalmente los perjudicados son los candidatos porque "las autoescuelas de Cantabria y de toda España están totalmente atadas y no pueden dar una respuesta a los alumnos".
