jueves. 25.04.2024

El exministro del Interior –cargo que ocupó de 2011 a 2016– y diputado del PP en el Congreso por Barcelona Jorge Fernández Díaz ha alabado la película Garabandal. Solo Dios lo sabe. “Es una magnífica película, con una música, fotografía, dirección e interpretación que hacen difícil creer, si no supiera que es así, que está producida a coste cero, donde los actores principales y los extras se han pagado hasta sus desplazamientos, alojamiento y manutención. No tengo duda de que esta preciosa película está llamada a hacer mucho bien, porque va a contribuir a que nos podamos acercar a la verdad de esos hechos extraordinarios que se vivieron entre 1961 y 1965 en San Sebastián de Garabandal”, ha manifestado Fernández Díaz en la web oficial de la película, que será estrenada en cines el próximo 2 de febrero.

Cuatro niñas afirmaron que se les había aparecido primero el arcángel San Miguel y después la Virgen del Carmen

Garabandal. Solo Dios lo sabe aborda lo vivido del 18 de junio de 1961 al 13 de noviembre de 1965 en el pequeño pueblo cántabro de San Sebastián de Garabandal, donde cuatro niñas –Conchita, Jacinta, Mari Loli y Mari Cruz– afirmaron que se les había aparecido primero el arcángel San Miguel y después la Virgen del Carmen, con la que habrían acabado teniendo “más de dos mil encuentros”, según la web oficial de la película. “El párroco del pueblo, don Valentín, y el brigada de la Guardia Civil, don Juan Álvarez Seco, se encontrarán súbitamente implicados como protagonistas en un acontecimiento que les desborda, tratando de comprender dónde está la verdad, frente a una jerarquía perpleja, y ante una multitud cada vez más creciente de personas que acuden al pueblo en busca de respuestas”, añade.

Según quienes reivindican las apariciones –que la Iglesia católica no reconoce–, la Virgen dio a las niñas dos mensajes para que los hicieran públicos. El primero dataría del 18 de octubre de 1961 y dice así: “Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia, visitar al Santísimo, pero antes tenemos que ser muy buenos. Y si no lo hacemos, nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa y si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande”. Y el segundo dataría del 18 de junio de 1965 y dice así: “Como no se ha cumplido y no se ha dado mucho a conocer mi mensaje del 18 de octubre de 1961, os diré que este es el último. Antes la copa se estaba llenando, ahora está rebosando. Muchos cardenales, obispos y sacerdotes van por el camino de la perdición, y con ellos llevan a muchas más almas. A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debéis evitar la ira del buen Dios sobre vosotros con vuestros esfuerzos. Si le pedís perdón con alma sincera, Él os perdonará. Yo, vuestra Madre, por intercesión del Ángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. ¡Ya estáis en los últimos avisos! Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación. Pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos. Debéis sacrificaros más. Pensad en la Pasión de Jesús”.

“Conchita no podía conocer lo que estaba sucediendo” en la Iglesia católica, aseguran los responsables de la película

Según los responsables de la película Garabandal. Solo Dios lo sabe, este último mensaje “no hacía sino describir la dolorosa situación que estaba viviendo la Iglesia católica, a punto de concluir el Concilio Vaticano II. Pero, el 18 de junio de 1965, Conchita no podía conocer lo que estaba sucediendo, porque la grave crisis doctrinal y sacerdotal que comenzaba a estallar en el seno de la Iglesia, apenas era conocida en España, y en esa aldea perdida de la montaña no se podía ni imaginar. Y, sin embargo, pronto esta situación, provocada no por el concilio en sí sino por interpretaciones equivocadas del mismo, se convertiría en motivo de profundo sufrimiento, e incluso de escándalo, para toda la Iglesia”.

Parece evidente que tanto los responsables de la película como alguien del Garabandal de la primera mitad de la década de los sesenta del siglo XX –y quizás no precisamente la Virgen– no están y no estaban muy conformes con las reformas aperturistas que acabarían siendo aprobadas en el Concilio Vaticano II.

Jorge Fernández Díaz dice que en Garabandal se vivieron “hechos extraordinarios”