viernes. 19.04.2024

El abandono de la política por parte de Ruth Beitia, y con él su renuncia a encabezar la lista del PP de Cantabria en las autonómicas del próximo 26 de mayo –para lo que había sido designada directamente por Génova–, ha evidenciado la profunda división existente en el partido, literalmente partido en dos: por un lado, los afines al anterior presidente del PP de Cantabria, Ignacio Diego –entre los que se encontraba la propia Beitia–, y por otro, los afines a la actual presidenta del partido, María José Sáenz de Buruaga, que en las primarias del PP no apoyó al actual presidente del PP, Pablo Casado, sino a Soraya Sáenz de Santamaría; que gozaba de las simpatías de la Dirección estatal del PP de Mariano Rajoy frente a Diego, y que pese a todo cuenta con prácticamente todas las papeletas para encabezar la lista del PP de Cantabria en las autonómicas del próximo 26 de mayo tras la renuncia de Beitia, cuya designación por parte de Génova ella y sus afines consideraron una afrenta.

Arenas fundamenta su baja en haber “comprobado” que con Casado “todo cambia para que todo siga igual”

El último síntoma de la profunda división en el PP de Cantabria se ha producido dos horas después de conocerse el abandono de la política por parte de Beitia: Ramón Arenas, afín a Diego, exconcejal del partido en Laredo y uno de los afiliados que impugnaron el XII Congreso del PP de Cantabria, ha anunciado su decisión de darse de baja en el partido, y lo ha hecho en una carta abierta dirigida a Casado, en la que le acusa de haber “cambiado” a Buruaga como cabeza de lista del PP de Cantabria en las autonómicas del próximo 26 de mayo “solo por una cuestión electoralista”. Arenas remitió la carta a Casado anoche, apenas dos horas después de que el PP anunciara en un comunicado que Beitia renunciaba a encabezar dicha lista y que sería sustituida por Buruaga. Poco después, Arenas remitía a los medios una carta en la que fundamenta su baja en el PP en haber “comprobado” que con Casado en la Presidencia del partido “todo cambia para que todo siga igual”.

En el texto, Arenas se manifiesta “profundamente decepcionado” con la actitud de Casado ante la crisis existente en el PP de Cantabria, provocada por las “graves irregularidades” acaecidas durante el XII Congreso del partido, como el pago de cuotas de afiliación o la falsificación de firmas, “conductas reprobables que, aunque hasta ahora no han sido declaradas ilegales, se alejan totalmente de la corrección ética o ejemplar”. Arenas apunta en su carta a Casado que cuando este alcanzó la Presidencia del PP, él quiso creer que su “mensaje implacable frente a cualquier falta de ejemplaridad” le llevaría a “obrar en consecuencia”, pues “en juego estaba tu credibilidad como garante de que el Partido Popular entraba en un tiempo nuevo, una nueva etapa que dejara atrás la laxitud con la que se abordaron los graves casos de corrupción por tu antecesor en el cargo”.

La designación de Beitia, “una intentona de lavado de cara tan insuficiente como ineficaz”

Sin embargo, la decisión de Casado de mantener como presidenta del PP de Cantabria a Buruaga, “la presunta instigadora y principal beneficiaria de las graves irregularidades”, y de designar como cabeza de lista del PP de Cantabria en las autonómicas del próximo 26 de mayo a Beitia –afín a Diego–ha sido para Arenas “una intentona de lavado de cara tan insuficiente como ineficaz, pues como hemos comprobado, no aguantó el tirón, y ha decidido abandonar la política”. “Por tanto, una acción de pura cosmética cuando lo que se precisaba era una actuación quirúrgica”, ha apostillado Arenas, que recuerda a Casado que no accedió a nombrar una gestora, como le pidió una parte del PP de Cantabria. Para el laredano, la “lamentable decisión” de Casado ha “ahondado en el despropósito” que padece el PP de Cantabria, pues supone “una vuelta de tuerca más a la caótica y guerracivilista situación que estamos viviendo en Cantabria”. Un hecho que en su opinión demuestra que para Casado “sólo prima el resultado electoral”, dado que ha “cambiado a Sáenz de Buruaga por Ruth Beita sólo por una cuestión electoralista y movido exclusivamente por los sondeos que anunciaron el tremendo batacazo electoral que sufriría el PP en Cantabria con Sáenz de Buruaga de cabeza de lista; veremos a quién designas al final como candidata”. “Considero que tu decisión de huir hacia adelante te hace cómplice de unos comportamientos que refutan crudamente tus palabras y compromisos. La regeneración contra la corrupción que proclamas una y otra vez, en la práctica ha quedado en un espejismo”, ha concluido Arenas.

El PP de Cantabria, la casa de los líos
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