viernes. 19.04.2024

Un Racing con muchas dudas afrontaba el primer partido de la liga de Segunda División B. Los de Javi Rozada llegaban con unas sensaciones que no eran del todos buenas. No obstante, la hora de la verdad comenzaba con este partido en el que el rival a priori iba a ser muy incómodo de jugar. Los visitantes dirigidos por un cántabro que conoce a la perfección al conjunto verdiblanco como es Ezequiel Loza llegaban con el convencimiento de poder sacar algo positivo para sus intereses.

Los cántabros todavía no iban a disponer de toda su plantilla al completo ya que Soko y Balboa aún no tenían los papeles necesarios para poder jugar y si a eso le añades la lesión de Marco Camus y las interrogantes de Maynau y Gil pues todo hacía indicar que en el cuadro cántabro no iban a estar todos los efectivos disponibles.

PRIMERA PARTE

En los primeros instantes del encuentro los vascos comenzaban fuertes y conseguían tres saques de esquina y dos faltas peligrosas. El Racing no podía salir prácticamente de su área. Los hombres de Ezequiel Loza estaban muy bien ordenados y hacían casi imposible que los verdiblancos pudieran dar un pase en condiciones. El concepto ofensivo de los visitantes era claro, buscar las espaldas de los tres centrales y romperles en velocidad.

No obstante, la primera ocasión clara del partido llegaría a cargo del Racing en un robo de Pablo Torre que pasó a Bentikb y este daba el pase de la muerte a Cejudo, que libre de marca se iba a resbalar y no poder conseguir el gol, en una clara oportunidad para el cuadro local. La réplica contraria iba a ser en forma de gol para los vascos, en un error colectivo en la salida de balón en el que Brian Lubanzadio lograba materializar el primer gol del choque.

El partido iba avanzando y el cuadro dirigido por Ezequiel Loza estaba como en el salón de su casa, confortable y sin tener ninguna preocupación de ningún tipo. Era un auténtico despropósito el juego de los santanderinos, errores absurdos que condenaban al equipo a no poder reaccionar. No obstante, el Portugalete tenía claro que con lo que hacía en todo momento, sin grandes florituras ni grandes despliegues futbolísticos, era superior en el juego colectivo.

Las únicas y escasas pinceladas positivas del Racing eran por parte de Pablo Torre que lo intentaba pero sin mucho acierto. La defensa cántabra era un continuo disparate, no había coordinación ninguna entre ellos, Jordi Figueras estaba sufriendo en demasía por su parte. En el tramo final de esta primera mitad el Racing fue en todo momento incapaz de sacar nada, y por ello, se fue al túnel de vestuarios por detrás del marcador.

SEGUNDA PARTE

Fue tan malo el primer acto que Javi Rozada en el descanso hizo tres cambios para refrescar y cambiar ciertos aspectos aunque el sistema de juego, el 3 5 2, seguía siendo el mismo. El Racing intentaba dar más ritmo en este principio de periodo con Siverio y Cedric en punta de ataque. Los santanderinos parecían que habían puesto una marchita más y la presión en campo contrario de la que había carecido hasta ese momento comenzaba estar presente en el tapete de El Sardinero.

En el minuto 59 iba a ser expulsado el jugador Monterde tras una falta clara a Jordi Figueras, la personalidad en el juego cántabro estaba siendo muy distinta, en los minutos transcurridos parecía otro equipo. Sin embargo, el dominio no daba los frutos necesarios como para conseguir el tan ansiado gol. A medida que avanzaba el partido la aceleración de los jugadores del Racing hacía que hubiera muchas imprecisiones.

Rozada no acababa de verlo claro, por ello, hacía un cambio táctico en el minuto 54. Tras la entrada de Pablo Andrade disponía de un claro 4 4 2 con presión en campo contrario. Los nervios en la grada comenzaban a ser muy palpables y las protestas cada vez eran mayores. Los primeros minutos de este segundo acto fueron un auténtico espejismo, los cántabros eran incapaces de superar con un jugador más las líneas defensivas vizcaínas.

En el tramo final el Racing empleaba mucho corazón pero poca cabeza, el desorden era claro en un sistema que nunca se había preparado ni jugado. Sin embargo, cuando peor pintaba la cosa para los intereses verdiblancos, en el minuto 80 Álvaro Bustos sacaba un saque de esquina y Nana de cabeza en un remate espectacular batía al portero vasco y establecía la igualada en el marcador.

Poco más iba a transcurrir en el partido, mucho ímpetu del cuadro local pero con mucho desorden en todos los sentidos. Incluso con uno más los racinguistas no tuvieron el mérito de poder ganar el encuentro ante un rival muy bien plantado y con las ideas muy claras, las mismas que el Racing no las tuvo.

Racing: Iván Crespo; Álvaro Mantilla, Bernardo Matic, Jordi Figueras, Alberto Villapalos, Ismael Bentikb, Pablo Torre, Iñigo Sainz-Maza, Álvaro Bustos, Álvaro Cejudo, Jon Ander Pérez. (Javi Siverio m.45), (Cedric m.45), (Diego Ceballos m.45), (Pablo Andrande m.65). (Nana m.70).

Portugalete: Jorge Gómez, Sergio Camus, Ignacio Ruiz, Ander Santamaría, Ángel Gándara, Adrián Guesmes, Brian Lubanzadio, Javier Murua, Esteve Monterde, Victor Isuskiza, Antonio J. Salado. (Antonio Salinas m.58), (Alejandro Zerki m. 70), (Antonio M. Salinas m.76)

Árbitro: Leonardo Carbajales Gómez. Mostró tarjeta amarilla a los locales Pablo Torre, Bernardo Matic y a los visitantes: Esteve Monterde, Sergio Camus, Brian Lubanzio, Antonio M. Salinas, expulsado por doble amarilla Este Monterde

Goles: 1-1

Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de liga de la Segunda División B que se disputó en los Campos de Sport de El Sardinero.
 

Mal comienzo del Racing
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