viernes. 29.03.2024
ENTREVISTA

“La memoria de los sucesos de 1987 en Reinosa no se ha gestionado correctamente”

David de Andrés entrevista a su padre, Rafael de Andrés, que vivió la Primavera del 87 como trabajador de Cenemesa y miembro del Secretariado Comarcal de Comisiones Obreras de Reinosa.

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A la izquierda, Rafael y David de Andrés en Campoo en 1987 (Foto: Teresa Preciado). A la derecha, padre e hijo, 32 años después, este 2019 junto a la baldosa que recuerda a Gonzalo Ruiz en la Calle Mayor de Reinosa (Foto: Leticia Arce)

En 1987, Rafael de Andrés (Bolmir, Campoo de Enmedio, 1954) trabajaba en Cenemesa (Constructora Nacional de Maquinaria Eléctrica, SA), una de las fábricas de la comarca cántabra de Campoo afectadas por la reconversión industrial. Rafael vivió la Primavera del 87 [1) Era 1987 cuando Antolín salió huyendo de Reinosa 2) Gonzalo, nosotros no olvidamos 3) Yo cubrí la batalla de Reinosa 4) Aquella maldita reconversión] como trabajador de esa fábrica y miembro del Secretariado Comarcal de Comisiones Obreras de Reinosa. Su hijo David de Andrés (Santander, 1982), psicólogo y estudiante del Máster Universitario en Investigación Antropológica y sus Aplicaciones, lo entrevistó el año pasado para la asignatura Memorias Colectivas: Políticas y Representaciones. Su objetivo, “reivindicar y gestionar mejor” la memoria de la Primavera del 87, que se produjo cuando David tenía sólo cuatro años. “Mi entrevista trata sobre la memoria de aquellos sucesos ocurridos en Reinosa en 1987, cuando todo el pueblo se movilizó para defender los puestos de trabajo amenazados por la reconversión industrial que emprendió el Gobierno de Felipe González; para recordar esos sucesos he entrevistado a mi padre, quien los vivió directamente”, apunta David. Padre e hijo –que amplía sus motivos en el Ensayo sobre la entrevista a Rafael de Andrés acerca de los sucesos de Reinosa de 1987– han puesto ahora en mis manos esta entrevista de David de Andrés a Rafael de Andrés, que por su valor e interés reproducimos íntegramente a continuación:

¿Cómo te incorporaste al mundo sindical? ¿Cuáles eran tus motivaciones?

El hecho de que entrara en la empresa Cenemesa como aprendiz, con 14 años, favoreció no sólo mi adquisición de conocimientos profesionales y técnicos, sino también una concienciación social y laboral de la realidad del trabajo, junto a los demás compañeros, desde muy temprano. En el año 1975, cuando murió Franco, yo tenía 21 años y estaba estudiando con excedencia de la empresa Ingeniería Técnica Industrial en Santander. Por aquel entonces yo era subdelegado de curso, participando en acciones reivindicativas políticas, mediante encierros, asambleas de estudiantes, manifestaciones... A mi regreso profesional en la empresa con la titulación reconocida, las nuevas responsabilidades asignadas, con mando a partir de entonces sobre antiguos compañeros de trabajo, no ocasionaron la supresión de la conciencia sindical que había adquirido tiempo atrás. Fue en los años 80 cuando me presenté y fui elegido representante sindical en el Colegio de Técnicos y Administrativos del Comité de Empresa de Cenemesa por CCOO. Posteriormente fui nombrado en Asamblea del Sindicato Comarcal de CCOO de Reinosa como miembro de su Secretariado, con la responsabilidad de Política Industrial y Empleo. Sin duda, la grave situación en que se encontraban las principales industrias de la comarca me resultó una importante motivación añadida para asumir funciones de responsabilidad sindical.

A propósito de la grave situación industrial que vivía la comarca, ¿cuándo advertisteis los primeros signos de la reconversión industrial en Reinosa?

Fue en el año 1984 cuando percibimos amenazas sobre las principales industrias, con planes de ajuste de plantillas que suponían una importante reducción de empleo

Fue en el año 1984 cuando percibimos amenazas sobre las principales industrias, con planes de ajuste de plantillas que suponían una importante reducción de empleo. Entonces, desde CCOO de Reinosa expusimos, en un amplio informe, que durante los tres años siguientes se podrían perder más de 800 puestos de trabajo, con lo que se alcanzaría una tasa de paro local del 28%, por lo que solicitamos la declaración de Zona de Urgente Reindustrialización para la comarca.

¿Qué tipo de movilizaciones llevasteis a cabo como respuesta a las políticas de reconversión?

En 1984 se produjeron movilizaciones en Reinosa contra el paro y por la reindustrialización de la comarca, que convocamos desde CCOO y a las que UGT se opuso. En 1985, debido a que el Instituto Nacional de Industria fomentó expectativas injustificadas de ubicación de empresas en Reinosa, emitimos desde CCOO de Reinosa un nuevo informe, en el que seguíamos exigiendo al Gobierno del PSOE soluciones industriales para la comarca. Al año siguiente, en 1986, Cenemesa presentó un expediente de 180 rescisiones de contrato, por lo que convocamos desde el Comité de Empresa numerosas y masivas movilizaciones que culminaron en la huelga general del 22 de diciembre de ese año, consiguiendo finalmente transformar el expediente por regulaciones temporales sin despidos. Estas movilizaciones de 1986 sirvieron además para potenciar la conciencia sindical de los trabajadores de la comarca, extender la acción solidaria a amplios sectores de la población y como introducción a la lucha que Reinosa viviría al año siguiente.

Precisamente el año 1987 fue el punto álgido de aquella lucha, con los sucesos de primavera. ¿Cómo se desarrollaron aquellos acontecimientos?

La Guardia Civil tomó Reinosa y cargó brutalmente contra toda la población en todas las calles de la ciudad y en pueblos cercanos, ocasionando multitud de agresiones, detenciones, allanamientos y destrozos

Los sucesos de Reinosa fueron la consecuencia de una desindustrialización anunciada y aplicada desde años atrás, que se culminó en marzo de 1987, cuando Forjas y Aceros presentó un expediente de 463 rescisiones de contrato y, a su vez, Cenemesa presentó otro expediente de 178 rescisiones de contrato. Otro hecho relevante que precipitó los acontecimientos fue la noticia del nombramiento del presidente de Forjas, Antolín, como consejero del Gobierno Vasco. Esta noticia ocasionó un fuerte malestar en Reinosa, ya que se veía cómo el diseñador del plan de Forjas abandonaba la empresa, sumiéndola en la incertidumbre, y a cambio era promocionado con un cargo de consejero en la comunidad autónoma donde se ubicaban precisamente las factorías más potentes del sector de aceros especiales. Todas estas circunstancias crearon unas condiciones explosivas que se materializaron el día 11 de marzo, cuando los trabajadores de Forjas retuvieron a Antolín en la factoría, justo en la víspera de la jura de su cargo en Vitoria. Al día siguiente, el 12 de marzo, la Guardia Civil liberó a Antolín en una violenta operación y posibilitó que jurase su cargo en Vitoria. Después de liberar a Antolín, la Guardia Civil cargó con una violencia inusitada en el interior de la fábrica y en las calles de Reinosa contra los trabajadores y los ciudadanos, quienes finalmente obligaron a los guardias civiles a rendirse. Todos estos acontecimientos supusieron el reinicio de las movilizaciones. Los trabajadores de Cenemesa convocamos nuevas movilizaciones ante la finalización del plazo de consultas del expediente y por un plan de viabilidad de la empresa, produciéndose cortes de carretera y de vía férrea. A raíz de los cortes producidos en la vía férrea, en abril Reinosa fue ocupada militarmente por más de 1.000 guardias civiles, apoyados por tanquetas y helicópteros. La situación era de auténtico estado de excepción. Desde Cenemesa continuamos convocando movilizaciones con elevada frecuencia, consiguiendo una creciente participación ciudadana. A principios de abril se produjeron fuertes enfrentamientos entre la Guardia Civil y la población. La Guardia Civil provocó numerosos heridos y destrozos en viviendas, establecimientos y vehículos. Sin duda el día más trágico vivido en Reinosa fue el 16 de abril, Jueves Santo. Los terribles sucesos vividos durante aquel día jamás los olvidaremos los campurrianos. La Guardia Civil tomó Reinosa y cargó brutalmente contra toda la población en todas las calles de la ciudad y en pueblos cercanos, ocasionando multitud de agresiones, detenciones, allanamientos y destrozos. En aquellos trágicos sucesos murió Gonzalo Ruiz, trabajador de Forjas y afiliado de CCOO. Gonzalo murió intoxicado por los botes de humo que le lanzó la Guardia Civil cuando se refugió en su garaje.

¿Recibisteis el apoyo y la solidaridad de otros lugares de Cantabria y España?

Sí, por supuesto. Recibimos el apoyo y la solidaridad de distintos lugares de Cantabria y del conjunto de España, con muestras de numerosas organizaciones. Aprovecho para reiterarles mi agradecimiento, ya que entonces supuso un importante estímulo en los momentos más duros de nuestras reivindicaciones, destacando sobre todo en la muerte de nuestro compañero Gonzalo Ruiz. Su apoyo se manifestaba a través de la propia presencia física en Reinosa de numerosos particulares y de representantes de las asociaciones o enviándonos telegramas y cartas de ánimo y solidaridad. También era frecuente que nos invitasen a realizar actos donde interveníamos para explicar el proceso de la problemática de Reinosa en otros lugares, como Santander y Torrelavega. Llegamos incluso a efectuar una gira informativa por Cataluña durante varios días, organizada por CCOO, llenando los recintos por donde íbamos.

¿Cómo conseguisteis movilizar desde las fábricas y los sindicatos a toda la sociedad campurriana?

Desde un principio, CCOO de Reinosa informamos a toda la sociedad campurriana sobre los problemas laborales de la comarca, implicándola en las movilizaciones y haciéndola partícipe de la situación. Cuando convocábamos acciones como huelgas, manifestaciones, encierros, concentraciones y caceroladas, no sólo participábamos los trabajadores de las empresas, sino también solidariamente los estudiantes, amas de casa, comerciantes, funcionarios... De hecho, se constituyeron asociaciones comarcales como la Asamblea Ciudadana y la Asamblea de Mujeres. Todos éramos conscientes de que el futuro del conjunto de Reinosa y su comarca dependía de las principales industrias.

Los sucesos de Reinosa trascendieron el ámbito local y regional, adquiriendo una repercusión nacional, e incluso internacional. ¿Qué papel jugaron los medios de comunicación? ¿Cómo fue vuestra relación con ellos?

En todo momento tratamos de evitar que se transformase mediáticamente el conflicto laboral de Reinosa en una cuestión de orden público

La función de los medios de comunicación fue fundamental. La presencia de periodistas en la ciudad fue continua y masiva durante el tiempo que duraron los sucesos. Desde CCOO siempre defendimos que se debía informar sobre la problemática de Reinosa con rigor, y así facilitamos a los periodistas numerosas copias de los informes socioeconómicos que habíamos elaborado con nuestros análisis y objetivos. En todo momento tratamos de evitar que se transformase mediáticamente el conflicto laboral de Reinosa en una cuestión de orden público. Sin embargo, no pocos medios, obedeciendo las directrices del Gobierno de entonces, tergiversaban la realidad, demonizando nuestras legítimas acciones reivindicativas. Resultaba penoso ver cómo TVE reinterpretaba... inventaba los hechos en los Telediarios e Informes Semanales de la época, con el agravante de que entonces sólo había la televisión del Gobierno y no existía internet. Por el contrario, debo destacar el buen hacer del periódico regional El Diario Montañés y en concreto el trabajo profesional de su corresponsal en Reinosa, Javier Díez Ysart, fallecido recientemente, quien en todo momento informaba de los sucesos con objetividad y nos publicaba fielmente los comunicados que emitíamos desde CCOO. También debo mencionar la positiva implicación de las radios locales de Reinosa, quienes en más de una ocasión sufrieron la censura de los responsables gubernativos por informar de la verdad que ocurría en Reinosa.

ccooreinosaRótulo de la sede de Comisiones Obreras de Reinosa roto por la Guardia Civil el Jueves Santo de 1987 | Rafael de Andrés

¿Qué balance haces de aquella lucha? ¿Cuáles fueron los logros? ¿Qué errores se cometieron?

Las acciones movilizadoras tuvieron como eje motriz fundamental a CCOO de Reinosa, y más en concreto a su representación sindical de Cenemesa

Entre otras cosas, en Reinosa se demostró como nunca que cuando a un pueblo le tratan de privar del elemental derecho al trabajo, reacciona con elevada conciencia de su problema para defender su futuro. En el caso de Reinosa se trataba además de la supervivencia e identidad de toda una comarca, donde la característica más acusada consistió en la acción solidaria de todos los ciudadanos, unidos sin fisuras. También se evidenció el modelo de política económica que desarrollaba el Gobierno, carente de una planificación reindustrializadora y radicalmente contraria a los derechos de los trabajadores y del conjunto de los pueblos. Pero además, para llegar a imponer sus fines en favor de los intereses capitalistas, no dudó en actuar con extrema violencia contra los ciudadanos, eliminando los derechos constitucionales básicos de toda sociedad democrática. Las acciones movilizadoras tuvieron como eje motriz fundamental a CCOO de Reinosa, y más en concreto a su representación sindical de Cenemesa. La característica más destacable de la lucha de Reinosa fue su fortísima intensidad en el tiempo. En Reinosa se vivió una tensión social sin precedentes que incidió en el habitual modo de vida de los campurrianos, cuya fuerte capacidad de respuesta solidaria quedó demostrada en todo momento. Precisamente el peculiar fenómeno de Reinosa sirvió después de referencia a otros pueblos, para luchar todos sus habitantes por sus derechos y contra las agresiones de las administraciones, ya fuera en cuestiones de índole económica, ecológica y medioambiental, sanitaria, social... En cuanto a los logros sindicales concretos como consecuencia de la lucha de Reinosa, cabe destacar sobre todo la retirada del expediente de rescisiones de contrato de Cenemesa, pero en cambio los resultados globales conseguidos no se corresponden, ni mucho menos, con los deseados. En Forjas y Aceros se firmaron y aplicaron los Fondos de Promoción de Empleo a numerosos trabajadores que quedaron en una situación de indefensión laboral con un futuro incierto. El bajo rendimiento obtenido, es decir la relación entre resultados reales y esfuerzo empleado, debe vincularse inequívocamente a deficientes actuaciones sindicales, fundamentalmente en Forjas y Aceros. La despolitización, la carencia de compromisos de clase y el vacío ideológico supusieron la inexistencia de respuestas eficaces a los problemas reales de los trabajadores, incidiendo este hecho negativamente en la credibilidad de las organizaciones y de sus representantes. En medio de estas contradicciones, algunas cuestiones laborales se gestionaron con posturas reformistas y posibilistas, desconsiderando la capacidad de acción de las masas de trabajadores y prescindiendo del análisis sindical objetivo y transformador. También se demostró que cualquier procedimiento que suprima empleos en Reinosa tiene efectos muy traumáticos para el conjunto de la comarca, debido al deterioro industrial y económico que conlleva y al camino que se abre para continuar esta degradación en fases sucesivas. De esta manera, en la primavera de 1988 se produjo el irreversible cierre de la factoría de Ferronor, en Mataporquera. En definitiva, los ciudadanos, y más en concreto los trabajadores, sólo podremos hacer realidad nuestros objetivos de defensa de los empleos y de reindustrialización activa de la comarca a través de acciones solidarias. Por el contrario, los arreglos de carácter individual y transitorio sólo conducen a agravar aún más los problemas existentes.

La situación económica y laboral en la comarca de Campoo ha seguido empeorando desde entonces, pero las grandes movilizaciones con acciones de entidad terminaron en 1987. ¿A qué crees que es debido?

Efectivamente, las grandes movilizaciones con acciones de entidad no se han vuelto a producir después de 1987, a pesar de que la situación económica y laboral comarcal ha ido empeorando desde entonces. Incluso la huelga general estatal del 14 de diciembre de 1988, que fue apoyada masivamente por los trabajadores de las empresas locales, se culminó con una manifestación por Reinosa convocada por CCOO a la que asistieron unas 2.000 personas, que hoy puede parecer una cifra elevada, pero que resulta bastante inferior a las habidas durante las acciones de la primavera de 1987. Pero esta tendencia es, en general, habitual también en otras grandes industrias de fuera de Reinosa. Pienso que los cambios de los sistemas productivos, la frecuente temporalidad en el empleo, la burocratización sindical, y la pérdida y envejecimiento progresivo de la población de la comarca de Reinosa son factores determinantes que inciden en la situación de desmovilización laboral vigente. Sin duda es una cuestión que requiere un análisis más detallado.

31 años después, la primavera del 87 permanece en la memoria colectiva de los campurrianos. ¿Cómo consideras que se ha gestionado la memoria de aquellos sucesos?

Los sindicatos de Reinosa deberían promover acciones de exaltación de la memoria

Pienso que no se ha gestionado correctamente la memoria de los sucesos de 1987 en Reinosa. Después de 31 años, el único símbolo que existe es una baldosa en recuerdo de Gonzalo Ruiz, colocada por la peña racinguista Kant-Iber y el grupo de rock La Fuga en el lugar donde fue abandonado por la Guardia Civil. Los sindicatos de Reinosa deberían promover acciones de exaltación de la memoria, por ejemplo la construcción de una escultura dedicada a la lucha del pueblo por sus derechos laborales, en un parque céntrico de Reinosa, que dignificase las reivindicaciones de 1987. También deberían establecer foros de debate para analizar y transmitir lo acontecido en Reinosa entonces, pues seguro que hay bastantes jóvenes campurrianos que, aunque hayan oído hablar de ello, desconocen en buena medida los detalles, cuando en realidad los sucesos de Reinosa de 1987 forman parte importante de nuestra historia colectiva.

placagonzaloBaldosa en recuerdo de Gonzalo Ruiz, colocada en 2007 por Kant-Iber y La Fuga en el punto de la Calle Mayor de Reinosa donde el obrero de Forjas fue abandonado por la Guardia Civil veinte años antes | David de Andrés

“La memoria de los sucesos de 1987 en Reinosa no se ha gestionado correctamente”
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