jueves. 25.04.2024

El mercado del Congreso

El “nuevo tiempo” está dejando claro que algunas prácticas como el “mercadeo” de diputados y senadores siguen estando a la orden del día. Un nuevo tiempo que debe escuchar los problemas de la ciudadanía y de la propia democracia.

“¡Traspaso diputado!”, “¡Oferta especial diputado y senador para formar grupo propio!”. No, no se trata de frases sacadas del mercadillo semanal del “ferial” de Torrelavega, o del del “Mercado de la Esperanza” de Santander. Estas frases perfectamente podrían tratarse de un mercado digamos “especial”, un mercado que se solo se realiza cada cuatro años en el Congreso de los Diputados.

Curioso lo de la cámara alta, al ver cómo el PSOE regala al PNV el puesto en la mesa que le debería corresponder a Podemos

Y es que resulta vergonzante cómo los partidos políticos “mercadean” con diputados constantemente. En esta ocasión el protagonista es el PSOE, que regala senadores –entre ellos el elegido por Cantabria- a ERC y DIL (Convergencia) para que puedan formar grupo propio en el senado. Esta legislatura se trata del PSOE, pero en años anteriores han sido el resto. Y mientras esto ocurre la mesa –por la mayoría de “rodillo” de la derecha- rechazaba el grupo parlamentario formado por ERC-EH Bildu- IU, o el grupo parlamentario de “la confluencia”, así como en el Senado. Curioso lo de la cámara alta, al ver cómo el PSOE regala al PNV el puesto en la mesa que le debería corresponder a Podemos. Un Senado que si ya era poco valorado, ahora incluso, lo es menos.

En definitiva estamos hablando de por un lado hacer “apaños” y “regalos” para dar más poder a unos partidos, bien mediante dar senadores, bien mediante dar un “sillón” de la mesa que rige la cámara. Y por otro de rechazar la unión de diversos partidos –caso de ERC-BILDU-IU- o confluencias –caso de Compromis, Ahora Podem y Marea-.

Más llamativo me parece cómo se habla de la derogación de leyes, de cambios constitucionales sin concretar y de “rescate social”, pero no del cambio de la ley electoral

Resultará curioso ver cómo partidos como ERC, DIL o PNV, con muchísimos menos votos que IU, pueden formar grupo parlamentario propio, cosa que el partido liderado por Garzón no podrá hacer.

Y es que se nos llena la boca hablando de palabras como “cambio”, “tiempo nuevo” o “nueva transición”, pero se actúa como siempre, interpretando a veces de una manera el reglamento del congreso y del senado, y a veces de la contraria, según los intereses claro. Aunque más llamativo me parece cómo se habla de la derogación de leyes, de cambios constitucionales sin concretar y de “rescate social”, pero no del cambio de la ley electoral. Una ley electoral, no debemos olvidar nunca, profundamente injusta y para nada democrática, puesto que no todos los ciudadanos valemos lo mismo –electoralmente hablando-, puesto que lo de “un ciudadano, un voto” en España no se practica ni, parece por el momento, hay interés en practicar. 

Quedan por delante semanas, meses, muy intensos en los que se debe dialogar y pactar mucho. Y en los que supuestamente se debe “cambiar” y “transformar” España. Ante este tiempo político frenético solo queda tener esperanza de que se hable de lo que realmente interesa en la calle, y también que se hable de construir realmente una democracia participativa y justa.

El mercado del Congreso
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