viernes. 19.04.2024

Las mujeres custodian 30 monedas de plata para evitar el regreso al pasado

La libertad de las mujeres está en juego. El Pacto de Estado que protege a las víctimas de violencia machista se encuentra amenazado por quienes quieren derogar la Ley Contra la Violencia de Género y por aquellos que podrían permitírselo a cambio de gobernar en Andalucía.

Concentraciones simultaneas contra la misoginia se realizan simultáneamente en un sinfín de ciudades españolas. Miles de mujeres se reúnen para clamar alto y claro que sus derechos no pueden ser la moneda de cambio en un pacto de Gobierno. El 28 de septiembre de 2017 se aprobaban en el Congreso las 213 medidas de un Pacto de Estado Contra la Violencia de Género para combatir las agresiones machistas con las únicas abstenciones de Unidos Podemos y algunos diputados del Grupo Mixto. Con 278 votos a favor y 65 abstenciones, nadie se posicionaba en contra de una regulación que se proponía erradicar el maltrato y terminar con una sangría que va camino de alcanzar el millar de víctimas. Con los resultados de las elecciones andaluzas y las alianzas que se están estableciendo para adjudicarse a toda costa el Gobierno de Andalucía, los derechos de las mujeres corren peligro. ¿Entregarán las fuerzas de derechas el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que protege a las víctimas del machismo, como 30 monedas de plata que paguen la investidura de Juanma Moreno?

El candidato a presidir la Junta ha hablado de dialogar “sin cordones sanitarios” en su primera sesión del debate de investidura. Ese discurso hace referencia a sus aliados de ultraderecha recién llegados al Parlamento regional a lomos de un cangrejo. Sus primeras palabras ponen sobre aviso a la ciudadanía andaluza y son un mal augurio para quienes podrían quedar desprotegidas para posibilitar un reparto de poder que califica de cambio lo que realmente constituye un retroceso.

Tras hacerse visible en Andalucía, la ultraderecha pretende lograr repercusión en las redes sociales con mensajes provocadores y discursos de odio

Tras hacerse visible en Andalucía, la ultraderecha pretende lograr repercusión en las redes sociales con mensajes provocadores y discursos de odio que les otorguen posicionamiento gracias a los comentarios que generen sus publicaciones. Sin embargo, más allá de tanto cómic, tanto paseo a caballo por paisajes desiertos y tanto torero… se esconde la doctrina machista que pretende llamar a los malos tratos “violencia intrafamiliar” para que todo quede en casa, que quiere impedir que los colectivos feministas puedan recibir ayudas públicas para defender los derechos de las mujeres. Y si lo logran… ¿Cuál sería el siguiente paso? Tal vez sea el Ministerio de la Familia y la Ley Orgánica de Protección de la Familia Natural. ¿Les parece un viaje a la Edad Media? Pues es el programa de la ultraderecha que va a posibilitar el “nuevo” Gobierno de Andalucía. Llega con el silencio cómplice y el modelo social “natural” definido de regalo.

Programa de Vox con dos de sus 100 medidas para España Programa de Vox con dos de sus 100 medidas para España

La libertad de las mujeres está en juego. El Pacto de Estado que protege a las víctimas de violencia machista se encuentra amenazado por quienes quieren derogar la Ley Contra la Violencia de Género y por aquellos que podrían permitírselo a cambio de gobernar en Andalucía. Suprimir la legislación que permite proteger a las víctimas de sus agresores dejaría a las mujeres indefensas ante sus verdugos y contribuiría a que éstos quedasen impunes. Las concentraciones que se han realizado unánimemente en toda España han alzado la voz ante la injusticia y el desamparo al que algunos quieren someter a las féminas españolas.

Mapa de concentraciones feministas en España | Infografía: El Salto Mapa de concentraciones feministas en España | Infografía: El Salto

Ninguna alianza estratégica para conseguir poder debería poner en peligro la seguridad de quienes conforman la mitad de la población. Eliminar los mecanismos que socorren a la agredida y que le otorgan protección en un momento de extrema vulnerabilidad es tan temerario como insensato. La lacra de la violencia de género merece una respuesta legal contundente. Relajar la legislación que ampara a la víctima incrementaría la impunidad de los agresores. No es un cordón sanitario. No permite andar en la cuerda floja. La violencia machista no es un problema “intrafamiliar” es una vergüenza para toda sociedad civilizada.

Las mujeres custodian 30 monedas de plata para evitar el regreso al pasado
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