viernes. 19.04.2024

El Papa, sufrimiento y eutanasia

Cuando se ponen los focos de la cámara sobre cualquier persona hablando durante más de una hora difícil que agrade a todos, más si se tocan temas tan sensibles como el aborto, la homosexualidad, la pederastia, el feminismo, la inmigración...

Hablar sobre una entrevista de hace una semana parece ya hablar de la prehistoria, quemamos las etapas a tal velocidad que las reflexiones sosegadas, y dejando correr la espuma de la actualidad son cada vez menos frecuentes, con todo, creo que merece la pena ponerse los prismáticos para sacar algunas conclusiones.

Dicen que en política y religión todo el mundo cree tener razón, y desgraciadamente no son pocas las veces que estas se intentan imponer incluso por la fuerza. Echar la vista hacia el pasado y ver la cruel historia que muchas veces han producido, nos habla de la necesidad de ser prudente y tremendamente respetuoso a la hora de tratar temas que llegan antes al corazón que  incluso a la razón. Es extraño ver al Vicario del Dios en la Tierra dando una entrevista al que para algunos de sus fieles es un peligro rojo, separatista, amigo de independentistas, terroristas,... que antes tenía como nombre de guerra "el follonero". Lo cierto es que Jordi Évole es un gran periodista,  para quitarse el sombrero lograr hacer esa entrevista, así como su habilidad para envolver las preguntas más escabrosas o comprometidas  con un tono que parecía de confesionario o confidencia,  tocando todos los temas de actualidad.

Cuando se ponen los focos de la cámara sobre cualquier persona hablando durante más de una hora difícil que agrade a todos, más si se tocan temas tan sensibles como el aborto, la homosexualidad, la pederastia, el feminismo, la inmigración... donde muchos podemos tener una posición clara y diáfana, pero también hay una parte importante de la sociedad, la más conservadora, su público, alguno con maldad dirían sus clientes, que quizás no están tanto por la labor, ni por entender o comprender las posiciones del Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, que era menos Papa y más una persona, que opinaba de lo divino y humano dentro de una libertad limitada por su propia responsabilidad.

Ya hay quien ha salido hablando del nuevo populismo que se hace desde el Vaticano, que realiza este Papa, incluso hablan abiertamente de su tendencia peronista

Ya hay quien ha salido hablando del nuevo populismo que se hace desde el Vaticano, que realiza este Papa, incluso hablan abiertamente de su tendencia peronista, así mientras denuncia que los muros encierran también a los que los construyen y dejan tanto dolor, él vive dentro de muros de más de 10 metros de altura que tienen siglos de historia, y donde las medidas de seguridad son máximas, como corresponde a un Jefe de Estado, hay a quien se le olvida también que es el máximo dirigente político del Estado Vaticano. Se le echa en cara,  por qué su Estado concede permiso de permanencia solo a los que trabajan en la Santa Sede, e incluso cuando se acaba ese contrato laboral se extingue el propio permiso de permanencia. Otros no  terminan de entender la equidistancia del Papa en la situación venezolana, por no hablar del siempre comprometido tema de las finanzas de Vaticano... Vamos que intentar agradar a todos no lo consigue ni el Papa.

Con todo, tiene un valor especial acercar los posicionamientos de la Iglesia no solo a su mundo, se podía decir, sin faltar al respeto, vender su producto, no solo para los convencidos sino también para aquellos que siempre han mirado a la Iglesia como esa institución obsoleta, que hoy no cumple ni con los principios básicos de la igualdad, que están reconocidos en nuestra propia Constitución. Ahora que estamos ya en campaña electoral la entrevista al Papa, bien podía haber sido a un candidato a Presidente de cualquier República, donde se ponen los fundamentos de ese programa electoral con el que se presenta el máximo mandatario. Estos días la Iglesia en España ya ha entrado de lleno en campaña con sus posicionamientos en temas tan sensibles como el aborto o la eutanasia adoctrinando a sus fieles hacia donde tienen que dirigir su voto.

A veces te cuesta mucho entender que se viva tan lejos del sufrimiento de tantas mujeres y de aquellos que sólo desean marcharse de este mundo sin soportar las injustas penalidades de tanto dolor. En esta legislatura la ley de la eutanasia  que tanto sufrimiento puede evitar tampoco se aprobó por la irresponsabilidad de nuestros legisladores. El sufrimiento, el dolor por ley es una condena que ninguna persona merece, estos días hemos conocido un acto de amor incuestionable; Ángel Hernández ha estado durante más de 30 años cuidando de su mujer María José Carrasco con esclerosis múltiple, a la que ayudó a tener una muerte digna para finalizar con su situación de sufrimiento inaguantable, y es que el cuidado, el cariño, el amor no pueden ser un delito. No se debe añadir más sufrimiento al sufrimiento, esta situación recuerda a la lucha de Ramón Sampedro  que murió en 1998 reivindicando el derecho a morir dignamente y que nos conmovió a todos, sobre todo a través de esa hermosa y dura historia contada en la gran pantalla por Alejando Amenábar que es Mar adentro. 21 años han pasado, ¡qué poco hemos avanzado!

Nadie quiere ver un ser querido en esas situaciones tan lamentables, démonos la oportunidad de hacer un tránsito con el menor sufrimiento posible.

Esos casos son duros y tristes, pero son la punta de un iceberg , más de cuatro millones de personas viven solas, millón y medio tiene más de 65 años, muchas veces sin nadie que les pueda dar los cuidados y cariño que han recibido María José y Ramón. Es necesario dar pasos firmes dejar de mirar a la muerte como si no existiera, cuando todos sabemos que es el ciclo de la vida, y la falta de compasión, de empatía de instituciones como la Iglesia y ese movimiento conservador de la derecha reaccionaria, la derechita cobarde o la derecha sin complejos hacen como el perro del hortelano, ni han aprobado una ley de cuidados paliativos, ni han dejado aprobar la ley sobre la eutanasia, con todo ello incrementan el dolor de tantas personas de una manera tremendamente injusta. Nadie quiere ver un ser querido en esas situaciones tan lamentables, démonos la oportunidad de hacer un tránsito con el menor sufrimiento posible.

El Papa que ha sido tan contundente como jefe espiritual manifestando que "Una sociedad no puede sonreír al futuro teniendo a sus muertos escondidos", conmueve escucharle y sobre todo mucho más que durante tantos años se haya estado mirando hacía otro sitio, para no reconocer esa dura realidad,  tampoco una sociedad  puede sonreír permitiendo tanto dolor innecesario e injusto. Entre la palabra y la acción hay un largo camino pero hay ideas que merecen pasarlas del mundo de nuestra imaginación al mundo real "Os exhorto a la solidaridad desinteresada y a una vuelta a una ética en favor del ser humano"

El Papa, sufrimiento y eutanasia
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