viernes. 29.03.2024

-¿Cómo surgió la idea de llevar a cabo este estudio?

Se escuchaba por parte del mundo de poesía que las mujeres no tenían muchos premios, no estaban presentes en los jurados…pero se hablaba sin datos. Otros decían que qué queríamos, que en proporción ganábamos más premios, pero también se hablaba sin contrastar y este tipo de afirmaciones no sirven de nada sin una base. Como escritora formo parte de la organización Genialogías, de la que actualmente soy vicepresidenta. Se trata de una asociación de poetas que conformamos más de 60 artistas y de las que seis vivimos en Cantabria. Decidimos que era el momento de investigar y tener datos contrastados. Me encargué de llevar a cabo el estudio ya que tenía experiencia en el sector y este tipo de actuaciones deben ser muy rigurosas. Como ya estoy jubilada disponía del tiempo suficiente para hacerlo y por ello he dedicado más de dos años a investigar en profundidad los premios de poesía.

-¿Qué tipo de concursos tomaron como muestra?

Decidimos investigar todos los premios de poesía con dotación igual o superior a 5.000€ y que hubieran sido convocados tanto por instituciones públicas como privadas sin ánimo de lucro. En total investigamos 48 premios, ya que no conoces más con esas características.

Los hombres obtienen más premios que las mujeres, concretamente más del 80%

-¿Cuáles son las conclusiones extraídas del mismo?

La hipótesis de partida ha sido corroborada por este estudio. Los hombres obtienen más premios que las mujeres, concretamente más del 80%. Igualmente, los jurados están compuestos mayoritariamente por ellos y en este caso la proporción es peor aún, ya que las mujeres no llegan al 16%. Queríamos saber si se cumple la Ley de Igualdad Efectiva, que dice que en aquellos lugares donde se decide algo que afecta a ambos sexos en las instituciones públicas debe haber jurados en paridad y tampoco se da esta situación. Solo se acerca en los premios nacionales. El dato es aún peor si se tiene en cuenta que algunas de las mujeres (15%) que formaban parte de estos jurados no tenían voto, ya que eran secretarias.

También hemos podido ver como las editoriales intentan condicionar los premios. Una de ellas tiene a su editor en muchos de los jurados y se encargan de ahorrar costes haciendo que sus poetas presenten sus poemarios a estos concursos y de esta forma no gastar dinero en publicidad. Por otro lado hemos visto casos de plagio en los que se cambiaba el nombre y se utiliza el poemario entero de otro artista.

Creemos que los premios pueden ser muy importantes a la hora de apoyar a los poetas, pero debe haber más transparencia y se deben cumplir las leyes. No queremos que nos regalen un premio por el mero hecho de ser mujeres, pero tampoco que nos los quiten por ello. Sabemos que vamos a ser menos editadas, que vamos a recibir menos premios y participar en menos jurados, algo que ha venido pasando históricamente con ‘Las sinsombrero’ o ‘La Generación del 27’.

-¿Estamos viviendo un buen momento para la poesía?

Debe haber más transparencia y se deben cumplir las leyes

La poesía escrita por mujeres está viviendo un buen momento desde el punto de vista de creación y calidad. Desde Genialogías y junto a ‘Tigres de papel’ estamos reeditando a grandes poetas cuyos libros han caído en el olvido. Vemos que a lo largo de la historia la ciudadanía pierde la posibilidad de leer sus poemas porque no se les da la oportunidad que merecen. Ahora hay poetas jóvenes que salen a flote y a las que se les está dando importancia, pero también hay grandes artistas más mayores de las que apenas se escucha nada y cuya obra no se edita. En estos momentos vemos como las mujeres somos las que tenemos una mayor formación en lengua y literatura, las que mejores notas sacamos y las que más acudimos a los actos de presentación de los libros. Esto indica que el interés de las mujeres por el mundo de la cultura es muy alto y no se puede creer que nosotras, con esa formación, escribamos peor. Es un engaño total.

-¿Cómo nació su vocación por la escritura?

Recuerdo que ya lo hacía desde pequeña. Escribía poemas cuando estaba estudiando y durante  muchos años lo hice como se dice vulgarmente “para el cajón”. No me atrevía a sacarlo a la luz porque yo misma pensaba que no era lo suficientemente bueno. No tengo formación en este sentido, no soy licenciada en Lengua y Literatura, y por ello me puse a estudiar con el objetivo de tener la formación necesaria en el momento en el que quise que me leyeran.  Todo el mundo cree que cualquiera puede escribir un poema pero primero debe estudiar. Hasta ahora he ganado 15 concursos literarios y gracias a ello me publicaron mis trabajos. En este momento, tras realizar este estudio, no tengo ilusión por presentarme a.

“No queremos que nos regalen un premio por el mero hecho de ser mujeres, pero tampoco...
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