miércoles. 24.04.2024

El socialista Pedro Pérez Ferradas llegaba a la Alcaldía tras las elecciones de 2019. Aunque había formado parte de la anterior Corporación municipal y tiene una amplia trayectoria como concejal, esta es la primera vez que se pone al frente del Ayuntamiento de Marina de Cudeyo. La pandemia de la COVID-19 le ha cogido, como a todos los dirigentes políticos, por sorpresa, pero eso no le ha hecho modificar sus proyectos políticos, tan solo adaptarlos a la nueva realidad. Su municipio es uno de los que ha sufrido menos el impacto del coronavirus, algo que achaca más al azar y al comportamiento de los vecinos que a cualquier otra cosa, y destaca ante todo la labor de los trabajadores municipales para acompañar en los momentos más difíciles a los que más lo han necesitado.

Es su primera legislatura como alcalde. ¿Cómo se vive una situación como esta pandemia al frente de un Ayuntamiento?

Es una situación muy extraña para la que no estamos preparados. Además, no dejamos de ser personas, y lo hemos sufrido en otros ámbitos de la vida. Como sociedad, podemos estar preparados para muchas cosas, incluso gravísimas como atentados terroristas o la crisis económica que tuvimos. En nuestro caso, lo que hemos hecho ha sido apoyarnos en el grupo de trabajo que teníamos. Nuestras trabajadoras de atención a domicilio, nuestra policía local, nuestros trabajadores de servicios municipales y el resto de empleados han estado al pie del cañón para lo que hiciera falta y han sido claves para sacar adelante lo que más nos preocupaba durante la pandemia, que era atender a las personas que más lo podían necesitar.

¿La pandemia ha trastocado los proyectos que tenía el Ayuntamiento?

He de reconocer que no. La parte de inversiones que teníamos prevista en el presupuesto, además de ponerla en marcha muy rápido, está en ejecución o a punto de hacerse. La rehabilitación del Ayuntamiento, el cambio de césped de hierba artificial del campo de fútbol, la rehabilitación del teatro, actuaciones en centros culturales,… todo eso ya lo estamos haciendo. Sí ha podido haber retrasos por los plazos, pero no se ha parado. También está en marcha para su licitación el uso de casi dos millones de euros de remanente de Tesorería para obras de saneamiento, abastecimiento y viales. Todo el equipo de Gobierno nos hemos empeñado en sacarlo adelante, primero porque no había impedimento presupuestario, y segundo porque ahora, con más motivación que nunca, se debe poner en la calle el dinero para dinamizar la economía en momentos tan complicados. Además de la inversión propia del Ayuntamiento, el Gobierno de Cantabria está a punto de terminar el procedimiento de la obra de la carretera de Rubayo a Orejo.

Pero sí ha sido necesario ajustar el presupuesto a la actual situación…

Nos hemos estrujado la cabeza para poder hacerlo. Llevamos unos 100.000 euros de gasto en lo relacionado directamente con la COVID. En la anterior legislatura, que teníamos la Concejalía de Hacienda, nos empeñamos en hacer unos presupuestos realistas y que tuvieran un margen por si llegara algún impoderable, como ha sido el caso. Sí ha sido necesario realizar ajustes entre partidas, pero no una modificación presupuestaria. Hemos incluido partidas para la desinfección, para las mascarillas, las medidas de autoprotección en las instalaciones municipales,… Ha habido otras partidas que han bajado porque no se han podido ejecutar, sobre todo relacionadas con eventos, aunque algunos que se celebrarán en agosto sí los hemos mantenido poniendo todas las medidas que sean precisas.

Su municipio, según los datos de la Consejería de Sanidad, no se ha visto especialmente afectado por la COVID-19. Tan solo 10 casos. ¿A qué cree que se debe?

No me atrevo a valorarlo. Aparentemente, porque no sabemos la realidad de los datos en esa fase de la pandemia, nos hemos librado del virus. Sí tengo que decir que el comportamiento ciudadano durante el confinamiento ha sido muy bueno. La gente ha colaborado para crear mascarillas y pantallas de protección facial. Ha habido 91 sanciones por incumplir la movilidad, y la mayoría eran visitantes. Todo ha podido influir, pero allá por marzo a todos nos cogió por sorpresa, y creo que es una cuestión de mera suerte. Otra cosa es ahora, que están surgiendo rebrotes y son más achacables a la gestión pública o la responsabilidad individual.

Hablando de las sanciones, ¿se puede hablar de casos puntuales o ha habido un sector de la población que no ha comprendido la situación en la que nos encontramos?

Creo que más bien es puntual, pero es lo noticiable. Lo que sucede ahora es fruto de dos factores: la gente joven que se reúne de forma más multitudinaria de lo necesario, y las reuniones familiares más amplias de lo normal. Y es ahí donde se está situando el foco. Este virus se expande más rápido de lo normal y hay que tener mucho cuidado. En general la sociedad está actuando bien, pero hay momentos de irresponsabilidad que provocan lo que estamos viendo.

Ahora toca afrontar la crisis económica. De las medidas que se están tomando, ¿cuáles diría que son las que más van a notar los vecinos?

Lo principal es mantener la normalidad. Si Marina de Cudeyo, un municipio pequeño, es capaz de poner en marcha 2,5 millones de euros durante 2020, y si todos los municipios lo hicieran, está claro que la consecuencia directa para los ciudadanos, que es la creación de empleo, estaría garantizada durante un tiempo. Creo que es la medida más importante. También hemos estado muy pendientes desde Servicios Sociales de las personas que más lo necesitan. Y una cosa muy importante, que no tiene connotación económica, es que cualquier trabajador, incluso la policía local, estaba disponible para echar una mano.

¿Y en lo referente a hostelería, comercio,…?

Hemos tenido actuaciones de promoción, sobre todo en el sector hostelero, dedicando unos 25.000 euros para dinamizarlo. También retrasos en el cobro de impuestos y bonificación de la tasa de basuras, lo que es un beneficio para los negocios cerrados durante el confinamiento. Creo que las empresas han tenido una buena respuesta de la Administración. La mayoría no contaban con las líneas de actuación que ha habido.

¿Cómo está respondiendo la hostelería, el comercio y la actividad local a estas medidas?

Tuvimos muchos contactos con ellos, sobre todo en el momento de volver a abrir. Lo que encontré fueron muchas ganas de recuperar la actividad y muy pocas quejas en cuanto a lo que suponía abrir con esas condiciones. Actualmente, la situación de clientes está en unas cifras razonables. Otros comercios, como las peluquerías, ahora están más indecisos y hay un poco de prudencia. Pero en general hay esperanza de que el año se pueda salvar.

¿Qué van a suponer todas estas ayudas para las cuentas del Ayuntamiento?

Todas las medidas están dentro del presupuesto municipal, no se va a producir ningún desequilibrio. Los 100.000 euros no repercuten en ningún tipo de endeudamiento, se han tomado de otras partidas. La preocupación es una menor recaudación de lo que está presupuestado, aunque tenemos un margen. Un desequilibrio en los dos principales impuestos de cualquier municipio, que son el de vehículos y el de bienes inmuebles, sí que podría producir un déficit en las cuentas, pero por la experiencia de otros años creemos que no ocurrirá.

Marina de Cudeyo es un municipio muy turístico. ¿Cómo afronta esta nueva normalidad en verano?

No hay otra manera que pedir responsabilidad. Queremos que venga gente, creemos que las cosas están controladas aquí, y la policía local está dispuesta a actuar si la cosa se fuera de las manos en cualquiera de los lugares de ocio. Lo afrontamos expectantes y pendientes de que se cumplan las medidas como el uso de mascarillas.

¿Qué mensaje lanzaría en un momento en el que se están registrando tantos rebrotes?

Todos podemos hacer mucho desde las administraciones y las empresas, pero si cada uno nos mentalizamos cada mañana que tenemos que hacer tres cosas: ponernos la mascarilla, mantener cierta distancia, sobre todo con quien no conocemos, y lavarnos las manos, la lógica te dice que el nivel de riesgo se reduce enormemente. Los contagios se están produciendo en grupos de chavales que se desmandan un poco, no hay mascarilla, celebran y viene el contagio. O en grupos más amplios de lo que es la familia estrictamente, donde te relajas. Es comprensible y es humano. Pero vamos a pensar en todo lo que nos queda por delante y hacer un pequeño sacrificio personal de cada uno, y podremos salir ganando todos mucho.

Y ahora, después de lo que hemos vivido, ¿y cómo afronta, personalmente, la legislatura?

Hay que gobernar con objetivos, con horizontes, con proyectos que se palpen. Ir de lo concreto a lo abstracto, y no al revés. El objetivo sigue siendo el de principio de legislatura, aunque es cierto que a veces más cansado y a veces con más dificultades. Por un lado, poner al día el patrimonio y las infraestructuras municipales, y hacer las obras necesarias para que sigan funcionando durante muchos años, y por otro, a nivel de servicios, seguir trabajando en una programación cultural que, lógicamente, tendrá que ser reducido y un turismo sostenible. En definitiva, lo afronto con el objetivo de seguir creciendo y poner a Marina de Cudeyo lo más arriba posible, que sea un municipio atractivo para todos los segmentos de edad.

“Hay momentos de irresponsabilidad que provocan lo que estamos viendo”
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