jueves. 28.03.2024

Sopitas a políticos; talego al ciudadano

Un pueblo que pretenda independizarse para mejorar no puede hacerlo desde la ilegalidad o la mentira. Un pueblo que sabe adónde va tiene que definir necesariamente cómo y de dónde partir.

Si usted infringe le infligen la sanción que corresponde. No deje de pagar algo (una cuota de autónomos, por ejemplo), un recibo aunque no sea de recibo, un impuesto aunque se sienta indispuesto, la OLA que no mola, y así un  largo etcétera. Saque la pasta de donde pueda, porque, de lo contrario, le van a crujir de lo lindo, como si fuera un pan recién extraído del horno. Se oirán hasta en el Polo el triscar de sus costillas, de las ternillas; la rotura de sus ligamentos, el fluir libre hacia el desangrado de la femoral. No robe un pollo para comer, su destino puede ser el talego: correrá el riesgo de que los agravantes sean más largos que la trompa de un elefante. Pague y calle. O muera de inanición.

Ahora un grupo de políticos ha decidido pasarse la Ley por el arco del triunfo. La Ley soy yo, vienen a decir

Ahora un grupo de políticos ha decidido pasarse la Ley por el arco del triunfo. La Ley soy yo, vienen a decir. Y, en consecuencia, vulneran la legislación sin empacho ni ambages. Lo llaman el 1-O, que parece el resultado de un partido de fútbol. Y tienen razón: de momento ganan por la mínima. Cualquier pintamonas estaría ya ante un juez. Pero los citados reclaman una solución política. He ahí la diferencia entre estas señorías y cualquier señor o señora que pisa la calle. A éstos, ante cualquier vulneración, sanción. A aquéllos, veremos.

Un pueblo que pretenda independizarse para mejorar –así lo venden- no puede hacerlo desde la ilegalidad o la mentira. Un pueblo que sabe adónde va tiene que definir necesariamente cómo y de dónde partir. Y en principio la nave tiene múltiples vías de agua porque ni siquiera ha pagado el impuesto de circulación. Ni están todos los que son. ¿Qué piensan hacer con el resto? ¿Ponerles un salvavidas al cuello y que braceen a su suerte?

El Gobierno de España afirma que remontará la contienda en la segunda parte con árbitros justos. Pero parece que ese encuentro lo jugará fuera de casa y con el campo embarrado porque, según los propietarios del terreno de juego, el césped lleva impracticable in illo tempore. Conclusión: no pocos saldrán con la cara pintada. Y quizá en ambos bandos.

Sopitas a políticos; talego al ciudadano
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