miércoles. 24.04.2024

El alcalde de Cabuérniga –municipio ubicado entre los de Ruente y Los Tojos, los tres que integran el Valle de Cabuérniga–, Gabriel Gómez (PRC), ha advertido hoy martes del riesgo de desbordamiento “inminente” del río Saja, que puede afectar a viviendas de los pueblos de Renedo, Terán y Sopeña, y ha acusado tanto a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) como a la Delegación del Gobierno español en Cantabria de “mirar para otro lado”. Gómez ha realizado esta denuncia pública ante la “negativa” de las autoridades competentes a autorizar al Ayuntamiento a retirar los árboles que se encuentran “atascados” en el puente sobre el Saja y que “están provocando un desplazamiento del cauce”. “Si sube el río, se lleva las casas de los tres pueblos”, ha advertido, y ha insistido en “la gravedad de la situación” y en “los daños terribles que puede llegar a provocar”.

“Un vigilante de la CHC me ha indicado que Tragsa no cuenta con medios para intervenir”

Consciente del alcance del problema, el alcalde de Cabuérniga ha asegurado en un comunicado que ha intentado contactar con responsables de la CHC, pero sólo ha conseguido ser atendido por “un vigilante”, que le ha indicado que en este momento no puede acceder a la zona y que la empresa encargada de este tipo de labores –la pública Tragsa– “no cuenta con medios para intervenir”. Ante esa falta de soluciones, Gómez ha recurrido al delegado del Gobierno español en Cantabria, Pablo Zuloaga, con quien le ha resultado “muy difícil” ponerse en contacto y cuando lo ha conseguido “no ha servido para nada”, pues “no ha aportado ninguna solución”. “Su respuesta ha sido que van a valorar los daños”, ha añadido.

Por todo ello, el alcalde de Cabuérniga ha dicho sentirse “absolutamente impotente”, pues considera “inaudito que quien debe actuar no lo haga, aduciendo que no tiene medios” y que el Ayuntamiento no haya obtenido autorización para intervenir “dentro de sus posibilidades” con el objetivo de “paliar algunos de los problemas que sufren los cauces”. Gómez ha insistido en que espera que este “sinsentido” no acabe provocando “una desgracia para todos”.

El Gobierno autonómico espera habilitar un paso provisional que permita acceder desde Ruente al resto del Valle de Cabuérniga antes de tres semanas “si las condiciones climatológicas lo permiten”

Por otro lado, el Gobierno de Cantabria (PRC/PSOE) estima que antes de tres semanas “si las condiciones climatológicas lo permiten” podrá habilitar un paso provisional en la CA-180, en el pueblo de Ruente –capital del municipio homónimo–, una vez que se retire parte de la tierra caída y se construya un muro de refuerzo que sujete la carretera en el tramo afectado desde el pasado jueves por un argayo que ha dañado el puente sobre el Saja y cortado la carretera, impidiendo el acceso desde Ruente al resto del Valle de Cabuérniga. Estos trabajos, que han comenzado hoy, resultan imprescindibles para permitir el paso de vehículos en condiciones adecuadas de seguridad. Vecinos del Valle de Cabuérniga se han quejado de que este argayo mantiene “aislados” a numerosos vecinos de la zona, que ahora se ven “obligados a hacer 60 kilómetros para un trayecto que era de diez”.

El consejero de Obras Públicas, José María Mazón (PRC), ha visitado a última hora de esta mañana las actuaciones en la zona y ha expuesto a los tres alcaldes del Valle de Cabuérniga –el de Ruente, Jaime Díez Villegas (PRC); el de Cabuérniga, Gabriel Gómez (PRC), y la de Los Tojos, Belén Ceballos (PP)– la solución adoptada para habilitar cuanto antes una vía de paso para los vecinos. Mazón ha explicado que los sondeos y el estudio geotécnico de la zona efectuados por el Gobierno autonómico han permitido identificar que el argayo continúa deslizándose sobre la roca que lo soporta y empujando hacia el río la carretera, que actúa como contrafuerte al corrimiento de la tierra.

“Si sube el río, se lleva las casas de los tres pueblos”
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