martes. 23.04.2024

Las vacaciones de mis sueños

Cuando empiezas a rellenar el cuestionario para realizar la reserva ya te encuentras con que no era oro todo lo que relucía, el precio era lo más básico donde hay que sumar, si quieres vistas al patio, a la carretera...

En estos tiempos de verano, somos muchos los que cogemos unos días de vacaciones y aprovechamos para conocer mundo, nos metemos en "el internet ese" como dice mi suegra, y allí nos ofrecen el paraíso al alcance de tu mano, a la puerta de tu casa, vamos, como los melones. Viajes espectaculares, destinos paradisiacos y todo al módico precio de...

Cuando empiezas a rellenar el cuestionario para realizar la reserva ya te encuentras con que no era oro todo lo que relucía, el precio era lo más básico donde hay que sumar, si quieres vistas al patio, a la carretera... si vas a desayunar pues a acoquinar, sigues completando y ves un precio que parece final, vas con tu tarjeta a pagar y  es una falsa ilusión, el precio no sabes cómo pero ¡milagro! esa cantidad ha seguido aumentado, que si una maleta, que si un seguro que tú no sabes como ha llegado ahí si no lo habías pedido. Y tienes dos opciones volver a empezar, puedes tardar lo tuyo, o total por unos euros más vamos a cerrar el viaje que llevas una mañana para meter cuatro datos.

Si tienes suerte, pasas el control donde tienes que sacar hasta el cepillo de dientes, ya se sabe que en un avión cualquier objeto puede ser un arma de destrucción masiva

Una vez has pagado es un alivio, ya tengo mi viaje, pero hay de ti que la fortuna te acompañe, que lo adquirido o contratado tengas suerte y se parezca a lo ofrecido. Existe una leyenda que dice que si, que algunas compañías de estas que funcionan por internet cumplen escrupulosamente con lo que anuncian. Claro también sabemos que hay a quien le toca la lotería, aunque el normal de los comunes, como mucho, conoce a uno  que conoce a otro que le ha tocado. Aquí puede pasar algo parecido.

Después de no se cuántos correos con publicidad sobre todo lo divino y humano de esa compañía mayorista con que has contratado, donde entre tanta oferta publicitaria está tu vuelo, y la reserva de hotel, debes tener cuidado no equivocarte y borrarlo por accidente pensado que era un correo no deseado, eso que llaman spam.

Una vez atravesada la maraña de ofertas no deseadas, de correos que repiten lo mismo, con la única intención de a ver si te pueden sacar algunos "cuartos más", consigues , de haber sido capaz y tiene mérito que tú sólo o en compañía del listo de tu cuñado, sacarte las tarjetas de embarque. Allá te presentas tú y tus circunstancias rodeado de la family a pasar un días en a tomar por... Con unos vuelos con escalas que hacen el precio un poco más económico.

Normalmente la primera en la frente, miras esa enorme pantalla para buscar tu vuelo, después de ponerte la gafas de lejos ves con desolación que tiene retraso... (y puede ser peor, basta con observar a muchos clientes de Ryanair) con la resignación que nos caracteriza a los consumidores vas raudo y veloz hacia la ventanilla de información de tu compañía, o a facturar esa maleta que parece lleva piedras dentro... Recibidas las oportunas explicaciones, si tienes suerte, pasas el control donde tienes que sacar hasta el cepillo de dientes, ya se sabe que en un avión cualquier objeto puede ser un arma de destrucción masiva. Esperas al otro lado de la muga pacientemente tomando el café del aeropuerto que lo encargan directamente al muy cafetero ese del anuncio, por el precio que te cascan sin anestesia ni nada, si pides algo para acompañar corres el riesgo de quedarte sin efectivo para todas las vacaciones. El tiempo pasa pero llegará un momento donde verás una larga fila en la puerta del mostrador que te toca y como todo llega pues subes a avión. Primera etapa de montaña superada.

Sin demasiadas incidencias el vuelo llega a su destino con unas horas de retraso, hemos llegado sanos y salvos que es lo importante, ahora a por las maletas

Una vez en el mismo, te das cuenta que lo asientos no van seguidos, tu mujer está en la fila 24 y tú en la 42, bueno al menos los niños van con ella que eso siempre es más seguro. Si tienes suerte, además de lotería te ha tocado el cupón, igual tu compañía te da un zumo y algo que dicen que es un sándwich que te dan ganas de llamar a sanidad para que analice eso, por el sabor no estás muy seguro que eso pueda ser ingerido por personas humanas. Si viajas en una compañía de vuelo barato, low cost o algo así las llaman, te va a parecer que estás en una tómbola o en el bingo, te intentan vender hasta calzones por si... El tiempo pasa y al final llegas al aeropuerto ese alemán donde te han dicho debes hacer escala, bajas a todo correr, como había retraso tienes miedo a perder el vuelo, corres por el aeropuerto como si no hubiera un mañana, los niños primero que son más rápidos, seguidos muy de cerca por la suegra que no sabes cómo, pero con la cadera operada es más rápida que tú, tu señora te saca dos cabezas, y tú que llevas el equipaje de mano de medio avión sudas como si estarías en una sauna. Se oye la voz de tu señora, "vamos Paco que lo perdemos, que los perdemos..." Tú no sabes qué perdemos, si son los niños, la suegra, o la vida en esos mil metros vallas por el aeropuerto. Ves el número de tu puerta,  echas el freno de mano, miras y oyes a una voz que el viaje con destino a  tomar por... ha cambiado su puerta de embarque y será la número, que seguro con la suerte que estoy teniendo estará en la otra esquina del aeropuerto. Bueno no hay tiempo para diálogos, enfados y menos para pensar, vuelta a las carreras por derecha te pasa una señora con un carrito de niños, por izquierda unos melenudos con tatuajes hasta en las pestañas, tu mujer tira de su madre, que a la vez empuja a los niños, aunque por los pelos has llegado a la meta, y te preguntas dónde está el que pone las medallas porque esto si que las merece.

Volvemos a repetir la operación, búsqueda de asientos en estos ha habido más suerte, te han tocado los niños, madre e hija juntos, después de tantas emociones tu corazón no está para turbulencias, sólo quieres cerrar los ojos y soñar con ese hermoso hotel. Sin demasiadas incidencias el vuelo llega a su destino con unas horas de retraso, hemos llegado sanos y salvos que es lo importante, ahora a por las maletas, seguir al personal hasta la cinta transportadora y allí después de una espera que parece que las maletas han venido en otro avión van apareciendo cuando vez la tuya, una alegría llena tu interior, aparece la segunda, y la tercera... pero la cuarta, qué pasa con la cuarta que no sale, el tiempo pasa, casi te quedas sólo, la maleta no aparece, nervios otra vez, no puede ser no me puede pasar a mí.

El vecino de asiento comenta que a él una vez le perdieron tres de la cuatro maletas que llevaba y todavía dos años después no le han aparecido. Piensas vaya cenizo para qué me cuenta esto, hasta que te das cuenta que a él tampoco le aparece la suya, te temes lo peor, pero no, tú, Paco eres un tipo con mucha suerte allí está la maleta que faltaba, te vas mirando con pena al cenizo, pensando pobre hombre tan joven y vaya vida más dura le espera...

Ahora a coger el taxi y al hotel, a disfrutar de "las vacaciones mis sueños" qué con tantos nervios... pero ya, sabe "lo que no mejora..." Continuará

Las vacaciones de mis sueños
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