martes. 23.04.2024

El equipo dirigido por Marcelo Stefano ha fichado al opuesto Martin Dimitrov, un búlgaro de 20 años que el propio entrenador conoce a la perfección. Las primeras palabras del jugador fueron: “repito con Marcelo viniendo los de L´Illa Grau después de haber hecho una temporada muy buena y eso me animó a dar un paso adelante en esta aventura”, dando a entender claramente la buena sintonía que tiene con el técnico.

El joven deportista admitió sentir mucha curiosidad por su nuevo equipo, ya que en alguna ocasión ha jugado como visitante en el Matilde de la Torre: “Siempre me atrajo el Voley Textil, ya que me llamaba mucho la atención, aparte de su juego, esa afición que siempre les anima en las buenas y en las malas y hace que siendo visitante sea muy complicado jugar, pero siendo local tiene que ser una satisfacción enorme”, un claro guiño a la afición de Cabezón que tanto apoya a su equipo y hace que sea el capital más importante de la entidad.

A pesar de su juventud, Dimitrov posee un buen currículum, tiene experiencia en la máxima categoría del voleibol español. Ha militado en el UBE L´Illa Grau y en el CV Melilla. De igual forma, defendió en la Superliga 2 las camisetas de Voley Playa Madrid y AD Cáceres, como recoge Aquí Hay Pelotas.

En cuanto a las virtudes o puntos fuertes de su juego, el mismo jugador reconoció: “siempre trato de ser positivo y pienso que este año el equipo dará mucha guerra y cada uno de nosotros creo que buscaremos estar plantando cara y luchar a todos los equipos por todo”. De igual manera, sobre su equipo el búlgaro solo tuvo palabras de elogio, “los jugadores siempre se caracterizan por ser muy guerreros y mucho más la grada, la cual es impresionante”.

El equipo de Cabezón de la Sal, con este último fichaje va completando la plantilla de cara a una temporada que se avecina con muchas dudas y preguntas, en la que para el club cántabro disputará su séptima participación consecutiva en la máxima categoría del voleibol nacional.

El Voley Textil Santanderina incorpora a Martin Dimitrov
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