viernes. 19.04.2024

Carmena, Ramón, Errejón y más leña

Lamentablemente los representantes públicos usan la hipocresía, la mentira descarada haciendo cierto "haz lo que digo y no lo que hago". Ver todo con las gafas de madera no merece la pena, guste más o guste menos, mal harán los que quieren acabar con Podemos, desde dentro o fuera, luego los echaremos de menos, ha sido capaz de llevar a las urnas y a las instituciones una parte importante de nuestra sociedad que se sentía olvidada, marginada y no representada, no reconocerlo es ser injustos.

Hay que reconocerlo Iñigo Errejón cae bien, bueno ahora no tanto a algunos, te gana su imagen joven y amable, sus formas, ese lenguaje inclusivo con toques progres, con esa cara de niño formal, de hijo modelo, incluso de empollón simpático, con ese tono reflexivo donde te puede colar la mayor sin pestañear. Errejón es un líder al que le falta pasar por las urnas para confirmar si tantas expectativas son ciertas, al parecer no estaba dispuesto a hacer ese transito con compañeros que no fueran de su confianza, en política los programas son importantes, pero parece que los compañeros de viaje muchos más. 

Estos días ha hecho un triple salto mortal sin red, cuando el común de los humanos se estampa contra el suelo, él ha sabido envolver lo obvio, una deslealtad, en un ejercicio de funambulismo admirable.  Ante las cámaras, una vez perpetrada la huida hacia nuevos territorios y cuando le pillan con las maletas en la mano, cuando todos admitimos el viaje o la fuga, vaya ud. a saber, él hace cabriolas orales para que miremos el dedo y no el cielo, como el truco del mago que mantiene nuestra atención mirando hacia su mano izquierda y con  la derecha te la cuela. 

Con ese verbo fácil y mientras describía el cielo de Madrid, después de dar unas cuantas puñaladas cariñosas a su viejo amigo,  con la mirada puesta en el infinito podía decir como Otelo  "yo que he sido uno de los creadores principales de Podemos, que lo llevo tatuado en mi piel, que me he dejado las huellas trabajando por ese partido, nunca hubiera esperado que Pablo manchara mi daga con su sangre".   

Hay personajes que cuando hablan suben los votantes... de otros partidos. 

Al igual que los profetas anunciaba haber recibido el noble encargo de ampliar la base electoral, de llevar a los suyos al triunfo final, bueno a las instituciones en este caso igual está más cerca. Con más razones después de ver el abismo, de sentir el aviso, que le han dado desde Andalucía, nos decía que no le ha quedado más remedio que abrir nuevas vías, así como el profeta que tiene que separar los mares para que pasen los suyos en las listas, y lo que es bueno para el Ayuntamiento de Madrid, será bueno para la Comunidad de Madrid, para Cantabria...  ese "núcleo irradiador" de consensos de Iñigo será bueno entonces en toda España. Solo le faltó aseverar, para unir a todos en esta "casa común" empezamos por partir Podemos, para celebrar el primer quinquenio de la formación, paradojas de la política, donde tantas veces los personalismos y relaciones marcan la estrella que los guía.

No es menos cierto, que algunos han llenado de sal gorda esta salida, y los puñales guardados desde hace tiempo han sido desenfundados, se les notaba con ganas, ya se sabe que "no hay peor cuña que la de la misma madera".  Las descalificaciones muchas veces dejan en mal lugar al que las pronuncia, requieren del arte de la verdad, de la gracia e incluso de magnanimidad. Hay personajes que cuando hablan suben los votantes... de otros partidos. Los que están enfadados con la vida, cada vez que escuchas su voz piensas ¿qué hemos hecho mal?, alguna nos cae hoy, te tienen acongojado, expertos en la materia, como se decía hace mucho tiempo, van repartiendo "hostias como panes" y han creado escuela de Mayoral, capataz o jefe de cuadrilla... Por allí pasaba Ramón Espinar, se llevó lo suyo y lo que no le correspondía, dejando los cargos y creando más dudas sobre ¿qué pasa en Madrid?, pero los problemas son virus que ya existían en casi todas las comunidades. Demasiados enfrentamientos y poca autocrítica, un éxito y crecimiento muy rápido con demasiado enemigos y los cimientos muy tiernos.

El otro Pablo, el que acusaba "al niño traidor" de estar en el Congreso "ya que de algo tiene que vivir", aunque luego haya pedido perdón, el hachazo ya estaba dado y cortada la cabeza del diputado Errejón, por los mismos que mañana negociarán para unir lo que hoy se ha partido. Se tendrán que entender, cicatrizar las heridas, sacar los cuchillos lanzados estos días, por el camino puede que muchos se aburran y les manden al rincón de pensar.  En estas estábamos por la capital del reino, con Carmena y Errejón echando más leña a ese fuego que nunca se apaga en la izquierda. 

En estas estábamos por la capital del reino, con Carmena y Errejón echando más leña a ese fuego que nunca se apaga en la izquierda

Lejos quedan los tiempos de las discusiones teóricas sobre las ideas de Chantal Mouffe, Laclau, Gramsci, de las diferencias de derecha e izquierda, se pasaba a los de abajo contra la casta de arriba, el pueblo en contraposición a la élite, el conflicto sin miedos como arma política, en una economía globalizada donde el capitalismo financiero mueve los hilos de la política, la frontera ideológica se va diluyendo hay explotados y  explotadores...

La Alcaldesa Manuela se movía en otra órbita, no quiere pagar hipotecas pasadas, ha puesto su escudo protector a sus más allegados, casualmente muchos afines a Errejón, y con las encuestas en la mano se han olvidado fidelidades, que tantos dolores de cabeza les han dado. Armonizar Ayuntamiento y Comunidad un objetivo, soltar lastre otro. Iñigo por su parte dejaba su epitafio en el Congreso "vine a hacer política no a quedarme en ella", la cruz de la moneda  "vengo a servir y no a servirme", pero cuántos nos la han colado y nos dijeron "no os voy a fallar".  

Lamentablemente los representantes públicos usan la hipocresía, la mentira descarada haciendo cierto "haz lo que digo y no lo que hago". Ver todo con las gafas de madera no merece la pena, guste más o guste menos, mal harán los que quieren acabar con Podemos, desde dentro o fuera, luego los echaremos de menos, ha sido capaz de llevar a las urnas y a las instituciones una parte importante de nuestra sociedad que se sentía olvidada, marginada y no representada, no reconocerlo es ser injustos.

 

Carmena, Ramón, Errejón y más leña
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