miércoles. 24.04.2024

Las lágrimas que no cesan

Quien con su actitud comete estos actos, no sólo se está fotografiando como persona, sino que también está cometiendo uno de los delitos más deleznables que debe tener una denuncia social contundente, que haga posible que el personaje, el reo, tenga su justo castigo, y las medidas necesarias para que no se vuelva a repetir el mismo. 

"Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo."  Así se manifestaba Eliezer Wiesel, Nobel de la Paz 1986 y superviviente de los campos de concentración, ese silencio es uno de los mayores cómplices de quien abusa de su posición dominante para someter, vejar, y maltratar a los demás.   Quien con su actitud comete estos actos, no sólo se está fotografiando como persona, sino que también está cometiendo uno de los delitos más deleznables que debe tener una denuncia social contundente, que haga posible que el personaje, el reo, tenga su justo castigo, y las medidas necesarias para que no se vuelva a repetir el mismo. 

Frases como "la maté porque era mía" que suponen una posesión inmoral y distorsionada de toda realidad, han hecho un gran daño"Lo que pasa en mi casa se queda entre estas cuatro paredes", y "en la relación de una pareja los demás dan tabaco", son muros para tapar los ojos a una injusta realidad.  La violencia de género es un lacra que no cesa. No sirve de consuelo eso de que ahora se denuncia y antes se ocultaba, siendo verdad en parte. No hace más que mostrar los síntomas de una grave enfermedad que tiene nuestra sociedad y que en su conjunto tiene que trabajar contra ella.

Hay mujeres que incluso no son conscientes de ser víctimas de violencia psicológica, económica o sexual, las cuales no dejan marcas tan visibles como la violencia física, pero pueden producir más dolor

Hay mujeres que incluso no son conscientes de ser víctimas de violencia psicológica, económica o sexual, las cuales no dejan marcas tan visibles como la violencia física, pero pueden producir más dolor.  La violencia de género es un problema global, que se encuentra muy lejos de estar resuelto, son un río de lágrimas que no cesa, un mar de dolor que no desaparece. Que los casos más graves los conocemos un día si y otro también, por los medios de comunicación, y los que no tienen ese extremo que acaba con la vida de tantas mujeres, siguen escondidos en el ámbito de la intimidad, con unos culpables que muchas veces se diluyen escondidos en un oceano de excusas. 

La necesidad de tomar medidas que protejan a la víctima es imprescindible, que existan los medios adecuados para la presentación de la denuncia, para sacar el problema del pozo de esa intimidad que pone obstáculos a las posibles ayudas, de unos servicios sociales adecuados que tengan el tacto y sobretodo, los medios necesarios para prestar la ayuda que se necesita en situaciones tan delicadas, el trabajo de prevención, de educación en valores positivos, en el respeto a los derechos humanos, que nos hagan dar pasos decisivos para lograr una comunidad más justa.

Es preocupante la falta de conciencia, incluso, de estar cometiendo un delito por parte de personas muy jóvenes, que se creen con derechos que ninguna norma les concede, y un control del otro, que además de hablar de una inseguridad como para mirársela, son fuente de conflicto

Es preocupante la falta de conciencia, incluso, de estar cometiendo un delito por parte de personas muy jóvenes, que se creen con derechos que ninguna norma les concede, y un control del otro, que además de hablar de una inseguridad como para mirársela, son fuente de conflicto.  "Una de cada tres mujeres puede sufrir abuso y violencia durante su vida. Esto es una abominable violación de los Derechos Humanos, pero continúa siendo una de las pandemias más invisibles y poco reconocidas de nuestro tiempo." Nicole Kidman.  La falta de evolución de la humanidad se pone de manifiesto con el maltrato al más indefenso,  con asesinatos como el de Joana, emparedada en el cuarto de contadores por su marido. 

En Argoños, un pequeño pueblo de la Cantabria afectado por las sentencias de derribo, este sábado el colectivo de AMA y amigos del Mercado Ibicenco se han manifestado contra la violencia de género al grito de "ni una, ni una agresión más" . Por una sociedad libre de violencia, donde las mujeres no pasen miedo por su condición de mujer,  donde nadie se sienta con derechos sobre los demás que no poseen, donde las lágrimas cierren y sequen ese manantial de dolor, y donde todos podamos dibujar una amplia sonrisa por estar más cerca de ese mundo mejor y más justo.

Las lágrimas que no cesan
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