jueves. 25.04.2024

Lo mejor está por llegar

Nos saquean las eléctricas y el gobierno, este como los anteriores, todos tienen algo muy valioso que proteger, esas puertas giratorias que les solucionan la vida pasando del Consejo de Ministros al Consejo de Administración. ¿Habremos tocado suelo?, ¿se puede ir a peor?

Uno ya no sabe ni por dónde empezar, las noticias se agolpan unas tapando a las otras. El asalto al Capitolio es ya historia para vergüenza de la mayoría de los estadounidenses. Por aquí pasó Filomena, la borrasca que dejó su gran y grueso manto blanco, sobre todo en el centro de España, aunque muchos nos hayan hecho pensar que solo nevó en la capital del reino.

Es lo que tienen los centralismos, se creen el ombligo del mundo, lo peor cuando a los demás también nos intentan convencer de ello. Antes de que se acabaran de hacer los primeros muñecos de nieve, ya estaban las peleas entre las Administraciones, algo que tanto gusta y divierte a nuestros responsables políticos, que se pasan la vida diciendo lo mal que lo hacen los demás, para tapar sus miserias, y no pocas veces sus ineptitudes.

Lo de la Comunidad de Madrid y el Gobierno de España, es una para vergüenza de los madrileños y de todos los demás. Estábamos todavía tirándonos bolas de nieve, cuando apareció "el Nostradamus moderno", el comodín del gobierno para sanidad, el Sr. D. Fernando Simón, en lugar de ponerse rojo él, y el ministro salvador de todos y en especial ahora de los catalanes, con dos... palabras nos echaron las culpa a nosotros, ¡leches!, que hemos disfrutado de unas navidades por encima de nuestras posibilidades. Siempre hay excepciones, pero la mayoría incluso no hemos puesto autolimitaciones.

Habían manifestado que era una insensatez la campaña de "salvemos la navidad", lo que había que salvar era vidas

El que escribe, lo ha pasado muy mal, por primera vez en más de 50 años no he podido estar con mis padres octogenarios, por responsabilidad, porque a veces querer significa de verdad renunciar. Un tiempo donde alguna lágrima a escondidas se me ha podido caer, ya que a veces tienes miedo que en estos tiempos tan confusos, y cuando la edad va avanzando, las oportunidades de abrazar a los que quieres puedan ser menores. Bueno disculpen, que había perdido el hilo y me había metido en mi interior. Después del esfuerzo que muchos hemos hecho con el fin de intentar que el puñetero virus no entrase en nuestro círculo, oír las palabras de Sr. Simón producen un enfado considerable, sobre todo porque por activa y pasiva los expertos, esos por los que han justificado tantas actuaciones, habían manifestado que era una insensatez la campaña de "salvemos la navidad", lo que había que salvar era vidas.

Soy de los que cree que su tiempo ya ha pasado, que le deben dar un diploma de agradecimiento por los servicios prestados, y que otra persona con mayor credibilidad ocupe su lugar, él ahora está quemado, y según pase el tiempo será peor para el Sr. Simón y para nosotros. El problema es cómo se va a marchar un colaborador, cuando el propio Ministro de Sanidad es el candidato a Presidente de la Generalidad, y no ha tenido la decencia de dejar su cargo. En esta pandemia, el Ministerio de Sanidad, ese que parecía simplemente un adorno en el ejecutivo, la mala suerte de todos ha hecho que pase a ser el ministerio más importante del actual Gobierno. Al menos para la mayoría, que consideramos la salud el bien más importante a proteger.

A veces cuando recuerdo lo que he escrito, sobre estos responsables y portavoces, alabando su trabajo, discutiendo con otras personas; porque creo sinceramente que han hecho una buena labor en momentos muy complicados, con errores, seguro; pero quién no los hubiera cometido. Les hemos visto trabajar duramente, incluso se notaba en su físico, son muy valorados por la sociedad que sabe apreciar cuando alguien se está entregando; verles perder ese capital de credibilidad, por falta de dignidad, por no saber cuándo hay que dejar un puesto, te da pena y un poco de amargura. Todos necesitamos referentes en la sociedad, gente en la que creer y admirar, y el ídolo caído es como el espejo roto, tiene difícil solución.

Dicho esto, que no se vayan de rositas los que su única aportación, cuando todos lo estábamos pasando mal, y peor, ha sido la crítica cruel y destructiva, sin ninguna aportación. Ya lo decían hace muchos años "por sus hechos les conoceréis". La pandemia no nos da tregua y amenaza con confinarnos otra vez, a no ser que pase el caso insólito de Sudáfrica, que cuando estaban esperando una mayor incidencia del virus, este se frenó e incluso los expertos, que tienen explicación para todo, sobre todo una vez pasada la situación, allí no acaban de saber a qué se debe. Aunque la verdad es que nuestra suerte no parece que vaya por ese sendero. Las noticias cada vez son más preocupantes, el número de contagios, de ocupación de las UCIs sube, y los fallecidos aumentando.

La economía solo puede ir bien, si los ciudadanos tienen salud

Siempre con la dicotomía entre salud y economía, cuando no debiera haber dudas, la economía solo puede ir bien, si los ciudadanos tienen salud... Los expertos, al igual que en diciembre, vuelven a decir que cuanto antes se tomen medidas restrictivas del contacto entre personas, más posibilidades tenemos que esto no sea tan duro. Ahora contamos con una herramienta que nos da una mayor esperanza a todos, las vacunas. De esto también podríamos escribir y no acabar, qué ha pasado, por qué se ha retrasado la vacunación en muchas Comunidades, a veces los que más hablan son los que más necesitan el silencio.

Bueno, pues si todo esto no era poco, para iniciar la cuesta de enero, el oligopolio de las eléctricas nos ha obsequiado con una de las mayores subidas en el recibo de la luz. Hemos pensado "al menos hay un gobierno que cuando estaba en la oposición aseguraba que había que bajar el IVA al 4%, crear una compañía estatal, regular mejor el mercado..." Pero ¡oh, sorpresa!, craso error, lo prometido como siempre un espejismo para ilusos. 

Las eléctricas forman un oligopolio de grandes y prósperas empresas, en un mercado sin competencia, un chollo donde nosotros encendemos la luz, las calefacciones... y ellos llenan sus cuentas corrientes con ganancias en forma de millones de euros, que nosotros les ingresamos sin tener otra alternativa.

Para el Gobierno de turno un chollo, una bicoca, nos cobran el IVA, el 21%, uno de los más caros de la Unión Europea, esa a la que siempre aspiramos a parecernos. Como todos los impuestos indirectos el Kw/h. le cuesta igual al millonario que al parado, la demagogia que nos han hecho con esto todos los partidos es de órdago a la grande. Las disculpas del gobierno suenan a oídas muchas veces, decir o insinuar que no se baja el IVA de la factura de la luz porque Europa no lo permite, ya lo habías oído con las mascarillas y el ridículo de algunos es espantoso, pero nosotros a apoquinar, a pagar y como mucho nos queda el famoso recurso,  el del  pataleo.

Nos saquean las eléctricas y el gobierno, este como los anteriores, todos tienen algo muy valioso que proteger, esas puertas giratorias que les solucionan la vida pasando del Consejo de Ministros al Consejo de Administración. ¿Habremos tocado suelo?, ¿se puede ir a peor?

Menos mal, hoy me he levantado con el optimismo subido, que si no... Bueno, haciendo también de aprendiz de pitoniso, algo bueno nos tiene que pasar, y lo mejor está por llegar.

Lo mejor está por llegar
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