viernes. 19.04.2024
La opinión de
Luis del Val

Luis del Val

Ya no hay puertas giratorias

La esposa del presidente del Gobierno de España no va a cometer la grosería de aprovechar el Palacio de Oriente para establecer citas, a nadie se le ocurre, pero tendrá ocasión de llamar al día siguiente a través de su secretaría, no la de Moncloa, sino la de la empresa privada que la ha contratado.

Patadas a la Constitución

Voy a defender al político moliente y corriente, cuyos derechos se pisotean sin que a nadie le escandalice. Ciudadanos pide el castigo para la persona que esté investigada, aunque luego sea declarada inocente, si se dedica a la política. Se pide también una declaración de bienes. Resumiendo: discriminados ante la Ley y discriminados en la privacidad.

Capacidad de destrucción

Los políticos tienen un extraordinario poder para destruir las sociedades que les han elegido, pero esos poderes se los hemos concedido nosotros. 

Nombre: Guerra, apellido: Religión

El Estado Islámico, a través de su revista oficial, destaca que el objetivo es llegar a Roma. Estos criminales son muy antiguos, tanto que todavía quieren desarrollarse en el seno de una sociedad teocrática, debido a la melancolía de que entonces eran grandes y poderosos... hasta que vino Lepanto.

Tontos y corrupción

Comienzo a albergar la sospecha de que esa renuencia a castigar a los corruptos y dejarlos fuera del partido podría deberse a falta de banquillo, es decir, a la terrible realidad de que los que se dejan corromper son los más preparados y, si se hace una limpia, queda un amplio ejército, abundante en número, pero repleto de incapaces.

Taxonomía de gilipollas

Siempre que hay un atentado del radicalismo musulmán surge una pléyade de gilipollas que conviene clasificar para poder identificarlos correctamente. Y, según un somero estudio, aparecen tres grandes grupos, debidamente diferenciados.

Huelga y despropósito

Los motines siempre han respondido a alguna causa y, la mayoría de las veces, el amotinado va más allá de lo razonable. Y puede ocurrir una desgracia. Porque una cosa es el derecho a la huelga y, otra, el inexistente derecho al escarnio, el desprecio y el maltrato al ciudadano.

Las gracias malditas

Hay que ser un ignorante de estas cosas que sucedieron en este siglo para ejecutar la maldita gracia de emplear el retruécano en dar vivas a una banda cruel y sangrienta como ETA.

La gran triunfadora

Hace muy poco, en los preparativos de la fiesta, estaban todos preocupados, obsesionados, atosigados por el paro, pero ha llegado el resultado de la Encuesta de Población Activa, con unos resultados positivos en cuanto a creación de empleo y disminución del paro y, a estas horas, no sabemos si el dato les ha alegrado o están cabreados.

Sería un fraude

Hasta ahora, lo único que hemos comprobado es que la ideología la han dejado los partidos colgada del guardarropa, obsesionados por multiplicar sus grupos para obtener más dinero, ese dinero que pagamos los contribuyentes, como han dejado demostrado los de la casta, los de la neocasta y los de la anticasta.

Rivera o el síndrome de Suárez

Rivera está más a sus anchas con Pedro Sánchez que con Rajoy, que tiene más edad y que a Rivera le parece que le va a aconsejar paternalmente, cosa que no aguantaba Suárez de Fraga.