Se ha agotado nuestra paciencia. Si ya demostramos que esa carretera es un derecho y no una promesa política, no debemos dejar que sean los políticos los que marquen los tiempos cuando nos jugamos la vida.
Se ha acabado el chantaje político a Liébana; ya no vale subir cada cuatro años a Potes a pedir el voto afirmando que si votan a tal o cual candidato, se acondicionará el Desfiladero de la Hermida.
Son estos cargos públicos los que más ruido están haciendo en contra de Buruaga; pidiendo su suspensión cautelar.
En la comarca de Liébana hay 7 ejemplos de estos Reinos de Taifas del siglo XXI. 8 si contamos con Peñarrubia. Un territorio de 629 kilómetros cuadrados con apenas 6.000 habitantes y nada menos que 58 concejales y 8 alcaldes. Un territorio ingobernable y cuyo desarrollo de políticas públicas comunes es imposible.