viernes. 19.04.2024

La coleta de Pablo y las barbas de Pedro

España, alguien lo olvida, es una nación. Si Sánchez aprende mucho de Iglesias y nada de Feijoó, que ponga las barbas a remojar, porque ya habrá visto una coleta en el suelo de la barbería.

Las elecciones del pasado domingo dejan claro que: 1.- Quien viene de gobernar es muy factible que vuelva a hacerlo. 2.- La coalición de gobierno que manda en España fracasa en el extrarradio. 3.- Podemos se la pega y el PSOE se estanca. 4.- Los nacionalistas engordan. 5.- Las cesiones a los rupturistas benefician a éstos y penalizan a quienes ceden.

Si el Gobierno de la nación pone en oferta las exigencias de los nacionalismos, con más motivo habrá que votarlos en las autonomías

Si Sánchez está buscando un motivo por el cual su PSOE se ha convertido en tercer partido en Galicia y País Vasco que mire hacia sí mismo y de reojo al vecino de vicepresidencia. Si el Gobierno de la nación pone en oferta las exigencias de los nacionalismos, con más motivo habrá que votarlos en las autonomías. ¿Para qué necesitan los vascos un PSOE fuerte si éste se empeña en reforzar por acción u omisión a PNV y Bildu en sus territorios? Mejor elegirlos directamente. ¿Y para qué necesitan los gallegos un Podemos fuerte si su lenguaje, formas y modo de entender el Estado coinciden en buena parte con lo que defiende el BNG? Mejor el Bloque. Consecuencia: tortazo podemita hasta la desaparición.

Mientras el Gobierno de España se haga de miel, el PNV seguirá su idilio diario con el chacolí  y las rosas. Y Bildu, cada vez más cerca. Con el PP, C’s y Vox en números pírricos solo el PSOE podía mantener el pabellón constitucionalista tradicional en Euskadi, pero los socialistas de Sánchez (y esto no engloba a todo el PSOE) parecen profundizar sus axiomas en aras de pescar no se sabe qué. Porque quienes hacen faena son los independentistas.

Lo de Podemos no es sorpresa porque es conocida su querencia a desmenuzar España como si fuera un queso. Si falla en su estrategia, otros la retomarán. Pero el impacto será cada vez mayor cuanta más dejación haga el PSOE como partido nacional. Y España, alguien lo olvida, es una nación. Si Sánchez aprende mucho de Iglesias y nada de Feijoó, que ponga las barbas a remojar, porque ya habrá visto una coleta en el suelo de la barbería.

La coleta de Pablo y las barbas de Pedro
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