miércoles. 24.04.2024

Muy mal, sentencia el Constitucional

Los beneficiarios de la amnistía fiscal ilegal no tendrán que devolver nada ni mucho menos pagar nada más. Lo dice la sentencia del alto tribunal, que identifica el pecado, pero renuncia a abrir el purgatorio para los defraudadores.

El Gobierno hizo una amnistía fiscal ilegal enmascarada en un término eufemístico de difícil nombre. Lo ha sentenciado el Tribunal Constitucional. Si usted hace algo que contravenga la ley –aunque sea nimio– le caerá todo el peso de la Justicia en forma de plaga, multa, sanción de cualquier tipo o talego. No parece que nadie en el Ejecutivo vaya a pagar nada por el perjuicio a las arcas públicas que ha generado la citada amnistía. Pero, ojo al parche: que no se le ocurra a cualquier ‘paganini’ dejar sin apoquinar una cuota de autónomos, que verá lo que le sucede: cartita, recargo, amenaza y aceite de ricino.

España es un gran circo donde se nos toma por payasos mientras avezados trapecistas y magos de rostro duro siguen carcajeándose de quienes pagan fielmente sus impuestos

Los beneficiarios de la amnistía fiscal ilegal no tendrán que devolver nada ni mucho menos pagar nada más. Lo dice la sentencia del alto tribunal, que identifica el pecado, pero renuncia a abrir el purgatorio para los defraudadores. El carácter retroactivo sólo es para ‘pringatas’ al uso, ‘people sin power’ y callejeros poco viajeros. Ya sé que la comparación está manida, pero robe usted hoy una gallina y comprobará dentro de unos años gracias a la rapidez de los tribunales cómo le cobran hasta la última pluma con el porcentaje correspondiente de actualización de pillaje. 

Así las cosas podemos convenir que España es un gran circo donde se nos toma por payasos mientras avezados trapecistas y magos de rostro duro siguen carcajeándose de quienes pagan fielmente sus impuestos. Antes decíamos: ‘Esto sólo pasa aquí’, pero el mundo es cada vez más global y se generaliza la incompetencia. En Reino Unido, por ejemplo, tenían un terrorista paseando por Londres que se había declarado como tal en las redes sociales: nadie lo detuvo. Las consecuencias, las peores.

En EEUU Trump no cree que el planeta vaya hacia la destrucción medioambiental y abandona todo compromiso tomado con anterioridad. Podrá seguir produciendo más barniz capilar para enrojecerse las greñas. La cara sigue gris, como de cemento. Nadie es perfecto, ni aquí ni allá, pero no dejo de pensar que los países civilizados (?) eligen cada vez con más afición a ‘políticos-cangrejo’. Siempre para atrás, y adonde ordene la marea.

Muy mal, sentencia el Constitucional
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