jueves. 28.03.2024

El Rey, por la ingle

Hay destacados miembros del Gobierno de coalición que quieren ver a la Monarquía en el hoyo y apuestan en consecuencia por un cambio de régimen.

Apenas hablan inglés o lo hablan muy mal, pero tienen una especial habilidad, que roza la gracilidad, en pasarse al Rey por la ingle. Entre el gentilicio y el sustantivo tiran por la botánica: mucho matorral para convertir el escenario en un ‘marranal’. Por eso cuando se le pregunta a destacados miembros del Gobierno por qué no acude el jefe del Estado a un acto judicial en Barcelona, al que ha ido en otras ocasiones, despejan a córner con el borceguí de un tuercebotas. ¿Quién ha tomado la decisión?, pregunta el periodista por tercera vez. Pero obtiene las mismas respuestas que en las dos ocasiones anteriores: quien la tenía que tomar (y está muy bien tomada, se regodea uno de los entrevistados con esa sonrisa torpe, que pretende ser irónica, de Pierre Nodoyuna). Sólo hace falta que nos cuenten que quieren poner al monarca ante su prepucio (por eso de que el Rey –defienden sus detractores- lo es únicamente por bragueta), cuando en realidad quisieron decir precipicio. Pero, qué más da, si la especialidad de la nueva política es confundir lo que sube con lo que baja.

Los gestos, como éste, son mucho más que una simple mueca, pero nadie en el Ejecutivo se atreve a explicar ni el fondo ni el trasfondo

El asunto va de difuntos: hay destacados miembros del Gobierno de coalición que quieren ver a la Monarquía en el hoyo y apuestan en consecuencia por un cambio de régimen. Ello es lícito, pero debe ser explicado con claridad, tiene que llevar  un  trámite parlamentario nada sencillo (y de amplia mayoría) y, desde luego, es necesario que cualquier paso sea de la máxima trasparencia. Los gestos, como éste, son mucho más que una simple mueca, pero nadie en el Ejecutivo se atreve a explicar ni el fondo ni el trasfondo. Quizá no sepan de pura inutilidad, pero manejan el presupuesto común y el boletín oficial.

Entre malvados anda el juego: se trata de aprobar los Presupuestos del Estado escondiendo al mismísimo jefe de ese Estado. Porque sabido es que, entre los secesionistas catalanes, Felipe VI y la Corona generan urticaria. Ahora pongan en el vaso batidor el inicio del procedimiento para indultar a los condenados del Procés y comenzarán  a entender a qué va a saber este plato.

El Rey, por la ingle
Comentarios