jueves. 28.03.2024

¿Es Navarra “cuestión de Estado”?

En el plano político, Navarra sería un escenario distópico fruto del Tejerazo de 1981, en el que los guardias civiles de Tejero obligaron “manu militari” a los líderes políticos confinados en el Congreso a aceptar un acuerdo tácito por el que se declaraban intocables el sistema monárquico y la unidad indisoluble de España.

Parafraseando a Wright Mills en su libro “The Power Elite” (1956), el establishment navarro sería “el grupo élite formado por la unión de las sub-élites política, económica, universitaria y mass media de Navarra”, lobbys de presión que estarían interconectadas mediante “una alianza inquieta basada en su comunidad de intereses económicos y amalgamada por la defensa a ultranza de la “unidad identitaria de Navarra”, doctrina que tendría su plasmación práctica en la perpetuación “sine die” del sistema feudal político-económico imperante en Navarra desde la Guerra Civil del 1939.

Así, cerca de 100 familias o clanes familiares dominarían todos los centros de poder económico, político, universitario y mediático de la Comunidad Foral, aunque tan sólo serían satélites orbitando en la esfera de gravedad del Opus Dei, élite Alfa que habría fagocitado todas las sub-élites del establishment navarro convirtiendo a la Comunidad Foral en un coto feudal en pleno siglo XXI, es decir, una distopía de naturaleza real (no ficticia).

En el plano político, Navarra sería un escenario distópico fruto del Tejerazo de 1981

En el plano político, Navarra sería un escenario distópico fruto del Tejerazo de 1981, en el que los guardias civiles de Tejero obligaron “manu militari” a los líderes políticos confinados en el Congreso a aceptar un acuerdo tácito por el que se declaraban intocables el sistema monárquico y la unidad indisoluble de España, pasando Navarra desde entonces a ser considerada “cuestión de Estado” por lo que cualquier cambio institucional que se pueda producir en el viejo Reyno foral deberá contar con el visto bueno del establishment del Estado español, de lo que serían paradigmas el mayazo de Puras y el agostazo de Roberto Jiménez.

Tras el largo calvario delPSN, María Chivite tendría la oportunidad de conformar un gobierno Progresista integrado por miembros de Geroa Bai, Podemos-Ahal Dugu e IU-EB pero la estrategia secreta de Pedro Sánchez es la formación de un Gobierno de Coalición PSOE-Ciudadanos que contará con las bendiciones del establishment europeo por lo que finalmente, María Chivite se verá obligada por Ferraz a facilitar la investidura de Esparza como Presidente de Navarra. Dicha decisión provocará que los votantes socialistas se debatan entre la incertidumbre y la incredulidad al constatar la cruda realidad de la dependencia orgánica y el deber de la obediencia ciega del PSN a los dictados de Ferraz, no siendo descartable una escisión en el actual PSN y el posterior nacimiento del Partido Foral de Izquierdas liberado de cualquier dependencia orgánica y soberano en sus decisiones.

¿Es Navarra “cuestión de Estado”?