jueves. 28.03.2024

¿Gobierno de salvación PSOE-Ciudadanos?

La previsible negativa de Pablo Iglesias a facilitar la investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno dejaría abierta la posibilidad de unas nuevas elecciones en el otoño, por lo que la mass media del establishment habría iniciado la cruzada mediática para presionar a Albert Rivera.

El puzzle inconexo del caos ordenado puede esbozarse mediante la llamada “Teoría de las Catástrofes” del científico francés René Thom y se basaría en dos conceptos antinómicos para intentar “comprender el orden jerárquico de la complejidad biológica”. Así, el concepto de estabilidad o equilibrio se refiere a un sistema que permanece estable aunque registre un cambio, principio que trasladado a la esfera política se traduciría en la Reforma del Régimen del 78 sin alterar sus principios esenciales (Monárquico, jacobino y neoliberal), tesis que defenderían los partidos del establishment dominante del Estado español (PP, PSOE y Ciudadanos).

En la orilla antónima, encontramos el concepto de cambio cualitativo o discontinuidad que se produce cuando simples cambios cuantitativos pasan a ser otra cosa diferente y el sistema se transforma internamente de modo radical en una nueva realidad que modifica su situación de equilibro interno y se crea una situación nueva (Nuevo Régimen), tesis defendida tan sólo por Podemos y los grupos independentistas periféricos y que es asociada por el aparato mediático del sistema dominante (mass media) con el advenimiento del caos.

La estrategia electoral de los partidos del establishment se basó de nuevo en el mantra de la recuperación económica edulcorada con sibilinas promesas de aumento del techo de gasto autonómico

¿GOBIERNO DE SALVACIÓN NACIONAL PSOE-CIUDADANOS?

El actual sistema dominante o establishment de las sociedades occidentales utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo primigenio y transformarlo en un ser acrítico, miedoso y conformista que pasará a engrosar ineludiblemente las filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las técnicas de manipulación de masas. En consecuencia, la estrategia electoral de los partidos del establishment se basó de nuevo en el mantra de la recuperación económica edulcorada con sibilinas promesas de aumento del techo de gasto autonómico, subidas salariales a funcionarios y jubilados así como reducciones fiscales al estar la sociedad española integrada por individuos unidimensionales que no dudaron en primar el “panem et circenses” frente al vértigo que suscitan las utopías, consiguiendo el PSOE una holgada victoria.

Sin embargo, la previsible negativa de Pablo Iglesias a facilitar la investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno, dejaría abierta la posibilidad de unas nuevas elecciones en el otoño, (no siendo descartable que en el interregno se inestabilice la economía al subir de forma desbocada la prima de riesgo) , por lo que la mass media del establishment habría iniciado la cruzada mediática para presionar a Albert Rivera y convencerlo “en aras del interés general de España” de las bondades de un Gobierno de Salvación Nacional PSOE-Ciudadanos, condenando de paso al ostracismo a los partidos nacionalistas vascos y catalanes.

Asistiremos además a la instauración de una nueva Doctrina autonómica que consistiría en la implementación de un Estado basado en el sui generis “café para todos”

OFENSIVA RECENTRALIZADORA

Con el nuevo Gobierno de Coalición PSOE-Ciudadanos, asistiremos además a la instauración de una nueva Doctrina autonómica que consistiría en la implementación de un Estado basado en el sui generis “café para todos” y que sería un misil en la línea de flotación de la pervivencia de los regímenes forales diferenciados vasco y navarro y su capacidad auto-gestionaria. Dicha ofensiva recentralizadora supondrá la congelación in eternis de las trasferencias pendientes en Cataluña, Navarra y en Euskadi así como la implementación del recurso sistemático ante el Tribunal Constitucional de leyes aprobadas en los tres parlamentos citados, basándose en el artículo 161.2 de la vigente Constitución que señala que “el Ejecutivo central podrá impugnar ante el Tribunal Constitucional las disposiciones y resoluciones adoptadas por los órganos de las CCAA”. Ello supondrá “de facto” vaciar de contenido las competencias legislativas del Parlamento Catalán así como de los Parlamentos forales vasco-navarros, medidas restrictivas que podrían convertir a Cataluña, Euskadi y Navarra en autogobiernos devaluados, enconsertados y sometidos a los dictados del Gobierno Central o Tribunal Constitucional de turno, lo que podría desembocar en la apertura del Frente del Norte contra la regresión centralista del Gobierno de Madrid así como en el incremento de las tensiones en Cataluña.

¿Gobierno de salvación PSOE-Ciudadanos?
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