viernes. 29.03.2024

¿Pero a quién le importa Neymar?

Mientras la Seguridad Social nos llena de inseguridad con su déficit insultante, Ney quiere ganar un sueldo insultante de 40 millones de euros por temporada.

Neymar por tierra, mar y aire. España se cuece en su propio desgobierno y el Marca derrochando tinta inútil con este brasileño. Gran Canaria en cenizas y el As dándole portadas en tecnicolor, en vez de un portazo, a este trashumante del PSG. El Open Arms fileteándonos el alma con su pleamar eterna y El Chiringuito dedicando los primeros 45 minutos al serial nada serio de un tipo que se hace apellidar Junior a pesar de tener 27 años.

Este agosto tiene que acabar antes del 31 si no se resuelve el destino de Neymar Da Silva Santos, a quien París no quiere, Barcelona ignora y Madrid desea solo en voz baja. Mientras la Seguridad Social nos llena de inseguridad con su déficit insultante, Ney quiere ganar un sueldo insultante de 40 millones de euros por temporada. El temporero más caro de la Historia.

Neymar  no cotiza en esa arriesgada Bolsa, sino que se embolsa los dividendos inacabables de su singular huída de club en club

La listeriosis ha demostrado ser más lista que nosotros. Ha matado de refilón una anciana, un sexagenario en Torrelavega y un nasciturus y ha prendido de nuevo la mecha del debate sobre la salubridad de comer cierta carne mechada. España suda la gota gorda mientras los flacos de moda: Rivera y Malú compiten en descanso anónimo con Felipe y Letizia. Lobatón debería preocuparse por el paradero de ambas parejas, muy ocupadas en desocuparse todo agosto y nada preocupadas por el qué dirán. Del qué pensarán mejor ni hablamos.

España añora el comienzo del curso escolar, la bajada de las temperaturas y la subida de la Bolsa, hundida en la miseria de su propia especulación. Neymar  no cotiza en esa arriesgada Bolsa, sino que se embolsa los dividendos inacabables de su singular huída de club en club.

Casado demuestra científicamente que no es barbilampiño y reverdece el acierto quirúrgico de la expresión “te queda tan bien como a un santo dos pistolas”. Si quieres la paz, prepárate para la guerra. Los cuarteles generales de los grandes partidos desempolvan argumentarios  y engrasan redes sociales. Habrá elecciones en noviembre. O no. Pero por si acaso.

Los cuarteles generales de los grandes partidos desempolvan argumentarios  y engrasan redes sociales

Mientras el sol canicular siga proyectando la sombra funámbula de Neymar, España seguirá en la UCI. Conectada al respirador caprichoso de los telediarios. Esperando la funesta noticia de su fichaje por un equipo de campanillas. Tocarán a rebato las campanas. Nos libraremos del culebrón de Ney. Y nos rendiremos sin condiciones a que meta la pelota como el mercenario más mercenario de los mercenarios del fútbol.

Siempre nos quedará el Rácing. Un segunda con aspecto de segunda que no se empeña en disimularlo. Por eso ascenderá.

¿Pero a quién le importa Neymar?
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