jueves. 28.03.2024

Si me insultas, es que NO tienes razón

Igual que las murgas son crítica, ironía, burla y sátira, el periodista que escribe una información tiene valores, ética, vocación y busca la verdad.

“El Carnaval del Norte” vuelve a ser el gran protagonista en los medios de comunicación regionales y “nacionales”.

Muchas han sido las voces que han comparado el desfile de los Galipoteros por las calles de la villa marinera, ataviados con el atuendo de falange, algunos con los brazos en alto y coreando el “Cara al sol” que tronaba a través de unos altavoces que portaban en carritos, a la vez que enarbolaban banderas nacionales, con el caso por el que el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ordenó prisión provisional sin fianza para los dos titiriteros de Madrid por “enaltecer al terrorismo”.

A todos aquellos que nos han leído y que nos han dejado mensajes tan profundos y llenos de contenido como

les deberíamos explicar la diferencia que existe entre una murga y una comparsa, aunque supongo que siendo de Santoña, lo sabrán. Tampoco estamos aquí para dar lecciones de gramática a nadie, pero al final viendo cómo es cada uno y cómo opina, a unos más que a otros se les ve el plumero.

Como medio de comunicación estamos acostumbrados a todo, incluso a que nos insulten, pero no podemos aceptar como normal algo tan inusual como el hecho de disfrazar a unos niños de falangistas y que desfilen, acompañados de sus padres, escuchando el himno de Falange Española y de las Jons por el centro del pueblo.

Como medio de comunicación estamos acostumbrados a todo, incluso a que nos insulten, pero no podemos aceptar como normal algo tan inusual

Y aquí empiezan las explicaciones. No se pretendía. Se ha sacado de contexto. El vídeo es muy claro y en él se ven a personas durante un desfile haciendo el saludo fascista.

Y eso es lo que ha contado mi compañero, que defiende ante todo la verdad y la realidad, que muchas veces es muy tozuda y a muchos no les gusta, aunque las imágenes hablen por sí solas.

El culpable no es el periodista que tiene valores, ética, vocación y busca la verdad. Los verdaderos responsables son aquellos que nos intentan amedrentar con amenazas e insultos, porque saben que no tienen la razón.

Los insultos de determinados “hooligans” son más difíciles de borrar y de olvidar. Aquellos que intentan escudarse en la cobardía del insulto deberían leer el resto de mensajes y comentarios, para luego responder desde el respeto y la elegancia.

Señores Galipoteros, rectificar es de sabios y quizás la voluntad de los murguista no era la de exaltar al franquismo, sino criticarlo, burlarse e ironizarlo. Aceptadas y explicadas quedan. 

Si me insultas, es que NO tienes razón
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