viernes. 19.04.2024

Un paso atrás para Cataluña y un gran paso atrás para España

Independientemente de que entremos a analizar si la sentencia es justa o no, lo cierto y lo más alarmante de todo esto son los riesgos que encierra la sentencia del Procés a nuestro sistema de libertades.

Cuando se convocaron de nuevo las elecciones ya se sabía que ocurriría un bombazo justo antes de que comenzase la campaña electoral, es decir, la sentencia del Procés. También sabíamos que gran parte de los partidos políticos estarían esperando impacientes como buitres para lanzar sus argumentarios electoralistas de salvadores y defensores de España. Así pues, vemos a Pedro Sánchez y al PSOE presentándose como los garantes del orden y de la estabilidad cuando, muy al contrario, no han hecho ni el más mínimo esfuerzo por tender puentes. Y si uno no tendía puentes, tenemos a otros dinamitando los pocos puentes construidos con sus conocidos circos en el Parlament catalán o en otros espacios. Me refiero a Partido Popular y, muy especialmente, a Ciudadanos.

Haríamos bien en señalar cada vez que se digan estos disparates. De otra forma, estaríamos normalizando las mentiras más infames

No obstante, no hace falta irse muy lejos para identificar las malas artes de Ciudadanos para generar odio. Aquí mismo esta semana, la candidata al Senado por Cantabria de Ciudadanos ha dicho que “si a Lluís Companys lo asesinaron fue porque eliminó un Estado constitucional”. Después de la sorpresa inicial ante tal afirmación piensas que han podido ocurrir dos cosas; por un lado, una exacerbada ignorancia de la historia que ha provocado que mezcle “churras con merinas” o que el dato histórico diese igual y que el objetivo era el de incendiar y justificar el odio hacia los catalanes como si fuera algo que viniese de antaño. Conociendo a los naranjas, aquí se han producido las dos cosas a la vez y puede que mezclase el argumentario oficial que le viniese desde arriba y que tendría delante. Pero total, qué más da cambiar de esa forma la historia, si Ortega Smith de Vox lo hizo hace unos días con las Treces Rosas sin despeinarse y no ha pasado nada. Vamos, el juego normal en el “todo vale”, pero que haríamos bien en señalar cada vez que se digan estos disparates. De otra forma, estaríamos normalizando, y acabarían por calar, las mentiras más infames.

Es muy preocupante la irresponsabilidad y la motivación electoralista de muchos partidos políticos que no buscan el diálogo y la fraternidad

Independientemente de que entremos a analizar si la sentencia es justa o no, lo cierto y lo más alarmante de todo esto son los riesgos que encierra la sentencia del Procés a nuestro sistema de libertades. Nos encontramos con unas sentencias de sedición, a pesar de que los magistrados reconocen en la misma que hubo protestas no violentas y resistencia pasiva y, además, lo vinculan a los acusados por la convocatoria de un referéndum, que por cierto no olvidemos que quedaron despenalizados hace algún tiempo. Por lo tanto, nos encontramos con condenas de 13 años, cuando nos encontramos condenas por homicidio entre 10 y 15 años. Condenas enormes, como decía, vinculadas a sedición habiendo ausencia de violencia o intimidación. Esto es muy peligroso porque, si en su momento consideramos que la Ley Mordaza era un retroceso en los derechos y libertades de la ciudadanía, ahora damos otro paso gigante para atrás si nos exponemos a condenas desorbitadas cada vez que nuestros mayores se manifiesten para defender sus pensiones y las nuestras futuras, cada vez que las mujeres salgan a la calle a gritar que nos queremos vivas, cada vez que los jóvenes recuerden en nuestras plazas que no hay planeta B o cada vez que nos plantemos para que no nos echen de nuestras casas. En definitiva, cada vez que defendamos nuestros derechos más fundamentales.

Es muy preocupante la irresponsabilidad y la motivación electoralista de muchos partidos políticos que no buscan el diálogo y la fraternidad entre las naciones de nuestro país y que lo que busquen sea el desprecio y el odio entre vecinas para echar una cortina de humo y así olvidar que nuestros derechos están siendo cada vez más recortados. Y una vez más Sánchez, Casado, Rivera y Abascal estarán felices con el monotema catalán para no hablar de recortes, ni de corrupción, ni de desahucios, ni de pobreza energética, ni de crisis ecológica, ni de precariedad, ni de nada más. Estos problemas son los que de verdad rompen España y si esto es un pequeño paso atrás para Cataluña, es un paso gigante atrás para España. Sin diálogo, perdemos todos.

Un paso atrás para Cataluña y un gran paso atrás para España
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