viernes. 19.04.2024

Hablemos de Panamá y no de refugiados

La indignación puede cambiar de origen, a nada que se coloca en la opinión pública un gran escándalo que dé para comentar y criticar mucho. Los “Papeles de Panamá” suponen la filtración de miles de nombres en todo el mundo, que guardan sus fortunas a buen recaudo fiscal. Puede parecer muy osado concluir que no es nada nuevo bajo el sol, pero es que mientras se reitera lo obvio ya no se habla de la crisis de los refugiados ni de las consecuencias nefastas que para millones de ciudadanos ha tenido la grave depresión económica.

Lo de que los ricos son más ricos en Panamá ha hecho de cortafuegos  para que no se hable de otra cosa. Estoy pensando en los refugiados; recalo también en la fuerte amenaza terrorista que acecha a Europa, y también nos olvidamos de exigir la salida de la crisis que se ceba más en los de siempre, ahora además que hay nubarrones en el horizonte de más recortes presupuestarios. Sí, así planteo este artículo: Panamá es un despiste en el tiempo. ¿Ven ustedes preocupados o temblorosos a los que salen en los papeles panameños? ¿Piensan quizás que Panamá dejará a partir de ahora de ser el paraíso fiscal que es? Allá por 2009, cuando la crisis más golpeaba, me entraba la risa cada vez que algún gobierno, vitoreado pertinentemente por  medios de comunicación afines, sacaba a la palestra el estéril debate de que la depresión económica sería menos eliminando los paraísos fiscales. Sólo hay que ver la relación panameña de las personas que tienen su fortuna a buen recaudo, desde gobernantes a cineastas, futbolistas y profesionales de lo más diverso, para comprobar el camelo que es terminar de verdad con los países que llenan sus bancos de dinero que no paga impuestos.

El capitalismo refleja desigualdades reales y también legales

El actual capitalismo está agotado porque refleja sistemáticas trampas, mentirasdesigualdades reales y también legales. En las sociedades democráticas se cuestiona cada vez más aquello escrito en sus constituciones de que todos somos iguales ante la ley.  Sólo hay que ver lo que pagan como impuestos los más pobres y lo que escatiman al bienestar general grandes fortunas y gigantescas corporaciones industriales y financieras, cuyos beneficios se disparan pero con un escaso reflejo en la recaudación de los países a través de un pago justo de tributos acorde con ganancias tan desproporcionadas. Ahí es donde entran los paraísos fiscales y la creación de empresas opacas para esconder y proteger inmensas fortunas.

Es un hecho que no hay voluntad política alguna de dar un vuelco a esta situación, pero queda muy bien para los Telediarios declarar que los ricos y las multinacionales tienen que pagar más. En esto, surge Panamá. ¿Por qué ahora? Se presenta como el fruto de una gran investigación periodística a nivel  internacional. ¡Bien hecho!, pero, ahora, ¿qué? Pasará poco tiempo y de lo de Panamá no se acordará nadie si no hay acuerdos internacionales. No los habrá, está claro, y el caso puede ser una lista más como otras aparecidas antes, porque lo contratado con expertos bufetes fiscales es legal si el cliente paga religiosamente sus impuestos en su país de origen.

Los paraísos fiscales son inamovibles

No correrán la misma suerte los refugiados y tampoco se revisará el indecente acuerdo al que ha llegado Europa con Turquía para recluir a miles de seres humanos en campamentos donde cada día será igual al anterior y al siguiente. Transcurrirán los años y todos los paraísos fiscales seguirán, inamovibles,  en su sitio. Cada equis tiempo serán cuestionados por gobiernos y gobernantes. Serán manifestaciones y reclamaciones tibias, para que queden bien en los medios de comunicación. Aparecerán fotos de famosos y sus empresas creadas en despachos de ricos abogados panameños, suizos o gibraltareños. Estas fotos sustituirán a los graves problemas por los que el mundo atraviese en un determinado momento. Lo mismo dará que haya nuevas guerras, más paro, incremento de desahucios, tarjetas black, y riadas de refugiados en busca de destinos más seguros a los conflictos y el hambre que quieren dejar atrás. Siempre habrá un nuevo paraíso fiscal o nuevo derrame de avaricia capitalista que hará de cortafuegos para no dar solución a lo realmente importante.

Hablemos de Panamá y no de refugiados
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