viernes. 19.04.2024

Nos son molinos Sancho, son gigantes

Poblar aquellas campas con molinos de 150 metros a los que se accede por pistas de 12 metros de ancho dista mucho de ser verde. 

Cuando participas activamente de la política, aunque sea desde la segunda línea, además de la lectura diaria de periódico y digitales te aficionas a echar un vistazo al BOC mientras desayunas. Esta lectura no es tan edificante como las otras, no salen fotos ni te enteras de qué ponen hoy en la tele, tampoco ves el horóscopo ni la tira cómica. Bueno la tira cómica de vez en cuando sí pero el humor del BOC es un humor bastante negro, ese tipo de humor de risa y lágrima al tiempo.

Leyendo el BOC puedes incluso aprender a saltarte sentencias judiciales sin que se note y además ganando portadas con ello

Leyendo el BOC a diario te enteras de cosas realmente curiosas, como que raro es el BOC en el que alguien no ha perdido su título de EGB. Pero lo realmente interesante del BOC es seguir sus historias. Puedes seguir por ejemplo la evolución de una ley, cómo empiezan pidiendo participación ciudadana, cómo después presentan un borrador en el que ignoran las sugerencias de los ciudadanos, cómo posteriormente no hacen ni puñetero caso a las alegaciones del borrador y cómo finalmente aprueban lo que querían desde un principio que para eso son rodillo, digo, mayoría.

Leyendo el BOC puedes incluso aprender a saltarte sentencias judiciales sin que se note y además ganando portadas con ello. Rizar el rizo, cuadrar el círculo. Básicamente hacer lo mismo que con las leyes, que parezca que tus actos como político representan a todos los cántabros mientras te representas a ti mismo.

Últimamente un anuncio tan recurrente como el título perdido es el de algún trámite para un parque eólico. Lógica regionalista, si el Tribunal Supremo dice que llenar de golpe Cantabria de molinos de viento es una barbaridad ¡llenémosla poco a poco, que se nota menos!

Nadie nos va a enseñar a los pueblerinos lo que significa la palabra sostenibilidad, para nosotros la ecología no es un eslogan

Nada tengo contra la energía verde ¡Dios me libre! Prefiero que mi bombilla se ilumine con energía solar que con la energía de las térmicas asturianas. Pero no nos liemos, verdes son los pastos de Miera. Poblar aquellas campas con molinos de 150 metros a los que se accede por pistas de 12 metros de ancho dista mucho de ser verde. 

Enclaves únicos con valores ecológicos y etnográficos que hace decenas de años que no existen en Europa y que ahora son el punto de mira de las eléctricas. Al menos 24 proyectos en marcha, torres de 200 metros dando sombra a parques naturales y los que se llaman regionalistas prometiendo al lobby eléctrico acelerar tramites, ¡incluso prometiendo dinero europeo!

No son molinos, Quijote, son gigantes. Y para llegar a ellos se hacen grandes pistas y se ponen tendidos eléctricos en parajes singulares. Como dijeron los jueces eso hay que hacerlo de forma ordenada, pero a Revilla el orden le estorba, las sentencias las capea y los planes de ordenación del territorio los esconde hasta que se olvidan.

Las gentes que poblamos los valles hemos visto cómo se cierra el consultorio porque hacen falta médicos en la ciudad. Vemos cómo el banco Santander cierra la oficina con la excusa del covid para no volverla a abrir jamás. Sufrimos cómo nuestros hijos no pueden seguir el paso de la educación en cuarentena por esa maldita brecha… ¡es la economía imbécil! La economía neoliberal que solo se fija en nosotros cuando necesita nuestros recursos, el neocolonialismo del siglo XXI  donde la ciudad desangra al pueblo.

Nadie nos va a enseñar a los pueblerinos lo que significa la palabra sostenibilidad, para nosotros la ecología no es un eslogan, es una forma de vida. ¿Renovables? Por supuesto, pero no a cualquier precio porque mire vuestra merced que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento. Muchos molinos de viento, bastantes más de los que asustaron a los jueces.

Cientos de molinos que juntos más que duplican lo que al Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT) le parecía razonable ¿Qué fue de aquel PROT, sr. Revilla? ¿Por qué nunca va a aprobarse una ordenación racional de los recursos cántabros? Usted que cacarea su independencia ¿de nuevo se dejó presionar por un lobby? Señor consejero de Medio Ambiente, ¿pero usted sabe para qué le pagan?

Estaremos en frente hasta que haya una evaluación ambiental integral que evalúe todos los parques en su conjunto y limite su construcción a las zonas degradadas y de menor impacto, no permitiremos que se destrocen castros, ni autopistas por hayedos… si pensasteis que dividiendo venceríais es que no conocéis a los habitantes de “vuestra región” y no sois dignos de llamaros regionalistas.

Nos son molinos Sancho, son gigantes
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